Maleficio (An American Hauting). Courtney Solomon




Imagen propiedad de Juanma Pastor, Tanja Fushberger y Rosa Labrandero




Ficha técnica:


Título original: An American Haunting
País: USA
Año: 2005
Duración: 91 minutos

Guión y Dirección: Courtney Solomon
Guión, basado en "The bell witch- an American Haunting de Brent Monahan
Director de Casting:  Gary Davy
Director de Fotografía: Adrian Biddle, B.S.C.
Música: Caine Davidson
Edición: Richard Comeau
Director artístico: Isana Corcieva
Decoradora del set : Victoria Dragomir.

Diseño de Vestuario: Jane Petrie
Responsables de peluquería: Réjean Goderre
Maquillaje artistas: Nicky  Hamilton

Productores:  Courtney Solomon, Christopher Milburb, André Rouleau
Productores ejecutivos: Alan Zeman, Robbie Little. Lawrence Steven Meyers, Julien Rémillard, Maxime Rémillard, Simon Franks, Zygi Kamasa
Co-productores: Andrei Boncea
Co-Productores ejecutivos: Nelson Leong, Francis Delia
Productores asociados: Allesandro Fracassi
Productor en línea: Matthew Kuipers
Diseño de producción: Humprey Jaeger
Compañías: Allan Zeman Productions, asociada con Midsummer Films, Remstar Productions, SC Mediapro Pictures S.A. y After Dark Films


Intérpretes:


Donald Sutherland: John Bell
Sissy Spacek: Lucy Bell
James D'Arcy: Richard Powell
Rachel Hurd-Wood: Betsy Pell
Matthew Marsh: James Johnston
Thom Fell: John Bell Jr.
Sam Alexander: Josh Gardner
Gaye Brown: Kathryn Batts
Zoe Torme: Theny Thorne
Miquel Brown : Cloe
Shauna Shim: Anky
Lila Bata-Walsh: Niña èqueña
Howard Rosentein: padre

Género: drama, terror, constructo de género.


Sinopsis:


Según cuenta una historia basada en hechos reales, en 1818, fenómenos extraños comenzaron a acechar a la familia Bell. Al principio se manifestaban en forma de sonidos, pequeños ruidos inexplicables, respiración dificultosa e incluso pasos, pero la potencia de los ataques aumentó con el paso del tiempo. El espíritu empezó a crecer, se volvió agresivo y comenzó a descargar su ira sobre John Bell (Donald Sutherland), el padre de familia, y su única hija, Betsy, que sufría ataques crueles, horribles e irreparables. El ente se ensañaba con ella, sometiéndola habitualmente a palizas brutales..hasta que hundió a los Bell en la más profunda de las tragedias. En 1998 fue hallado un manuscrito de un maestro de escuela, que había convivido con los Bell, en el que se revelaba la causa del maleficio.


Comentario.


La primera cuestión que se plantea al acercarse a esta película de Courtney Solomon, un productor y guionista de origen canadiense que ha realizado dos filmes para la gran pantalla, 'Dragones y mazmorras' (2000) y Maleficio (2005), es por qué concentró tantas iras y críticas tan adversas que llegaron  a pontificar, sin ningún rigor, que comparada con ella  'La Bruja de Blair' era una obra maestra, que no era lo suficiente tonta para ser entretenida, o que  la solución final  era maniquea, ambigua y  rebuscada, con grandes dosis de  moralismo y muy falaz. Una adjetivación bien estudiada para apartar a las masas, ávidas de emoción,  de los cines. De hecho, han transcurrido ocho años y Solomon no ha  intentado dirigir de nuevo una cinta.

Si deconstruimos los elementos que ha integrado en esta película, hay muchas referencias al cine de terror con connotaciones sexuales que nos debiera haber puesto sobre aviso, como un cameo de 'El exorcista' , pero también  de  'El Ente'; el contexto en el que se van a producir los acontecimientos es un medio rural muy propicio para el desarrollo y expansión de historias de terror basadas en la  ignorancia y la superstición proclive a creer en brujas y a convertirlas en chivos expiatorios de una comunidad culpable; un señor feudal arrogante y autocomplaciente, que practica la usura, contraviniendo los preceptos de su iglesia, perjudica los intereses de una antigua socia, una mujer de carácter, atributo que la convierte en 'bruja' y que conoce muy bien al hacendado. Una semantización del color que discrimina la realidad aparente de la verdad, y una estructura de flashback que nos recuerda que lo tratado no es propio de otros tiempos en los que la cultura era el privilegio de unos pocos, sino en un mundo desarrollado y políticamente correcto.

Es cierto que estos elementos se pueden manejar con más o menos maestría, pero refutando con argumentos absurdos, como el de que 'La Bruja de Blair' es una obra maestra, si la comparamos con la película de Courtney Solomon, evidencia  que existen otro tipo de prejuicios ideológicos. Se puede hacer una película sobre asesinos en serie, que actúan por instintos criminales que obedecen a causas desconocidas, lo que produce gran inquietud social, pero no un film en el que el que produzca el terror en el propio hogar y en el seno de su familia sea  un  individuo como José Fritzl el 'Monstruo de Amstetten', acusado de homicidio, esclavitud, secuestro e incesto  de su propia hija y  sus nietos/hijos que ahora ha escrito una  novela desde el psiquiátrico 'Cincuenta sombras de Grey' que se ha convertido en un betseller. Tanto el caso que plantea el film como el de Fritzl son reales.

Se han hecho muchas películas sobre violaciones de jóvenes vírgenes (El manantial de la doncella. Ingmar Bergman, 1960, The lovely bones, Peter Jackson,  2009...), pero sigue siendo tabú tratar el tema de los abusos deshonestos padecidos por los menores en el seno de la familia. especialmente graves cuando las madres lo conocen o simplemente lo presienten,  pero guardan silencio, ya sea por egoísmo o por mantener a todos los miembros unidos en el seno del hogar. Incluso se divulgan libros que aconsejan a las mujeres aprender a obedecer y ser sumisas a sus maridos; la diferencia entre el personaje encarnado por Suzy Space y la madre del siglo XXI reside en que la segunda ha roto su matrimonio, aunque sin percatarse del grave peligro en que se encontraba su hija. Lucy Bell vive con su marido hasta que muere envenenado, llevando sobre sus espaldas la cruz de su propia culpa durante toda su vida. El realizador sigue pautas en la creación de  significado que evocan el trabajo de M. Night Shyamalan en películas como  'El sexto sentido' . 1999,que ponen en guardia al espectador, pero que se ven mucho más claras en un segundo visionado, como el hecho de que todos recen un conjuro para espantar al diablo, excepto Betsy, aunque el desenlace sorprenda al espectador todavía desprevenido.

Es posible que no sea una obra maestra, pero sí una aportación más a la conciencia de que existe un lado oscuro del ser humano, algo esencial en el cine de terror, dando un paso más al mostrar a las víctimas indefensas de la violencia que la sociedad patriarcal ha ejercido y sigue ejerciendo sobre las mujeres, a las que ahora se aconseja aprender a obedecer al marido y a ser sumisas (Costanza Miriano, 'Cásate y sé sumisa'), como lo fue la protagonista de esta historia, Lucy Bell, que sacrificó a su hija y a su nieta en pro de la familia, y a la que el propio esposo acusaba de no enterarse de nada.



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