Premonición. Alfonso. Alfonso Poyart.




Cartel, ficha técnica, sinopsis, críticas, fotografías, trailer (Pinchad aquí). 


LOS ÁNGELES DE LA MUERTE LLEGAN AL THRILLER  DE ASESINOS EN SERIE


Crítica:


Algunos críticos, (Jordi Costa) han comenzado sus escritos contando las dificultades que ha atravesado el guión realizado por Sean Bailey y Ted Griffin, que llevaba dando vueltas desde la década de los 90,  hasta materializarse en un film, finalmente dirigido por el director brasileño Alfonso Poyart. En principio un ejecutivo de New Line Cinema encargÓ su reescritura para adaptarlo a una posible secuela de Seven (David Fincher, 1995), con el que se observa alguna concomitancia, aunque sólo sea por tener como protagonista en la oscuridad a un serial killer y por el giro final de la historia, más que sorprendente.



Mas el cineasta elegido para dar forma al guión opta por un preciosismo videoclipero y publicitario que en ocasiones evoca esos reportajes cursis que se encargan a fotógrafos sin pretensiones para cubrir eventos como bodas, comuniones y bautizos, una cinta en la que las premoniciones o evocaciones van acompañadas de objetos que con frecuencia caen al suelo seguidos por cámaras lentas y al estallar en las baldosas o en la tierra dejan salir su contenido buscando impactar a un espectador fácil. Entretenido con tanta virguería el público no advierte como con estos artificios va siendo arrastrado a la implicación en un dilema ético o moral de calado, a través de un relato que, como un castillo de fuegos artificiales comienza con cierta suavidad  guardando la mayor parte de los cohetes para la eclosión final, para la que el director se guardará no sólo la presencia del hombre más deseado, un 'ángel de la muerte'encarnado por Collin Farrell, la resolución del conflicto, con algún dejà-vu de Seven, y los giros finales, unos más esperados que otros.



Lo que, en principio, parecía un inocente juego para aficionados a los asesinos en serie, se acaba convirtiendo en un discurso en torno a la eutanasia, aunque se diluyen y se mezclan opciones muy diferentes, que incorporan argumentos de los que se dan con frecuencia en pro y en contra de la legalización de la libre elección de una buena muerte. La imagen de Collin Farrell aparentemente clavado en una cruz de neón roja lo asocia, no al papel generoso que él mismo se atribuye, sino al que generalmente le asignan amplios sectores de la sociedad conservadora: el de asesinos y homicidas seriales, llamados ángeles de la muerte , o asesinos de bata blanca.(1) Los giros finales desconciertan a los espectadores y, tomando en consideración la edad del público que acude a ver este tipo de películas huyendo de otras películas de fantasía, acción o ciencia-ficción que son mayoría en las carteleras de verano, alguno se lleva una sorpresa con la que no contaba, un tema que se les ha escaqueado en las sinopsis y que les disgusta en grado sumo.



Muchos no están acostumbrados a que los involucren en este tipo de dilemas y se sienten incómodos cuando son obligados a tomar partido sin que la opción elegida les deje satisfechos consigo mismos y su forma de ver el mundo; los más jóvenes, que se siente inmortales y creen que la muerte no les llegará nunca,pueden sentirse incómodos , no tanto por el background, sino por el ritmo de un film que se guarda todas las cartas para el final y que entretiene durante casi todo el metraje con juegos de artificio, debates entre psicólogos y parapsicólogos imágenes de slow motion prescindibles y reiteradas, premoniciones que se repiten de forma reiterada, sin que en realidad pase nada. Cuando estamos entrando en el desenlace del film, el recuerdo de 'Seven' fastidiará y hará uno de los mejores spoilers de la historia del cine. Menos mal que el mago guarda un as en la manga. No estamos seguros de que a todos les gustará la jugada-





(1) critianaraos.com, que denominan de esta forma a quienes sedan a su paciente cuando llega al final de su trayectoria vital: "El cargo “estratégico” que desempeñan este tipo de homicidas (médicos, enfermeras, asistentes o paramédicos), les otorga la capacidad o el poder de decidir, respecto a la vida o muerte de personas, que por lo general se encuentran en un estado precario o crónico de salud. Todo lo cual, sitúa a estos “pacientes” cómo víctimas ideales, por su alto grado de indefensión, cuyo deceso muy difícilmente podría provocar algún tipo de sospechas. (Alto riesgo para las víctimas y muy bajo para el agresor)"






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