La mujer en la Luna. Fritz Lang .





ciencia-ficción

Fotografía cedida por BMA House a cinelodeon.com




Ficha técnica:


Título: Frau Im Mond.
País: Alemania.
Año: 1929.
Duración: 161 mnutos.

Dirección: Fritz Lang.
Guión: Thea Von Harbour, Fritz Lang,Herman Oberth, basado en la novela de Thea Von Harbou, publicada por August Scherl Publisher, Ltd.
Dirección de Fotografía: Curt Courant, Oskar Fishinger, Konstantin Irmen-Tschet y Otto Kanturek.
Música: Stuart Oderman (1993); Jon Mirsalis (2003);  Javier Pérez de Azpeitia  (2005).
Dirección artística: Emil Hasler, Otto Hunte, Karl Volbrecht.
Efectos especiales: Oskar Fishinger, Konstantin Irmen-Tschet.
Colaborador científico: Hermann Oberth.

Productor: Fritz Lang.
Jefe de producción: Eduard Kubat.
Digitalización financiada por el Beautragte der Bundesregierungfür Kultur und Medien, por decisión del Budestag alemán.

Intérpretes:


Klaus Pohl: Profesor Georg Manfeldt,
Willy Fritsch: Wolf Helius,
Gustav Von Wangenheim: Ingeniero Hans Windegger,
Gerda Maurus: Estudiante de astronomía, Friede Velten,,
Fritz Rasp: Der Mann,
Tilla Durieux...


Sinopsis:



Dos años después de "Metrópolis" Fritz Lang emprendió el proyecto de adaptar una novela de carácter futurista, escrita por su entonces esposa Thea von Harbou. La película dedica la primera parte a  presentar y desarrollar las posibilidades de efectuar un viaje a la Luna con el fin de encontrar oro, y la segunda al viaje en sí y a las sorpresas que les depara a los protagonistas. La película, de un inusitado lirismo, fue reducida hasta casi la mitad de su duración, eliminando algunos de los planos más  bellos. Años más tarde se restauró y remasterizó en 2K por la Friedrich-Wilhelm-Murnau-Stiftung.

El film narra la historia del profesor Georg Manfeldt, ridiculizado por sus colegas, cuando asegura que hay más oro en cualquier montaña de la Luna que en el Tierra. Wolf Helius retoma la idea e intenta construir un cohete para visitar el satélite de la Tierra, logrando, ahora sí, la financiación de una empresa que controla el mercado del oro y el apoyo de otras personas.


Comentario:



Fritz Lang, (Viena 1890), estudió Bellas Artes y herido de gravedad en la I Guerra Mundial, entró en el mundo del cine, primero como guionista y después como director. Su carrera sufrió un decisivo impulso al conocer a la escritora  Thea von Harbour, con quien estuvo  casado desde 1922 hasta 1933, año en que abandonó Alemania tras el triunfo nazi, dejado atrás films como  "La muerte cansada" (Las tres Luces), "Metrópolis", "Los Nibelungos" o "El Doctor Mabuse". Prosiguió su carrera en Estados Unidos, donde falleció casi ciego en 1976, con títulos igualmente destacados: "Perversidad", "Los sobornados", "Deseos humanos"...



LA PRIMERA PELÍCULA REALISTA DE CIENCIA-FICCIÓN

"NEVER" DOES NOT EXIST FOR DE HUMAN MIND...ONLY "NON YET"

("Nunca" no existe para la mente humana...solo "Aún no")


Helius, ahórreme la molestia de aceptar limosna de mi único amigo. Con esta súplica se abre un film que gira en torno a un sabio que ha dedicado su vida entera a investigar  la posibilidad de realizar un viaje a la Luna, el único satélite de la Tierra, en busca de 'El Dorado', agotada la posibilidad de encontrarlo en la Tierra. A partir de este momento, en que Lang recuerda que la mayor parte de los hombres dotados de gran talento han debido soportar la vida miserable del loser, la historia se desarrolla con una característica muy bien definida: una tremenda ingenuidad. Si bien películas como 'Figuras ocultas' se encargan de demostrar que las naves que tripularon los primeros astronautas eran mucho más sencillas de lo que el cine de ciencia-ficción actual, realizado, en gran parte, gracias a la tremenda imaginación puesta en juego por cineastas y  artistas de la imagen, primero analógica y luego digital, que nos hacen pensar que los viajes que hicieron los norteamericanos a este pequeño planeta fueron una auténtica temeridad, el cine ha creado una realidad paralela mucho más rica que la capacidad del hombre de construir ciudades galácticas y transitar de planeta en planeta, que han enriquecido nuestro bagaje de ficción. Desde que Kubrick idealizó y embelleció el hecho de la ingravidez, mediante aquella azafata de altos vuelos que llevaba un calzado que la pegaba a los suelos, el imaginario colectivo magnificó las aventuras espaciales.

El cineasta alemán abandonó la imitación de la ciencia conocida por la ficción, consciente de que estaba haciendo cine y no trabajando para la UFA o la NASA, y nos mostró a hombres que podían soportar cambios de presión padeciendo tan solo ligeros desmayos, que combatían la ingravidez con unos pedales de bicicleta, que manejaban la nave, mucho más ostentosa que los Apolos, con una simple palanca, o que el viejo científico loco, el Profesor Manfeldt, con la complicidad de sus compañeros científicos, comprobaba si había atmósfera en el satélite con unas cerillas, y al ver que éstas se encendían, se quitaba el casco y se lanzaba a buscar agua y oro con las varillas del zahorí. Resulta divertido ver a esta curiosa tripulación, compuesta por tres científicos, un villano, una mujer (que filma con una cámara de principios del siglo XX ) y un niño, caminar por la Luna, que gira a una velocidad vertiginosa sobre sí misma.

Cierto que la Luna no tiene ojos, ni se le clava en uno de ellos el cohete, como sucedía en la ficción de Méliès, pero afirmar que esta película es la primera realista de ciencia-ficción, es un aserto que debiera ser corregido: la primera con vocación de realismo, sería más exacto. Es interesante el protagonismo de una mujer andrógina, que viste como un hombre, es decidida y culta, aunque tiene toques propios de las féminas, como ocuparse de preparar alimentos para los expedicionarios. Georg Manfeldt, encuentra todo lo que busca, incluido el oro que persigue el ambicioso capitalista que los ha chantajeado y los acompaña en el viaje.

Pero es más irracional que se intenten engañar, cuando todos tienen que volver en la misma nave, que el malvado capitalista no sabe pilotar. La lucha de este hombre, Walter Turner, con Friede Velten, estudiante de astronomia, es digna de las últimas películas protagonizadas por Action Women, aunque menos violenta, pero también más increíble. En la base de esta aventura descansa también un cómic, 'Mingo' de Nick Carter, que atrae al niño, que se mete dentro de la escafandra, deseando emular las aventuras de los 'Piratas de Saturno'.

Pero si hay algo notable en el film, como sucede en 'Metrópolis' es la imaginería modernista y decó que creó el gran maestro que fue Fritz Lang,  y que ha influido en los cineastas del género, desde que dio vida a estas imágenes hasta el último film que ha llevado a la pantalla Luc Besson, que moldeó en 'El quinto elemento' la megalópolis por cuyas calles circulaban todo tipo de vehículos aéreos y se hallaba atravesada por múltiples pasarelas. Sorprende la modernidad de sus decorados, desde los grandes espacios a los más ligeros apliques de luz en las paredes. Más en un film de casi tres horas de duración resulta extraño, para un espectador actual, el constante sonido de un piano extradiegético, que produce más desazón que las bandas sonoras actuales.

El film se realizó en 1928, una época en la que en Berlín se extendía una especie de fiebre por los viajes interplanetarios, fomentada por un libro "El cohete en el espacio interplanetario" (Die Ratze zu den planetenräumen, de Herman Julius Oberth, asesor del cineasta en lo referente al vuelo del cohete) , que contenía el concepto desarrollado de un vuelo espacial guiado por el hombre, y que, al parecer, Fritz Lang leyó con fruición. Según el autor del making of "su visionario trabajo ya incluía elementos esenciales para la construcción de una nave de varias fases, que algún día viajaría al espacio con personas a bordo."  Curiosamente estos hombres querían dotar de una seriedad científica el proyecto, para el que consiguieron financiación de la UFA. Pronto se instauraría el nazismo y Lang abandonaría el país la misma noche en la que Goebbels le ofreció dirigir el cine alemán; su esposa decidió quedarse en el país y colaborar con el régimen, lo que provocó el divorcio del cineasta de Thea von Harbou, en cuya novela se basa el film.


Consultadas páginas como Imdb y Filmaffinity.


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