El extraño viaje. Ficha técnica y crítica











Ficha técnica:


Título original: El extraño viaje.
País: España.
Año: 1964.
Duración: 98 minutos.

Dirección: Fernando Fernán Gómz
Guión: Pedro Beltrán, basado en un argumento de Manuel Ruíz Castillo, basado en una idea de Luís García Berlanga.
Director de fotografía: José F. Aguayo; Foto fija: Julio Sánchez Caballero.
Música: Cristobal Halfter.
Montadora: Rosi Salgado
Decorados: Tomás Fernández; decorador: Sigfrido Burman.
Atrezzo: Mateos Luna-Mengibar.

Peluquera: Mercedes Guillot.
Maquillador: Emilio Puyol; Ayudante de maquillaje: Manolita Castro
Sastra: Maruja Hernaiz.

Productores ejecutivos: José López Moreno y Francisco Molero.
Jefe de producci´pn: Antonio López Moreno (AT.C.)
Ayudante de produción: Francisco García Gargoles.
Compañías productoras: Izaro Films, Pro Artis Iberica, S.A.


Intérpretes:


Carlos Larrañaga
Tota Alba
Lina Canalejas
Rafaela Aparicio
Jesús Franco
Ñuís Marín
Maria Luisa Ponte.
Sara Lezana: Angelines.


Sinopsis:



En un pequeño pueblo cerca de la capital vive una familia compuesta por tres miembros: la dominante y seria ignacia y sus dos hermanos, tímidos y retraídos, llamados Paquita y Venancio. La vida monótona de la localidad sólo es quebrada los sñabados, cuando un conjunto musical de Madrid viene a amenizar con sus canciones el fin de semana. Un sábado de tormenta, Paquita y Venancio, miedosos, oyen ruídos y se dirigen hacia la habitación de su hermana. Allí creerán ver a una cuarta persona. Su hermana Ignacia lo niega...


Lo que se dijo:



El film es una obra emblemática en España. Carlos Boyero confiesa que es una de sus diez películas favoritas; "uno de los largometrajes más arriesgados y singulares del cine español (...) una dirección perfectamente hilvanada  y una interpretación de verdadero lujo", según Fernando Morales; "una modesta producción, pero uno de los trabajos como director de Fernando Fernán-Gómez; una modesta producción, pero uno de los mejores  trabajos como director de Fernando Fernán Gómez, gran fracaso de público, pero gran éxito de crítica. (Augusto M. Torres, Diccionario Espasa).


Crítica:



Ya en 1964 se podía apreciar la diferencia de criterio entre la crítica y el público, especialmente en unos momentos en que el oficio de los creadores de opinión era autodidacta, ya que no había estudios reglados conducentes a adquirir una formación académica en la materia. Pero sobre todo, viendo el film con perspectiva, podemos sentir la humillación de los espectadores de la época, contemplados por las cámaras de Fernando Fernán-Gómez como integrantes de la España negra sin paliativos, que se pone de relieve en la típica secuencia de la escena de baile en un local lúgubre que animan unos músicos con aparatosos trajes de mangas con volantes, el lugar y la ocasión que mejor representa la sociología y la mentalidad de un pueblo. El contraste lo marca la joven y atractiva muchacha que baila sin complejo, vestida y peinada sin complejos, exhibiendo su juventud y despertando los deseos de los hombres y el escándalo de las mujeres que creen que la unidad de destino en lo universal reside en sus cabellos mal cortados y peor peinados, su exceso de peso y la oscuridad que emana de su mirada y su ropaje. En los alrededores, otras mujeres, cogidas del brazo, de tres en tres, que se niegan a entrar en el infierno y se sienten orgullosas de su cavernícola condición, una estampa que es lógico que rechazara una sociedad que, si bien no podía sumarse a la revolución europea en marcha, si comenzaba a andar por el mismo camino. Una mujer, la que vende ropa interior, con un objeto demoníaco en la mano, un corsé escandaloso traído de París, busca a quien puede haber robado otro gemelo que había importado, y no duda en acusar ante la guardia civil a los integrantes más débiles de la comunidad, en un momento en el que el tardofranquismo se abría para recibir a los millones de turistas, una de las bases económicas del país, promocionada por el Ministro, Manuel Fraga Iribarne.

En la otra orilla, las fuerzas vivas, el alcalde, el cura, y las caciques,un grupo formado por Ignacia y sus dos hermanos, tímidos y retraídos, Paquita y Venancio, interpretado por el cineasta Jesus (Jess) Franco, portadores de los valores del régimen, que llevan una doble vida: una oficial, de cara  a sus súbditos, y otra privada, mucho más liberal, casquivana, hedonista y placentera, que lo que sus negras mantillas transmiten a una población sumisa incapaz de pensar por sí misma. La clase dominante, que vende sus propiedades por tres millones de pesetas (unas cantidades insignificantes comparadas con las que los delincuentes de hoy ingresan en paraísos fiscales), revela una situación que denuncia la miseria en la extradiégesis, en off, de las masas; los caciques producen un vino de calidad, en torno al cual girará un crimen  más accidental que premeditado, debido, en especial, a la pusilanimidad de sus autores, que acabará con los de siempre en la cárcel. Una buena crónica de la España de la década de los 60 en la que todo el mundo desarrollado estaba preparando su revolución económica y de las costumbres, que se materializó en el Mayo Francés de 1868 y la revolución hippie del amor. Aquí estábamos en lo de siempre, y no es extraño que quien se ha perdido las revoluciones económicas, políticas y sociales siga atascado en un pasado que no le permite avanzar, lo que nos induce a pensar  que Fernando Fernán Gómez fue un visionario.

El desconocimiento de nuestra historia nos puede obligar a repetirla. Más vale que la conozcamos. Youtube tiene michos materiales.





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