Inés Luján. Las jóvenes blogueras decepcionadas.
Desilusión con Dani Martinez/Rovira en el Olympia de Valencia
Ayer 5 de noviembre el teatro Olympia completo esperabamos impacientes la actuación de Dani Martinez y Dani Rovira. Todo el teatro estaba muy animado, y a eso de las 23 y poco más empezó el espectáculo. ¿Y qué decir de el? Dani Rovira hizo un monologo muy especial. Me reí, ya que tuvo unos puntos muy buenos, pero casi al final no podía dar crédito a lo que oía. Cuando ya iba a acabar su monologo ambientado en los grupos de amigos, dió vuelco completamente machista. Rovira arremetió contra las mujeres en un tono muy agresivo y el monologo terminó con una serie de chistes contra Carmen Porter, la mujer de Iker Jiménez. Chistes malísimos pero muy muy agresivos. Estos 'chistes' dejaban mucho que desear, ya que hablaban todos del aspecto físico de Carmen Porter y dejaban a la vista la poca imaginación de este monologista, que hasta ahora lo estaba haciendo muy bien.
En la zona del teatro que estaba yo eramos casi todo mujeres y la verdad es que no sabíamos que hacer en ese momento. ¿Lo pasabamos por alto y nos lo tomábamos a risa? ¿Nos lo tomabamos mal, ya que estaba arremetiendo contra todas nosotras pero nombrando a otra?
No supimos que hacer, pero entonces salió Dani Martínez, y el ambiente se calmó un poco.
El monologo de Martínez fue como lo esperabamos, lleno de imitaciones.
La verdad es que todo el teatro se rindió sus pies cuando hizo 3 de sus famosas 'flechas'.
Al final salieron los dos y improvisaron algunas cosas que les decía el público.
El espectáculo acabó un poco mas tarde de las 0:30 , y aquí empezó la polémica.
Siempre que he ido a el Teatro Olympia, he acabado hablando con los actores/ monologistas que he ido a ver, ya que siempre salen por la puerta principal y se paran a hablar, a firmar autógrafos y a hacerse fotos con la gente que les está esperando [como cuando fui a ver a Joaquín Reyes, como ya os conté]
Pues bien, después de estar casi media hora esperando a que salieran, salieron al hall del teatro, y al ver la cantidad de gente que había se volvieron a meter.La gente se sorprendió, y empezó a preguntarle a los trabajadores del teatro si tenian que salir por la puerta principal, y atención a lo que pasó delante de mis propios ojos: Una chica fue a preguntarle a un hombre del teatro que si iban a salir por ahi, y el hombre le respondió que por supuesto, ya que el teatro no tenía puerta trasera. En cuanto se fue esta chica, vino otra, y le preguntó exactamente lo mismo, pero el hombre le dijo que no, que habian salido por la puerta trasera.
Todo esto pasó en el mismo minuto, y delante de mis propios ojos.
Yo no podía dar crédito.
El Teatro Olympia cerró la puerta metálica que tiene poco después, dejandonos a más de 50 personas encerradas entre el hall y la calle [donde se sacan las entradas]. Imaginaros la situación. La gente empezó a chillar y a correr para intentar salir, y al final salimos como pudimos.
Alli estabamos, en la calle San Vicente, pasadas la 1 de la madrugada [en pleno noviembre!] unas 30 personas esperando a Dani Martínez y a Dani Rovira. Como veis el número de personas se iba reduciendo, y al final yo misma decidí irme.
Allí se oían muchas cosas; que si habia salido por la puerta de atrás, que si estaba dentro esperando a que nos fuéramos para salir...
Llegué a casa muy enfadada [y muerta de frio!] ya que Dani Martinez siempre habla de que si tiene 'X' seguidores en Twitter, que si tiene 'X' fans en Facebook, que él mismo lleva su blog, su twitter, su facebook..vamos, que es un hombre que se debe a las masas, y el mismo lo reconoce. Por eso, lo último que me esperaba era este comportamiento, que dejó muy claro lo que es que a alguien se le suba la fama a la cabeza en cuatro dias.
Y en cuanto a Dani Rovira, con el monologo con ese final tan machista, la verdad es que me dejo sin palabras.
Resumiendo, la noche no se como definirla. Tuvo sus buenos momentos, y la verdad es que me reí mucho, pero el comportamiento de Matinez y Rovira dejó mucho que desear, pero aún más el de los trabajadores del Olympia, que llegaron a insultarse con varias chicas que estaban esperando nerviosas a dos de sus ídolos.
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