John Singleton. Shaft.


"Desde estas latitudes es fácil acusar acusar a los habitantes de otros países, con mayor tradición de acogida de inmigrantes de xenofobia y racismo cuando el colectivo de extranjeros es pequeño y apenas tienen que relacionarse con él; la crisis está demostrando que en Europa los brotes de racismo son importantes y deben ser combatidos constantemente desde el poder y las organizaciones civiles encargadas de proteger a los más débiles, frente a los excesos de los radicales . No es el caso de Estados Unidos, un país pluriracial y multicultural, cuyo único nexo de unión entre todos sus habitantes es su vieja Constitución. En este conflicto cotidiano que es el vivir y convivir con los demás, los negros llevan la peor parte, entre otras razones porque llegaron a este país como esclavos,vendidos a los traficantes en sus lugares de nacimiento. Todo el mundo conoce este hecho, bien a través de los libros, bien a través del cine, pues los americanos son muy proclives a llevar su historia, incluso reciente, a la pantalla. La segregación y discriminación de las minorías es uno de los casos más claros de violencia estructural y cultural, que demasiado a menudo desemboca en la violencia directa (Johan Galtung), que se produce ante la indiferencia de la humanidad. Hay muchas historias de casos policiales mal resueltos y las cárceles están repletas de negros, pero la película que ahora comentamos, Shaft, está realizada por uno de ellos, John Singleton, por lo que adquiere un significado diferente. 


 El ciudadano tiene la percepción de que la justicia no es ciega, y como decía Mankiewicz, atiende más a las propiedades que a los individuos. Un joven blanco, rico y soberbio, Walter Wade (Christian Bale) asesina a un estudiante negro, pero su dinero e influencias le permiten atemorizar a los testigos, comprar a los jueces, evitar la cárcel y huir al extranjero. Pero un policía de color, John Shaft (Samuel L.Jackson) no está dispuesto a perdonarle. Tras su vuelta y comprobada la impunidad del asesino y ante la imposibilidad de actuar dentro de la ley, deja su placa y comienza una implacable persecución, en la que debe enfrentarse no sólo a los propios jueces, sino a una banda de mafiosos dominicanos, comprados por Wade,y a sus propios compañeros, policías corruptos. Típico planteamiento de acción americano que consiste en tomarse la justicia por su mano, cuando fallan las vías legales; en la sociedad norteamericana se da en estos momentos la paradoja de que tiene un presidente negro y sin embargo los negros aún tienen problemas para coger un autobús (Woody Allen, Si la cosa funciona ). Tras conseguir que declare una testigo clave, muy asustada, no hay happy end: la madre del estudiante, decidida a que esta vez sí se haga justicia, asesina a Wade. Es triste que la sociedad haya perdido su confianza en uno de los pilares de la democracia; otros directores negros como Spike Lee están lanzando gritos para llamar la atención sobre esta discriminación que no cesa; John Singleton, uno delos cineastas más comprometidos con supueblo, no le va a la zaga, y es frecuente encontrar en sus películas homenajes a líderes revolucionarios negros como Angela Davis."

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