Tom Hooper. El discurso del rey.

En los últimos tiempos los cineastas británicos están realizando esfuerzos por acercar la monarquía, altamente desprestigiada, al público británico, humanizándola y convirtiendo a sus miembros en héroes, a través de los cuales el pueblo canalice sus sueños de superación; en España tenemos algún ejemplo con la serie televisiva en torno a Felipe y Leticia.

El personaje principal es Jorge IV, padre de la actual reina, que ascendió al trono, sin haber sido preparado para ello y quizás sin desearlo tan siquiera, por la abdicación de su hermano Eduardo VIII para casarse por amor, con una mujer divorciada; su primera obligación es transmitir un mensaje radiofónico que anuncia la entrada de Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial. El monarca tiene un grave handicap: es tartamudo. Por ello debe someterse a un proceso de tratamiento de este defecto a cargo de un logopeda, Lionel Logue, que ejercerá de Pigmalión y psicólogo, moldeando la imagen del rey.

El film es un drama con tintes cómicos, que hace hincapié en valores muy apreciados por ciertas clases sociales con oportunidades, como el esfuerzo y la voluntad. El trabajo de los actores, Colin Firth, como Bertie (el monarca), y Geoffrey Rush, el entrenador, han sido muy valorados por la crítica.