Lino Brocka. El nuevo cine filipino.
Hoy, en que según Olivennes somos testigos de una revolución cultural, la consagración de Internet, que al llevar en sí misma el culto de la gratuidad, desmonetariza las obras culturales y desvaloriza a quienes las crean y las producen (La gratuidad es el robo, 2008), traemos a colación el trabajo de un cineasta filipino, Lino Brocka, que supo desviar la cámara y transmitirla a otros cineastas (Gonzalo de Lucas. Dar media vuelta a la cámara. 40 años de cine filipino, especial nº 12, Cahiers du Cinema, junio 2010). Tiempos en que esto era posible.
Los filmes de Brocka muestran " (...) por qué desviar la cámara de la estética irreprochable es un principio para crear pensamiento en el cine: es el desplazamiento que permite que el espectador, en vez de sentirse empequeñecido ante la alta cultura, admirando lo instaurado y ya fijado, piense cinematográficamente y conciba el cine como la copia o la representación de la vida, y la ponga en relación con su propia vida(...)".
Según Serge Daney, Brocka con su respeto pasoliniano por la cultura baja y su emoción ante la belleza de los cuerpos, sugiere intensas, múltiples y vivas relaciones emocionales entre las figuras (...) y el fondo ( las calles furiosas, saturadas, enérgicas, de una realidad cuyo desborde y manifestación visible motivaría la ira de Imelda Marcos ). Si Lubitsch decía...que "si se sabe filmar montañas, se sabrá filmar hombres", concluye Gonzalo de Lucas, desviar la cámara es un gesto que favorece acercar la ética y la estética, el hombre y su medio.
Si queremos tener una visión amplia del camino que sigue el cine filipino, y sus hitos más importantes, el especial de Cahiers supone un gran punto de apoyo, que, hoy todavía necesitamos ver en el papel.
Los filmes de Brocka muestran " (...) por qué desviar la cámara de la estética irreprochable es un principio para crear pensamiento en el cine: es el desplazamiento que permite que el espectador, en vez de sentirse empequeñecido ante la alta cultura, admirando lo instaurado y ya fijado, piense cinematográficamente y conciba el cine como la copia o la representación de la vida, y la ponga en relación con su propia vida(...)".
Según Serge Daney, Brocka con su respeto pasoliniano por la cultura baja y su emoción ante la belleza de los cuerpos, sugiere intensas, múltiples y vivas relaciones emocionales entre las figuras (...) y el fondo ( las calles furiosas, saturadas, enérgicas, de una realidad cuyo desborde y manifestación visible motivaría la ira de Imelda Marcos ). Si Lubitsch decía...que "si se sabe filmar montañas, se sabrá filmar hombres", concluye Gonzalo de Lucas, desviar la cámara es un gesto que favorece acercar la ética y la estética, el hombre y su medio.
Si queremos tener una visión amplia del camino que sigue el cine filipino, y sus hitos más importantes, el especial de Cahiers supone un gran punto de apoyo, que, hoy todavía necesitamos ver en el papel.
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