Más allá de la vida. Clint Eastwood.


Muchos directores se la juegan cuando se introducen en ciertos géneros que precisan por su naturaleza de efectos especiales y artificios informáticos, que, aunque denostados, hay que saber utilizar. Este es el caso de Clint Eastwood en Mas allá de la vida film en el  que  mezcla en una coctelera las catástrofes naturales, -tsunami de Indonesia-, el terrorismo, -atentados de Londres-, la crisis económica, las drogas y el desamparo en que dejan a los niños las familias marginadas y con adicciones, con la conexión con los muertos. La referencia a Charles Dickens y la inclinación que siente el director por los niños maltratados de tan obvia pierde fuerza. Tres historias paralelas, en San Francisco, París y Londres, confluyen finalmente en la metrópoli inglesa, y no es que se llega ahí pausadamente es que que el final es precipitado y no se comprende la conexión amorosa repentina y sin preámbulos entre la periodista Marie Lelay (Cécile de France) y George ((Matt Damon) un joven dotado de poderes paranormales . La periodista y el parapsicólogo han estado clínicamente muertos y este hecho les ha dotado del poder de comunicarse con los no vivos ¿Es ésta la base del amor ?




Lo mejor del film es la penetración psicológica en los personajes de George y de Marcus. (Frankie McLaren) , y de la madre del niño , Aquí logra inquietarnos. El don de que goza George es más una maldición que le impide conciliar el sueño ( siempre con la radio en la mesilla de noche) y relacionarse con los demás, filmado solo sentado en su cocina, apoyado en los quicios de las puertas, de espaldas y con gran tristeza en el rostro, como un muerto viviente. Marcus y su hermano gemelo cuidan de una madre enganchada en la droga, y la protegen ante los servicios sociales; cuando muere James, las cámaras reflejan de manera magistral el dolor de una madre impotente que se siente culpable y la soledad de un niño que había perdido más que un hermano un cómplice.







El paso del paso del tiempo y sus repercusiones en una persona que vive de la imagen, redundante en carteles, cabinas, pantalla de televisión, supondrá la 'muerte' de la periodista de éxito, reemplazada por una mujer más joven y menos traumatizada. Marie Lelay tendrá un retiro dorado como escritora de libros sobre sus experiencias paranormales, una jubilación anticipada financiada por la empresa.

Clint Eastwood, llegando al final de su carrera profesional y vital reflexiona sobre el más allá, pero lo hace con dignidad, buscando explicaciones lógicas y científicas (enfermedades, muertes clínicas por ahogamiento...) a las visiones y sensaciones de sus protagonistas. Quien espere otra cosa puede quedar defraudado.
El guión es de Peter Morgan, afectado por la muerte trágica de un amigo, que le llevó a preguntarse qué hay después de esta vida. Clint Eastwood era el dirfector para este guión.


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