Un hombre serio. Etham y Joel Coen

A los Hermanos Coen se les ha llamado el "director bicéfalo"(The two-headed director), ya que ambos colaboran en la escritura, la producción y dirección de sus películas; es frecuente que Joel aparezca como director y Ethan como productor. En algunos de sus montajes usan el pseudónimo de Roderick Jaynes. Se les considera los mayores exponentes del cine independiente americano.Son hijos de profesores de Universidad judíos, su padre de Economía y su madre de Historia del Arte. El referente, en este caso, será este mundo que conocen bien.

El film, Un hombre serio, comienza con unas palabras pronunciadas por un personaje, Rashi, en otro tiempo y lugar , -Polonia, siglo XIX, hablando yiddish-, :" Recibe con secillez todo aquello que te pueda suceder". Este pensamiento es recurrente en los Coen, se basa en lo cotidiano, que va cimentando la vida de un hombre y orientándola hacia la felicidad o la desgracia.. Según Carlos Reviriego en "Cahiers de Cinema" de España, marcan " el punto marciano y delirante del film. El consejo de Rashi es posiblemente el mantra que se repite internamente una y otra vez el personaje central, Larry Gopnik".

 Según este mismo crítico, aunque no es la primera vez que usan los hábitos y costumbres del judaísmo como material del que reirse, en "Un tipo serio" el judaísmo es el centro y sustento de la trama, retratado entre la caricatura, el surrealismo y el sadismo; es pura poética y paradigma Coen, con todos sus tics y excentricidades, con su espíritu del absurdo, su extraordinario talento para crear personajes complejos en dos brochazos y su facilidad para expresar comportamientos humanos que nos igualan a todos en el ridículo. Concluyendo:" es una de las representaciones antisemitas más furiosas, pero también más divertidas que se recuerdan en el cine norteamericano".

 Larry Gopnick es un profesor de un colegio ortodoxo, donde los niños estudian la torá y donde todo es ordenado, pero triste y anacrónico ( si bien los niños consumen drogas). Vive en un barrio multirracial, con casas prefabricadas y césped artificial, cuyos vecinos no se relacionan si no es para chocar culturalmente. El niño, siempre que vuelve del colegio, lo hace corriendo, seguido por un compañero de clase al que debe dinero por la compra de estupefacientes. (La secuencia se repite varias veces igual). Pero lo más grave es la actitud de la mujer, que le engaña con un supuesto amigo, le saca de su casa teniendo que ir a un humilde motel de carretera con su hermano enfermo e incluso llega al colmo de las humillaciones haciéndole pagar el funeral de su amante ante la indiferencia de todos. De este modo denuncian la hipocresía y la apariencia como motor de la sociedad.

 Tampoco es nuevo el ataque a este tipo de mujeres, que carentes de todo tipo de solidaridad con las de su género, intenta sacar el máximo provecho de los hombres, como Marilyn Rexroth (Catherine Zeta-Jones) en "Una crueldad intolerable", que forma parte de un grupo de mujeres, que todas sabemos que existen, que buscan maridos ricos para expoliarlos. La sociedad mira hacia otra parte y luego se ceba en las más débiles. En un mundo dominado por el sentimiento de culpa, que les inculca una religión tan estricta, y por el sentido de responsabilidad que él mismo se impone, aparece en ambas películas, con un escenario gemelo, el "sumo sacerdote" espiritual, en un caso el jefe del gabinete de abogados y en otro el rabino de más edad, que todos veneran, pero que al ser tan viejos, sus consejos además de ininteligibles son absurdos. Otro rasgo es la avaricia de los ricos representada en el despacho de un abogado que cobra por horas ( en ambas películas) y que teniendo a su alrededor hasta tres lámparas, de bajísimo consumo, está (Un hombre serio) medio en penumbra.