Agáchate maldito. Sergio Leone.
Agáchate maldito de Sergio Leone es una combinación de western y buddy movie o película de amistad entre dos hombres, a los que une el empleo de la violencia y separa sus objetivos vitales e ideológicos, que acabarán confluyendo con matices. El título del film señala el destino de los 'malditos'.
Es también un retrato demoledor de la burguesía y su aliada la Iglesia. La banda de Juan Miranda (Rod Steiger), constituida por él y sus seis hijos, asalta una lujosa diligencia en la que viajan varios hombre y una mujer elegantemente vestidos, a los que acompaña un prelado de la iglesia con bonete púrpura; corren tiempos de revolución , y Juan es invitado a subir al lujoso carruaje por sus conductores con el objetivo de molestar a sus ocupantes, excusa que utiliza Sergio Leone par filmar en primerísimos primeros planos las bocas maledicentes y concupiscentes, que insultan y saborean a la par deliciosos manjares, ante un hombre al que han obligado a sentarse en el excusado y cuyo único alimento es un mendrugo de pan duro. Ojos lujuriosos e innobles observan , también en primer plano, la reacción del 'bruto' mientras desgranan sus obscenas fantasías sobre gentes que viven en su imaginación en promiscuidad, revolcándose madres con hijos, abuelos o nietos e incluso con cabras; no saben quien son sus padres, y no saben cuántos hijos tienen, a ltiempo que se preguntan si había que hacer la revolución para esos bestias andrajosos . Despojados de sus ropajes y envoltorios aparecen tan miserables como los demás.
John Malory ( James Coburn ), activista huido del IRA, aparece precedido de una explosión de dinamita. A Juan Miranda y los suyos, al más pequeño de los cuales le llaman 'Chulo', se le iluminan (literalmente) las ideas e inmediatamente conciben la ilusión de formar una alianza con él, John & Juan o John & Johnny, para saquear el banco de Mesa Verde. Pero el irlandés tiene otros planes, aunque entiende que donde hay revolución hay confusión, y en este contexto, un hombre que sabe lo que quiere tiene las de ganar; esta oportunidad se la proporcionan Villa y Zapata, bajo el lema de la reforma agraria: tierra y libertad.
Ambos hombre tienen ideas distintas : Juan hace la revolución por su cuenta, su patria es él y sus hijos y su rebeldía se libera robando bancos. El film destila, a través de este personaje, cierto escepticismo frente al hecho la revoluciónario, encabezado generalmente por hombres ilustrados que dirigen a otros analfabetos y pobres, se sientan en torno a una mesa, comen y hablan, mientras el pueblo muere. John lo tiene claro: entre el oficio de ladrón y el de revolucionario elige el que mejor sabe hacer. Algunos flashbacks le llevan a Irlanda y le traen recuerdos de un trio amoroso, que no se molesta en explicar.
Cada atentado contra el ejército tiene como contrapartida una masacre de revolucionarios, en una de las cuales mueren todos los hijos del mejicano (primeros planos psicológicos muy penetrantes de ambos personajes). Un traveling recorre los cuerpos de los ejecutados por el ejército hasta que se detiene ante el niño 'Chulo'. Por primera vez el bandido toma conciencia de los abusos de laclase dominante. A partir de ese momento planos/ contraplanos muestran las acciones de los de Villa y Zapata y los fusilamientos masivos de campesinos, ante la mirada impotente de sus mujeres tocadas de negro, coincidiendo los sonidos de los disparos de ambos bandos.
Ambos hombres sueñan con la libertad en EE.UU., donde existen miles de bancos, terreno sembrado para Johnny & Jhonny. Pero no pueden escapar a su destino y Juan se verá, como Chaplin en Tiempos modernos al frente de una manifestación que no ha convocado , saludado como un héroe y obligado a mancharse las manos de sangre en una guerra que hasta ese momento había considerado ajena. John es asesinado por la espalda por el coronel Gutierrez, presentado como un ser mezquino y narcisista; en sus últimos momentos la cámara lo muestra con una imagen inaudita hoy, fumando, y diciendo a su amigo: ¡Cuánto te he fastidiado con mi amistad! Realiza un acto heroico final , se inmola con dinamita, en la única cosa que aún cree. Juan queda solo, convertido en el heroe no buscado.
Sergio Leone utiliza todos los recursos del lenguaje cinematográfico disponibles para la construcción de la diégesis, incluida la música, con un leitmotif para cada uno de los personajes principales; especialmente bello es el dedicado a John.
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