Jud Süss. Oskar Roehler.

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La película dirigida por Oskar Roehler, Jud Süss, denuncia que el nacismo utilizó a la alta sociedad y al mundo del espectáculo. Los alemanes respondieron con silbidos y abucheos.El diario La Repubblica de Italia recoge esta noticia, por su relación con el cineasta Antonioni, al que parece ser que citó Goebbels en la versión original.


Jud Süss (el judío Süss) es una reconstrucción una película homónima realizada bajo las órdenes del ministro de Propaganda nazi Joseph Goebbels (uno de sus proyectos antisemitas más ambiciosos) y las trágicas consecuencias que tuvo para su protagonista. Molestó porque hace hincapié en cómo la alta sociedad y el mundo del espectáculo fueron "utilizados" por la maquinaria nazi, centrándose en la figura del actor Ferdinand Marian (Tobias Moretti), una promesa emergente en la Alemania de finales de los años 30 a quien Goebbels (Moritz Bleibtreu) da la oportunidad de protagonizar una superproducción que lo catapultará al éxito. Pese a sus dudas sobre encarnar a un judío en la gran pantalla y a los recelos de su mujer (Martina Gedeck), debido a su ascendencia judía, Marian se ve obligado a aceptar. Sin embargo, sus intentos de aportar dignidad al personaje espolean aún más el sentimiento antisemita del filme, y la nueva superestrella nazi se ve abocada a su trágico destino.

"Independiente del aspecto político", señaló Bleibtreu (Múnich, Run Lola Run), la cinta es el retrato de un actor que se ve confrontado una y otra vez con situaciones que no dependen de él, pero cuyas consecuencias sí tendrá que sufrir. Y en el mismo tono se expresó Martina Gedeck (La vida de los otros, Bella Marta), pues como actriz que interpreta a una actriz pudo "identificarse aún más" con la tragedia, aunque eso le supusiera también rodar algunas escenas "incómodas".

Joseph Süss Openheimer fue un judío asesor del duque de Wuttenberg en el siglo XVIII y llegó a convertirse en uno de los hombres más influyentes de su época, pero tras la muerte de su benefactor, sus enemigos lo acusaron de traición y fue condenado a muerte. Su historia inspiró varias novelas y fue llevada al cine en 1934 por el inglés Lothar Mendes. Goebbels comprendió su potencial, mirada como una fábula sobre la arrogancia y la intromisión judía. La superproducción nazi se estrenó en 1940 en el Festival de Venecia y recibió brillantes críticas, entre ellas la del entonces joven Michelangelo Antonioni. "Antonioni era muy joven en aquel entonces, y su crítica sólo pone de manifiesto la sutileza de la producción y la destacada actuación del protagonista del filme", dijo Roehler, señalando que al hacer referencia a la anécdota no intentaban acusar a nadie.

Tanto él como el guionista del film, Klaus Richter, subrayaron que se puede ser "responsable con la época que uno aborda, pero una película tiene derecho a ser ficción. Así, Jud Süss no tiene nada que ver con el último trabajo de Quentin Tarantino, Inglourious Basterds, sostuvo Roehler. "Posee una precisión histórica, pero no es un documental". (La Vanguardia, febrero 2010)


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