Kill Bill 2. Quentin Tarantino







La mezcla de géneros que caracteriza el cine de Tarantino es paradigmática en la segunda parte de Kill Bill, una alquimia en la que mezcla artes marciales, sombras chinas, cine negro, pasando de uno a otro estilo dentro de la misma película. La reconversión de elementos clásicos es el signo de la modernidad de un director, mago de la fragmentación de un discurso muy particular. La introducción del film funciona a modo de precuela del volumen 1, y la segunda parte es el epílogo de la ficción.El film está dividido en capítulos con títulos significativos: Hablar al público, La solitaria tumba de Paula Schultz, Tutela cruel de Pai Mei, Él y yo.

En la primera secuencia, en blanco y negro, Uma Thurman, de la cual aún no conocemos el nombre, sino uno de sus alias, se dirige al espectador y le pone en antecedentes de su  tragedia, la masacre de Dos Pinos en El Paso, ausente en el volumen 1. Antes de la matanza, presagiándola, un aura mágica envuelve el velo de 'La novia', la cámara retrocede, sale de la Iglesia y entra en campo el Escuadrón de las Víboras Letales del asesino Bill. Corte directo que produce una gran elipsis y nos traslada al presente, al lugar donde el hermano de Bill, Budd (Michael Madsen), trabaja en un bar de streptease ; si hasta ahora Black Mamba (Uma Thurman) había combatido con mujeres, ahora lo va a hacer con hombres, con la excepción de Elle, la tuerta, (Daryl Hannah) que se libró en la primera parte. Budd, cuyas botas ' rojinegras' de piel de serpiente muestra un plano de detalle, entierra viva a la heroína, en la tumba violada de Paula Sulchtz, error basado en el desconocimiento de las habilidades adquiridas por Mamba en China. Otra vez tenemos a la protagonista inmovilizada por el hombre mediante un disparo con sal gorda, mientras hacen comentarios sobre su físico, con alguna broma sobre el mutismo de las mujeres, al que se califica de silencio de castigo. Impresionantes imágenes de Uma Thurman dentro de la caja, representada primero con pantallas negras con el sonido de fondo de la tierra cayendo sobre ella. En su resurrección y salida de la tumba adopta la imagen de una muerta viviente.

En este viaje del tiempo en zig-zag, tan propio del director, el siguiente capítulo nos lleva a China, donde Beatrix Kiddo ( alias Black Mamba, The Bride o Mommy ) es duramente entrenada por Pai Mei, personaje mítico, que le enseña el arte de los cinco puntos o golpes con la mano en cinco puntos vitales, que rompe el corazón del contrincante que muere tras dar cinco pasos (referencia al cine de John Woo y sus monjes Shaolin). Significativo contrapicado de la fuerte pendiente que forman las escaleras para llegar al perfeccionamiento de las artes marciales. La batalla con Elle es un auténtico homenaje a Sergio Leone, con los primeros planos del rostro de las mujeres, y a Brian de Palma con sus pantallas partidas, convergiendo en una secuencia los dos géneros que ambos directores representan: el spaghetti western y el cine noir.

El capítulo IX
incluye el fín de su búsqueda, de la road movie, viaje en el que encuentra a un icono del padre del huérfano Bill, Snacke Charmer (David Carradine), un chulo mexicano, emblematizado como un caballero español por la música flamenca; viejo proxeneta que tiene un ejército formado por los hijos de las prostitutas que han trabajado para él, y que maltrata a las mujeres malformándoles la cara. Lee un libro de Jasmine Yuen, El carrucan de Kurrajong, ilustrado con un canguro que lleva un cachorro en su bolsa; también hay una referencia a El cartero siempre llama dos veces que fomentó la atracción de los hombres por las mujeres rubias. Gracias a este encuentro llega hasta Bill, pasando de nuevo al blanco y negro.

El final de su búsqueda es un encuentro inesperado: su hija no murió sino que vive bajo la tutela de un padre que la ha iniciado en la práctica del crimen, empezando por su propio pececito rojo. David Carradine representa un personaje de gran inteligencia y cinismo, que nos atrae si logramos obviar que es un criminal sin escrúpulos. Con el entusiasmo contagioso que caracteriza a este 'loco por el cine', amante del kung Fu y del cómic, nos cuenta la diferencia semántica entre Superman y otros superhéroes como Batman o Spiderman; cada uno de estos personajes tiene su alter ego, pero mientras Peter Parker y Bruce Wayne son hombres, que cada mañana se despiertan como tales y se disfrazan de Spiderman o Batman, la mitología que rodea a Superman es fascinante. No tiene un gran argumento, ni su dibujo es bueno, pero su mito es único: su traje es la piel de un Superhéroe que se disfraza de hombre, Clark Kent, y su personaje humano es una réplica de la imagen que tiene de nosotros: débiles, inseguros, cobardes. Su creación encierra una crítica a toda la raza humana. Esta referencia le sirve a Tarantino para transmitirnos el perfil humano de Beatrix Kiddo, que pretendía travestirse de Arlene Plympton, una mujer decente y normal, cuando su naturaleza era y siempre iba a ser la de una asesina letal. Su decisión de casarse no se debió a que no quisiera a su igual, sino a defender, incluso con su vida, el derecho de su hija a ser inocente.

Snacke Charner, Billy, sabe que el enfrentamiento es inevitable, que el amor que les une no puede derribar la barrera que han levantado de rencores y deseos de venganza, pero desconoce que el maestro Pai Mei le ha enseñado la estrategia de los cinco puntos. La muerte del criminal es soberbia, el ani-héroe enaltecido por la música de Ennio Morricone. Un letrero anuncia la conclusión: "La leona se ha reunido con su cachorro y todo está bien en la selva'.Los títulos de crédito están precedidos por la ficha artística al más pur estilo tarantiniano, con todos los actores que han participado en la fiesta multirracial e internacional del cineasta, mientras suena Malagueña salerosa.Con estos dos filmes, uno de búsqueda de la justicia o de la venganza, según se mire, y la otra de búsqueda de Bill y encuentro de su hija, Tarantino demuestra que es capaz de legar a las generaciones futuras todo el imaginario de la suya propia y que puede realizar con éxito y con su sello personal un film de acción, sin renunciar a sus referentes, recogiendo su herencia y adaptándola a los nuevos tiempos. Gracias a esto es un renovador del cine, sólo parangonable a otros dos directores que cita en su making off: George Lucas y Steven Spielberg. Nöel Simsolo lo considera un superdotado, que una crítica ciega no ha sabido ver hasta ahora. De los los iconos que utiliza y los géneros que practica no participarán todos los espectadores, pero gracias a él pueden entrar en contacto con la imaginería de nuestro tiempo.

El trabajo de las mujeres esta dotado de una gran fisicidad, como corresponde a su intento de crear un modo de representación del poder femenino. La primera película crea el marco, la mitología en la que se va a desarrollar la historia, en la segunda se reconoce a los personajes. El volumen 1 contiene las preguntas, el segundo las respuestas. El primero tiene un carácter predominante oriental, de Kung-Fu hongkonés; en el segundo priman los iconos occidentales , especialmente el spaghetti western; las puertas que se abren al desierto dividen los espacios, pero ahora el crimen reside en las casas y no en los exteriores, al contrario que en filmes tan emblemáticos como Centauros del desierto de John Ford. Pero en uno y otro se produce un sincretismo, un mestizaje cultural.

La esencia del cine de Tarantino no es la violencia, sino la visión que nos da el director de la mente y el corazón de la gente violenta, afirma Carradine.


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