La Diligencia. John Ford




Ficha técnica:

Título original Stagecoach.
País: USA.
Año: 1939.
Duración: 93 minutos.
Dirección: John Ford.
Guión:  Dudley  Nichols, basado en  la novela Te Stage of Lordburg de Ernest Haycox.
Dirección de Fotografía:  Bert Glennon y Ray Binger. Blanco y negro.
Música: Richard Hageman.
Decorados: Alexander Toluboff  y Wiard B. Ihnen.
Montaje: Dorothy Spencer.
Productor: Walter Wanger.
Producción Ford/Wanger para United Artists.



Intérpretes:

John Wayne: Ringo Kid,
Claire Trevor: Dallas,
Thomas Mitchell: Dr. Josiah Boone,
John Carradine: Hatfield,
Andy Devine:Buck,
Louise Plat: Lucy Mallory,
George Brancoft: Curly Gatewood,
Donald Meek: Samuel Peacock.





Sinopsis: 

Hacia 1880 una diligencia de la compañía Wells Fargo atraviesa los grandes espacios del Oeste americano. En ella viajan siete pasajeros de distinta condición: una chica de salón, un doctor alcoholizado, la esposa de un militar que está a punto de ar a luz, un jugador profesinal, un banquero que ha escapado con el capital, un representante de  whisky y el sheriff de la localidad. Durante el camino  se les une Ringo Kid, que ha huido de la prisión y será  arrestado por el representante de la ley. Pero la amenaza de los indios se cierne sobre ellos. (J.M.Caparrós Lera)





Comentario.

La diligencia  es una célula social en la que van a convivir durante un periodo determinada de tiempo un grupo variopinto de personas y en la que se van a hacer visibles las diferencias sociales y los prejuicios que alimentan a los hombres. En la primera secuencia John Ford nos los presenta, emblematizándolos y contextualizándolos: en la cúspide de la pirámide de la pequeña comunidad está el banquero, hombre hostil, que reniega de la intervención del estado, formula el conocido lema de que lo que es bueno para el banco es bueno para el país,  (no se puede imaginar una vigencia mayor de un debate),  pero que huye con el dinero de todos los que han confiado en él; la prostituta, víctima de un morbo infame llamado prejuicio social, según la expresión del siempre ebrio 'doctor', expulsada por el Comité de Señoras de la Vida, la Ley y el Orden, que pretenden salvar a sus maridos de la caída en el pecado; un comerciante de whisky; un jugador de gatillo fácil, hijo de un juez y la mujer embarazada de un militar; durante el trayecto se incorpora Ringo (John Wayne), un preso, cuya aparición es soberbia, enmarcado en un plano medio en el desierto.

El profesor  José María Sesé confirma nuestra apreciación en los siguientes términos: "En ella la psicología individual y colectiva se complementan, apoyándose mutuamente; el grupo existe a través de los individuo y éstos actúan  en función  del grupo . Así se nos revela a través de los actos, los gestos, las miradas...el carácter de los personajes: personas aparentemente simplonas  en el fondo, auténticas personalidades, que van desarrollando, de modo admirablemente sencillos, discursos morales acerca del hombre y sus complejidades, sobre el bien y el mal, sobre el amor y la tierra. Por la manifestación inconsciente de sus sentimientos, método psicológico característico de Ford, nos vamos apoderando de la historia". (El cine en 111 películas. Madrid, Eiunsa, 1995, p. 121). Algunos críticos señalan La patrulla perdida (1934), del mismo Ford, como un antecedente de ese microuniverso aislado.

El recurso a un espacio aislado y limitado para analizar el funcionamiento de la sociedad y las interacciones de los grupos que confluyen en ella es muy efectivo y se ha utilizado de forma recurrente por directores como Dimitri Dmytryk  en su fallido film  sobre un Motin en un barco en el que conviven piratas de baja extracción social. oficiales de la marina británica y norteamericana y vividoras, mujeres fatales que enlazan la película de aventuras con el cine negro. En tiempos recientes una serie televisiva como Canción triste de Hill Street (Hill Street Blues), que reune en una comisaria todos los sectores sociales: mujeres trabajadoras, minorías raciales, clases altas y bajas...


El  miedo es un elemento de cohesión social, por lo que  el ejército intenta impedir la salida de la diligencia por la amenaza de un ataque de los apaches, a cuyo frente está Gerónimo. Ford plantea con absoluta normalidad estas refriegas, aceptadas por los colonos como un riesgo menor, semejante al que debe sufrir un ciudadano cuando sale de viaje y los servicio meteorológicos pronostican una nevada. Como dice el 'doctor', siempre hay una mala bala o una buena botella esperándole; si surgen problemas, como ocurre ahora, se responsabiliza al gobierno. Los indios son vistos como pendencieros y ladrones, el chivo expiatorio y enemigo público número uno  a batir por el ejército, sentimiento evidenciado por el posadero mejicano, cuya esposa es apache, y huye, al igual que los jornaleros, al primer atisbo de ataque indio, llevándose lo que puede.




La diligencia inicia su viaje, desde Nuevo Méjico a Lordsburg, por la línea serpenteante del camino a cuyo fondo se encuentra el Monumental Valley, sello de identidad de Ford; la relación obligada entre los componentes del grupo favorecerá que  Ringo Kid encuentre el amor, que todos  colaboren con  la joven madre que da a  luz a una nueva vida y aprenderán  la tolerancia hacia la apestada prostituta. Humphery (Ringo ) realiza su viaje  hacia la venganza por el asesinato de su familia, al final del cual están los Bloomber, a los que se enfrentará en un duelo desigual. En conclusión, la película consolida las constantes del género: la dama, el caballo, el arma, el valor, el sentido del deber, la amistad, la lealtad...





Espectacular, como siempre, la cabalgada de los indios persiguiendo la diligencia, y la precariedad de un pueblo que siempre resulta abatido por la superioridad blanca. Aunque el miedo al ataque preside el film, la presencia de los apaches apenas dura unos minutos. Dos enfrentamientos, uno del grupo de colonos con los aborígenes, otro de Ringo con los asesinos de su familia. De ambos saldrá airoso el héroe personificado por John Wayne. Afirma Caparrós que  cuando este clásico de la pantalla vio la luz, el film del oeste estaba en crisis: las cabalgadas por las praderas, heróicas pero superficiales, necesitaban una renovación. John Ford (...) creó con esta película el denominado western psicológico o intimista, que perduraría hasta la etapa del spaghetti-western de los años 60, que inició la decadencia del mencionado género.
La ejecución formal es  la propia del gran maestro de  los mejores cineastas, usando con  eficacia el   foco de gran angular para asegurar la nitidez de los elementos que componen el campo, escasamente iluminado,  los techos en los encuadres, los  focos laterales para romper de forma conveniente las composiciones y la primitiva iluminación cenital ... Ejerció una gran influencia en cineastas posteriores y especialmente en Orson Welles que la reverencio y la estudió intensamente, aunque no fue recompensado por la Academia de Cine, que se caracteriza por la lentitud en el reconocimiento de  la innovación y se mueve por otros criterios poco claros. La obra de Ford, y especialmente La diligencia es una soberbia obra maestra y  el western más popular de todos los tiempos, que verdaderamente catapultó al género a la categoría de obra de arte.(F.J.Urkijo. pág. 243).




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