Unos peques geniales. Bob Clark.

Una doctora, Elena Kinder (Kathleen Turner), que trabaja como investigadora de una empresa lider mundial de productos infantiles, BabyCo, intenta demostrar la existencia de niños superdotados genéticamente, cuya inteligencia excepcional, impresa en su ADN, se transmite de generación en generación. Pero cuando empiezan a hablar a los dos años sólo son capaces de articular un lenguaje basado en unos pocos signos: gu,gu.ga,ga...y comienza a especular con el hecho de que sea un código establecido entre ellos, que desconocen los adultos.

Muchas veces nos hemos referido al cine nortamericano con admiración, y respetamos su capacidad de autocrítica y de denuncia democrática. Pero hay también una América profunda que tiene esa parte oscura, y hace cosas que tampoco haríamos los europeos por sentido del ridículo . El film presenta a unos pequeños abominables, hablando como adultos, que deben de hacer mucha gracia a sus padres, pero que nos llenan de sonrojo a los demás. La secuencia 'cumbre', insoportable de ver excepto en el salón de la casa familiar, es aquella en la que el niño/protagonista, que poca culpa tiene el pobre, se disfraza de Fred Astaire, John Travolta, John Wayne, y hace todo tipo de chorradas delante de un espejo. ¡¡¡Insoportable!!!

El film más que una crítica merece una advertencia para expectadores desprevenidos. Hay un problema serio : ¿ En qué género se puede incluir esta película ? En realidad inaugura uno propio: cine para papás a los que les hace mucha gracia cualquier tontería que haga su niño.

Muy mal debe estar la cosa para que actrices como Kathleen Turner acepte estos papeles.