Jóvenes ocultos. Joel Schumacher.

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Ficha técnica: 

Título original: The Lost Boys.
País: EE.UU.
Año: 1987 .
Duración: 98 minutos.

Dirección: Joel Schumacher.
Guión: Janice Fischer, James Jeremias y Jeffrey Boam.
Música: Thomas Newman.
Dirección de Fotografía: Michael Chapman.
Edición: Robert Brown.

Productor: Harvey Bernhard
Productor ejecutivo: Richard Donner.
Compañía Productora: Warner Bross Pictures.

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Intérpretes: 

Kiefer Sutherland, Jason Patric, Corey Feldman, Jami Gertz, Corey Haim, Edward Feldman, Dianne Wiest, Barnard Hughes, Jamison Newlander, Edward Herrmann, Billy Wirth, Alex Winter, Brooke McCarter, Chance Michael Corbitt, Alexander Bacon Chapman.

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 Sinopsis: 


Sam (Corey Haim) y Michael Emerson (Jason Patric) son dos chicos americanos muy convencionales. Tras el divorcio de sus padres, se instalan con su madre en la tranquila ciudad de Santa Carla (California), donde corren rumores sobre vampiros. La personalidad de Michael cambia sensiblemente cuando empieza a ir con una banda de moteros cuyo líder es el carismático David (Kiefer Sutherland). A su madre no le gustaría nada saber en qué se está convirtiendo.

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Comentario:


Una familia, los Emerson, emigra desde Phoenix, Arizona a Santa Carla en California, considerada la capital del crimen del mundo, tras el divorcio de los padres. La estadística de hechos luctuosos es tan elevada en ese lugar que si los cadáveres se levantaran, según el abuelo de Sam y Michael, habría problemas de superpoblación. La casa en que se alojan es un tanto especial y a los jóvenes les recuerda La matanza de Texas.

En realidad es un pequeño poblado en el que la gente rechaza a un grupo de moteros, que vampirizan a Michael, mientras unos adolescentes, vestidos con ropa de camuflaje y con las caras pintadas, que regentan una tienda de cómics, luchan nada menos que por la verdad, la justicia y el modo de vida americano. El colectivo está dividido en vampiros totales y semivampiros, y para acabar con ellos hay que liquidar al jefe. Sam y Michael son dos jóvenes convencionales, y como buenos hermanos enfrentados: Sam, el pequeño, se instala en el partido del orden, Michael se une a los vampiros, pero no del todo. Happy End y frase lapidaria del abuelo: "Hay algo de Santa Carla que nunca he podido aguantar: esos malditos vampiros".

Film de culto para los adolescentes del final de los 80, lo que no deja de tener su mérito, y no todas las películas consiguen, aunque Fernando Morales del Diario El País estime que Schumacher fracasó en su intento de renovar el género. El film ha quedado desfasado y no ha resistido el paso del tiempo, a pesar del buen trabajo de Kiefer Sutherland.

El realizador no logra profundizar en aquellos aspectos que cita como relevantes: mujer divorciada, frágil y objeto de la codicia del vampiro-jefe, a pesar de llegar protegida por su padre; jóvenes convencionales, presa fácil de moteros gamberros y molestos para la población; adolescentes que defienden el orden y el modo de vida americano con uniformes militares ¿?

Schumacher pretendía simplemente hacer un film divertido sin caer en el teatrap, y realizar algo original que alegrara la tradición del género. Para mostrar el poder sobrenatural de los vampiros, que duermen colgados boca abajo como los auténticos pájaros, utilizó una variedad de efectos especiales, que en aquel tiempo supusieron un desafío para el equipo encargado de llevarlos a cabo.