Los Vengadores (The Revengers) . Daniel Mann.

Ficha técnica:
Año: 1972
Co-producción USA-México
Director: Daniel Mann.
Guión: Wendel Mayes.
Música:Pino Calvi.
Fotografía: Gabriel Torres.
Reparto: William Holden, Ernest Bornigne, Jorge Martinez de Hyds, Susan Hayward, Woody Strode, Roger Hann, John Kelly, Jorge Luxe.

En la diégesis el film narra las dificultades de los primeros colonos que establecieron sus granjas en territorios arrebatados a los indios, que sufrieron la doble extorsión de ser expulsados de sus tierras y más tarde reclutados como pistoleros por la avaricia de hombres blancos que armaban bandas para arrebatar el excedente de su trabajo a los rancheros y recibían el nombre de comancheros. En la extradiégesis la diáspora de los aborigenes condenados a morir, en inferioridad de condiciones, por la utopía de recuperar sus tierras y los cementerios donde reposaban sus antepasados.

John Benedict (William Holden) es uno de estos granjeros, que alcanzada cierta comodidad, sueña con enviar a su hijo a West Point, para que se forme en la escuela militar, pero toda su familia es víctima de la masacre de uno de estos grupos liderados por un comanchero tuerto, durante su ausencia. Si en alguna ocasión se puede confundir la justicia con la venganza éste es el caso. Nuestro hombre inicia un viaje guiado por el odio y el rencor en busca de una venganza acorde con su desgracia. Para ello se dirige a una cárcel mejicana y saca de ella a los seis hombres más agresivos, de diferentes nacionalidades, incluidos europeos alemanes y franceses, lo que eleva la acción a un nivel de universalidad. Pero los demócratas americanos creen que todo hombre tiene derecho a la regeneración y al rescate de los buenos sentimientos, por muy adormecidos que estén, que habitan lo más recóndito del alma humana.






Daniel Mann muestra al hombre cayendo y levantándose de nuevo, al tiempo que es capaz de moverse por sentimientos de solidaridad. Benedict es tiroteado por uno de ellos,el francés, que ve en él a un padre que no admite ponerlo al mismo nivel que a su hijo muerto, ,y que más tarde lo verá reflejado en un oficial de West Point. El amor fraternal y el de la mujer que cuida de él, encarnada por Susan Hayward, en su último papel, debilitarán su corazón y le impedirán ejecutar su venganza. Cuando uno de los bandidos le dice que le falta un tornillo, él responde que le sobra uno en el corazón.







Los indios, como era habitual en el western clásico, apenas tienen humanidad y están objetivados como dianas para tiro al blanco; como en un juego de ordenador,el espectador disfruta cada vez que uno de ellos es derribado.

El maestro Pino Calvi.