Serpico. Sidney Lumet.


Titulo original: Serpico.
Año: 1973.
Director: Sidney Lumet.
Intérpretes: Al Pacino, Tony Roberts, John Ranolph, Jack Kehoe, BiffMcGuire, Cornelia Sharpe.F. Murray Abraham.
Guión: Waldo Saltz y Norman Wexler, basado en la novela de Peter Maas.
Música: Mikis Theodorakis.
Duración: 130minutos.
Universal.
Nominada al Oscar al mejor actor principal y al mejor guión adaptado.


Los antecedentes históricos que inspiraron la novela de Peter Maas y el film de Sidney Lumet se remontan a 1971, cuando Frank Vincent Serpico decidió denunciar en la Comisión Knapp la corrupción sistemática de la policía. Nacido en Brooklin, fue el hijo de una familia modesta de inmigrantes italianos de Marigliano, en Nápoles. A los 18 años se alistó en el ejército y pasó dos años en Corea. En 1959 ingresó en el cuerpo de policía de New York. Primero patrulló las calles, después identificó huellas dactilares y por último trabajó como agente de paisanos en el Bronx, donde se topó con la corrupción. Tras el tiroteo que casi acabó con su vida, su declaración en la Comisión Knaap y la concesión de la Medalla de Honor del Departamento de Policía de New York, desengañado y dolorido, abandonó su profesión, se retiró a Suiza para recuperarse y se dedicó al estudio del comportamiento humano, la medicina alternativa, filosofía, historia...




Sidney Lumet es un director directo, incisivo e íntegro, que ha realizado gran cantidad de películas de carácter contestatario y de denuncia de la corrupción, ya sea policial como Tarde de perros (1975), Distrito 34: Corrupción total (1990), judicial, Doce hombres sin piedad (1957) o televisiva, Network (1976). El director, último representante activo de la llamda generación de la televisión, en la que se formó como narrador, falleció el pasado día 9 del mes y año en curso; en su último libro Making movies declaró que él mejor estilo es el que no se ve. Fue un narrador sincero, discreto, directo, eficaz y en definitiva un realizador invisible que contaba historias con honestidad.

Sinopsis oficial.
El film está basado en el caso de un funcionario del Cuerpo de Policía de New York cuya rectitud e integridad provocó una crisis en el cuerpo que recibía sobres mensuales procedentes de sobornos, lo que motivó el recelo de sus compañeros. Tras sufrir varias presiones que casi acaban con su vida, decidió testificar en la Comisión Knaap que investigaba la corrupción sistemática de la policía.




La película está planteada como un largo flashback tras las primeras imágenes de Serpico herido por un disparo de bala y la sorpresa de sus compañeros, uno de los cuales afirma que conoce a cinco o seis policías que le dispararían. Hay que añadir, lo que dice el libreto que acompaña a la edición limitada del DVD: Si se nos permite el apunte de humor negro, podría decirse que, tras haber visto su película, otros seis hombres uniformados habrían abierto fuego ante el realizador Sidney Lumet. El año que se estrenó el film fue clave en la historia contemporánea norteamericana; muchos ciudadanos despertaron bruscamente del sueño americano, traumatizados por escándalos como el Watergate y fracasos bélicos como la Guerra de Vietnam. Perdieron su inocencia y comenzaron a desconfiar de sus instituciones, entre ellas la de la policía, que no contaba con unas cuantas manzanas podridas, sino que crecía de una raíz putrefacta que daba frutos malignos ante la pasividad de jueces, políticos y burócratas. El film de Lumet influyó en muchos otros posteriores como Los intocables de Elliot Ness de Brian de Palma, o America's Gangsters de Ridley Scott.

Ser policía significa creer en las leyes, defenderlas de manera imparcial respetando a todos los hombres es el principio moral que se traslada a los jóvenes que ingresan en el cuerpo, principio que irá devaluándose, tanto para el protagonista como para el espectador a medida que avanza el film, y que terminará alojando una bala en el cuerpo de Serpico procedente del arma de un compañero. La preserntación por primera vez de una imagen no idealizada de los agentes del orden trajo consigo grandes dificultades de financiación del film, hasta que aceptó el italiano Dino de Laurentis, al que convenció la actuación de Al Pacino, joven italoamericano, que había conseguido un éxito importante en el film de otro italiano: Francis Ford Coppola y El Padrino (The Godfather). El productor Martin Bregman quiso contar en primer lugar con la dirección de John G.Avildsen, pero éste quería hacer un film sobre la Comisión Knaap y no sobre los personajes, los seres humanos de este drama, por lo que al final se optó por Sidney Lumet.





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