Pesadilla en Elm Street. Wes Craven

Ficha técnica:
Año: 1984.
País: EE.UU.
Dirección: Wes Craven
Guión : Wes Craven,
Fotografía: Jacques Haitkin.
Dirección artística: Greg Fonseca
Efectos especiales: Jim Doyle Theatrical Engines.
Producción: Robert Sayer.
Co-Producción: Sara Risher.
Editor: Rick Shaine.
Música: Charles Bernstein.

Ficha artística:

Reparto: John Saxon, Ronee Blakley, Heather Langenkamp, Amanda Wyss, Jsu García, Johnny Depp, Charles Fleischer, Joseph Whipp, Robert Englund, Lin Shaye, Joe Unger, Mimi Craven,Jack Shea, Ed Call, Sandy Lipton

Comentario.

Wes Craven es un maestro del género schlaser, aunque Pesadilla en Elm Street es algo más que un film de adolescentes que cargan con los traumas y los errores de sus padres. Es una historia de culpa colectiva y de venganza. Los personajes perdedores son aquellos que forman parte de las familias más frágiles, que han acabado en el divorcio, la depresión o la bebida. Han inoculado en sus hijos la semilla de la culpa colectiva en su subconsciente profundo, tan profundo como los sótanos en los que habita el monstruo, y en la adolescencia comienzan a sufrir pesadillas terribles. Impresionante la imagen en la que Nancy se mira en el espejo y éste es atravesado por Freddy, su imagen especular; todos llevamos a Freddy dentro, afirma Wes Craven. No es tan sencillo como repetirse constantemente que sólo es un sueño; la conciencia devolverá una y otra vez esta imagen de nosotros mismos.

Las primeras víctimas son la joven precoz sexualmente, Nancy Gray, asesinada mientras su madre está de vacaciones con su amante y su novio . Fred Kruger sigue el mapa de los prejuicios pequeño-burgueses de la colectividad, y sabe que culparán al novio rockero, que asocian por este perfil con la drogadicción y la delincuencia. Glen, (jovencísimo Jhonny Deep), novio de Nancy, el único que no tiene peadillas, no estará libre de riesgo, a pesar de tener unos padres respetables, con costumbres decentes (él bebe cerveza, ella infusiones). Hombres ya no jóvenes como Wes Craven conservan la inocencia de su juventud , la clarividencia no contaminada por los intereses y denuncian a otros hombres mayores que mandan a la guerra a los jóvenes y odian su música porque supone una amenaza de los que van a heredar una nueva vida, mientras a ellos sólo les queda la vejez.

Todos los vecinos saben muy bien quién es Fred Krueger: un hombre al que años atrás se culpó de una serie de desapariciones de niños, fue capturado y dejado libre, según ellos por defecto de forma. Insatisfechos con la decisión de los tribunales, un grupo de padres se tomó la justicia por su mano y quemó vivo al sospechoso, un hombre siniestro y depauperado, en una nave de calderas en la que se refugiaba y a la que según ellos llevaba a los niños. La madre guardaba el guante con los cuchillos y la hija ya no puede alegar ignorancia. Se auto-convence de que todo es una pesadilla y se levanta una mañana en que la situación ha vuelto a la normalidad...¿Ha vuelto?

Wes Craven busca refugio en uno de los creadores de ficciones más importantes de la Historia de la Literatura, William Shajespeare, que sostiene que lo que se ve no siempre es real y que el hombre sólo puede hallar la respuesta excavando la tierra como un sepulturero, como hizo Hamlet, cuando le mintió su madre, o el propio Julio César, cuya muerte fue precedida por una serie de prodigios, que despreció, lo que favoreció a sus asesinos.

Comienza un género en el que la vida real se mezcla con los sueños; Bob Sayer creyó en el proyecto, cuyas dificultades radicaban en que no contaba con actores de caché ni con un guión de terror convencional . Los sueños no dan miedo. Paradójicamente estaba naciendo uno de los grandes actores de finales del siglo XX y principios del XXI: Jhonny Deep. Freddy con su jersey de rayas rojas y verdes, combinación de colores propia del expresionismo alemán, difícil de procesar por el ojo humano, cubierto con su máscara quemada, arrugada y con cicatrices y dotado de una garra con cuchillos, habita en el Hades, en las calderas de la sociedad del bienestar,simbolizada por el colegio. Planos subjetivos, travellings que se aproximan a las ventanas y permiten ver a los jóvenes desenvolverse en sus casas, unidos a la música contribuyen a reproducir este clima de terror.