Apocalypto. Mel Gibson.

Ficha técnica:

Título original: Apocalypto.

País:: EE.UU.

Año: 2006.

Duración: 136 minutos.
Dirección: Mel Gibson.

Guión: Mel Gibson y Farhad Safinia

Música: James Horner.

Fotografía: Dean Semler.

Productora: Touchstone Pictures/ Icon Productions.

Ficha artística:

Reparto: Gerardo Taracena, Raoul Trujillo, Dalia Hernandez, Rudy Youngblood

2006: 3 nominaciones al Oscar: Mejor maquillaje, sonido, efectos sonoros
2006: Nominada al Globo de Oro: Mejor película de habla no inglesa
2006: Nominada BAFTA: Mejor película de habla no inglesa

Sinopsis:

Mel Gibson construye una truculenta historia que reconstruye el universo del Imperio Maya, centrándose en la práctica de los sacrificios humanos y la caza del hombre. El héroe logrará sobrevivir gracias a un fenómeno casual: un eclipse de sol que altera el ritual, no su brutalidad, y le da una opción vital. En todo momento el protagonista se moverá impulsado por el amor a su familia.

Comentario:

Parece que Mel Gibson se adentra en sus realizaciones en el aspecto más cruel de las creencias y en la alienación de los pueblos por la religión. Dice Daniel Ocaña, crítico de cine de El País que el realizador no inventa nada; es posible, pero ve la Historia a través de las crónicas de los conquistadores y nos ofrece los aspectos más controvertidos y criminales de los comportamientos colectivos de los pueblos. No sólo vemos arrancar corazones y decapitar hombres, cuyas cabezas ruedan por las escaleras de las pirámides, sino ejércitos fellinianos de seres deformes y madres santificando las cabezas de sus bebés con la sangre de las víctimas, provocando en el espectador una reacción criminalizadora de la colectividad entera.

Como ocurrió con La pasión de Cristo provocó sentimientos contrarios muy enfrentados. Pero todo su discurso queda vacío al no ayudarnos a comprender, tan documentado como parece estar, la estructura político-social, la ciudad-templo y la manipulación de los pueblos, que son la causa de tanta truculencia. De esta forma su héroe no es más que un Rambo en los albores de la historia moderna, por mucho que el director opte por la forma de documental de lo que en realidad es su visión de su realidad trascendida. El resultado es más morboso que explicativo, y da pocas oportunidades al espectador de tomar una posición, a no ser la de rechazar o aceptar semejante violencia.