Fantasma II, Salem's lot. Tobbe Hooper.
Ficha Técnica:
País EE-UU. Año:1979.
Duración: 112 minutos.
Dirección: Tobe Hooper.(La matanza de Texas, y Poltergeist)
Guión: Oaul Monash, basado en una novela de Stephen King.
Dirección de fotografía: Jules Brenner.
Productor ejecutivo: Stirling Silliphant.
Teleplay: Paul Monash. Productora: Warner ross Televisión.
Ficha artística:
País EE-UU. Año:1979.
Duración: 112 minutos.
Dirección: Tobe Hooper.(La matanza de Texas, y Poltergeist)
Guión: Oaul Monash, basado en una novela de Stephen King.
Dirección de fotografía: Jules Brenner.
Productor ejecutivo: Stirling Silliphant.
Teleplay: Paul Monash. Productora: Warner ross Televisión.
Ficha artística:
David Soul.
James Mason. Lance Kerwin. Bonnie Bedelia.
Lew Ayres.
Julie Cobb
Elisha Cook
George Dzunda. Ed Flanders.
Clarissa Kaye.
Geoffrey Lewis.
Barney MacFadden.
Kenneth McMillan.
Fred Willard.
Marie Windsor.
James Mason. Lance Kerwin. Bonnie Bedelia.
Lew Ayres.
Julie Cobb
Elisha Cook
George Dzunda. Ed Flanders.
Clarissa Kaye.
Geoffrey Lewis.
Barney MacFadden.
Kenneth McMillan.
Fred Willard.
Marie Windsor.
Sinopsis:
Unos siniestros sucesos reunen a un escritor, Ben Mears (David Soul), fascinado con una mansión en la cima de una colina, a un exquisito anticuario, el Sr. Croket (James Mason), cuya experiencia va más allá de las antigüedades y al misterioso y pálido 'socio' del anticuario , Kurtz Barlow, (Reggie Nälder). Un excelente reparto de víctimas y cazadores de vampiros, que demuestra que es difícil mantener a los muertos enterrados. Después de largos años de ausencia, el novelista regresa a Salem, ( de pasado muy oscuro) , su pueblo natal y para encontrar inspiración para su nueva novela pretende instalarse en una especie de casa encantada en lo alto de una colina, en la que vivió cuando era niño una desagradable experiencia, pero llega tarde, pues ya tiene dueño. El propietario de la casa es el anticuario, que ha llegado al pueblo , y espera a su ayudante, el misterioso Straker. Cuando los vecinos se vayan convirtiendo poco a poco en vampiros, el terror se apoderará del pueblo. Ben intentará averiguar el origen de la epidemia para erradicarla.
Comentario:
El género de terror reune muchos ingredientes muy difíciles de combinar en un cine realista: la xenofobia, el sexo, la religión y su amenaza de la penitencia eterna. Tobbe Hopper rinde algún que otro tributo al cine clásico, como el icono de Nosferatu de Murnau, en el personaje de Kurtz Barlow pero también crea sus propias imágenes, muy repetidas en películas posteriores, como los niños-vampiros pidiendo que les dejen entrar desde el otro lado de una ventana, francamente inquietantes, que también vemos en los sirvientes de Amenabar en su film Los otros. Pero el quid de la cuestión es la existencia en la pequeña población de un foco maligno, la casa Marsten de la colina Pabscuitti, cuyo propietario y constructor de la misma, según la leyenda, mató a su familia y a la servidumbre. El mal atrae al mal,y la llegada de dos forasteros harán estallar la Caja de Pandora: El Anticuario, Señor Croket, cuyo negocio es una tapadera, para trasladar en una cómoda al vampiro, papel que hará mucho más tarde el compañero de la pequeña vampira del film de Tomas Alfredson, Déjame entrar, y el escritor Benjamin Mears, que como un héroe de western, llega a la localidad para librarla del mal que la aqueja, convirtiéndose, junto a su pequeño amigo Mark, en un cazavampiros, perseguido a su vez por ellos.
Tobbe Hopper construye esta gran metáfora sobre el mal enraizado en pequeñas poblaciones de la América profunda, supersticiosas y recelosas de todo lo foráneo, en forma de una gran flasback. Ben y Mark llenan sus botellas con agua bendita en una Iglesia de un pequeño pueblo de Guatemala y descubren que han sido encontrados por los resentidos muertos vivientes, y el retroceso temporal informa al espectador de la causa de su huida constante. Las infidelidades matrimoniales, el sentido posesivo de algunos hombres, la coexistencia del agnosticismo con algunas otras religiones, son el caldo de cultivo en el que se cuece el mal. Lo más inquietante es el sacrificio de seres inocentes, como los niños, que ofrecen las imágenes más escalofriantes del film, realizado por Hooper para la televisión.
Magnífias actuaciones de James Mason y David Soul, adecuados a la magistral puesta en escena de Tobbe Hopper, creador de imágenes que han inspirado a otros muchos cineastas que se han introducido en las aguas negras del género de terror. Terror que no sólo inspiran los muertos, sino los vivos de esta 'tranquila ciudad'. Empleo sobresaliente del lenguaje audiovisual, especialmente en la descripción de la manipulación exquisita de los objetos antiguos por parte de James Mason, y con una edición digna de mención.
Reonozco que es una de las pocas películas que me ha hecho pasar algún rato de miedo.
Comentario:
El género de terror reune muchos ingredientes muy difíciles de combinar en un cine realista: la xenofobia, el sexo, la religión y su amenaza de la penitencia eterna. Tobbe Hopper rinde algún que otro tributo al cine clásico, como el icono de Nosferatu de Murnau, en el personaje de Kurtz Barlow pero también crea sus propias imágenes, muy repetidas en películas posteriores, como los niños-vampiros pidiendo que les dejen entrar desde el otro lado de una ventana, francamente inquietantes, que también vemos en los sirvientes de Amenabar en su film Los otros. Pero el quid de la cuestión es la existencia en la pequeña población de un foco maligno, la casa Marsten de la colina Pabscuitti, cuyo propietario y constructor de la misma, según la leyenda, mató a su familia y a la servidumbre. El mal atrae al mal,y la llegada de dos forasteros harán estallar la Caja de Pandora: El Anticuario, Señor Croket, cuyo negocio es una tapadera, para trasladar en una cómoda al vampiro, papel que hará mucho más tarde el compañero de la pequeña vampira del film de Tomas Alfredson, Déjame entrar, y el escritor Benjamin Mears, que como un héroe de western, llega a la localidad para librarla del mal que la aqueja, convirtiéndose, junto a su pequeño amigo Mark, en un cazavampiros, perseguido a su vez por ellos.
Tobbe Hopper construye esta gran metáfora sobre el mal enraizado en pequeñas poblaciones de la América profunda, supersticiosas y recelosas de todo lo foráneo, en forma de una gran flasback. Ben y Mark llenan sus botellas con agua bendita en una Iglesia de un pequeño pueblo de Guatemala y descubren que han sido encontrados por los resentidos muertos vivientes, y el retroceso temporal informa al espectador de la causa de su huida constante. Las infidelidades matrimoniales, el sentido posesivo de algunos hombres, la coexistencia del agnosticismo con algunas otras religiones, son el caldo de cultivo en el que se cuece el mal. Lo más inquietante es el sacrificio de seres inocentes, como los niños, que ofrecen las imágenes más escalofriantes del film, realizado por Hooper para la televisión.
Magnífias actuaciones de James Mason y David Soul, adecuados a la magistral puesta en escena de Tobbe Hopper, creador de imágenes que han inspirado a otros muchos cineastas que se han introducido en las aguas negras del género de terror. Terror que no sólo inspiran los muertos, sino los vivos de esta 'tranquila ciudad'. Empleo sobresaliente del lenguaje audiovisual, especialmente en la descripción de la manipulación exquisita de los objetos antiguos por parte de James Mason, y con una edición digna de mención.
Reonozco que es una de las pocas películas que me ha hecho pasar algún rato de miedo.
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