Intriga femenina (Top secret affir ) H-C.Potter.
Ficha técnica:
Título original:Top secret affir.
Año: 1957.
Duración: 100 minutos aproximadamente.
País: EE.UU.
Dirección: H.C. Potter.
Guión: Roland Kibbee y Allan Scott, basado en Melville Goodwin, USA de John P. Marquand.
Director de fotografía: Stanley Cortez A.C.E.
Música: Roy Weeb.
Música: Roy Weeb.
Director artìstico: Malcolm Bert
Edición: Folmar Blangsted, A.C.E.
Sonido: Stanley Jones.
Decoración del set: William Wallace.
Diseño vestuario: Charles Lemaire
Productores: Milton Sperling y Martin Rackin.
Compañía: Warner Brothers.
Ficha artística:
Susan Hayward
Kirk Douglas.
Paul Stewart.
Roland Winters
A.E. Gould Porter.
Michael Fox.
Frank Gerstle.
Charles Lane.
Sinopsis:
La terrible jefa, a la que todos temen, de un imperio periodístico se siente consternada cuando un general, héroe de guerra está a punto de acceder a un alto puesto diplomático, en una Comisión de energía atómica. Ella está decidida a desprestigiarlo antes del nombramiento y le invita a pasar el fin de semana en su casa de campo, donde ha organizado varias trampas, sin excluir el uso de sus dotes de seducción femenina.
Comentario:
Mucho cine clásico responde a lo que Noël Burch llama MIR (Modo de Representación institucional ) que naturaliza lo que sólo es una máscara que esconde un modo de representación, que conforma a la sociedad con su efecto verdad, con la fuerza constativa de la imagen, (Roland Barthes) y que el paso del tiempo se ha encargado de 'desnaturalizar'.Hoy es totalmente inusual oir en la pantalla a un hombre decir a una mujer que hay dos clases de féminas: las madres y las demás; que las mujeres son lo mejor para relajarse, si no se las toma demasiado en serio o que se parecen a los caniches porque ambos son decorativos y cariñosos. El propio subordinado le recuerda su condición femenina: no se afeita, no ingresa en el ejército (ahora sí), ni jamás será padre, por lo que debe dejar de comportarse como un hombre de su familia y empezar a ser mujer. El gran cineasta Tarkovsky dividía a los cineastas en dos grupos: los que imitan el mundo en el que viven y recrean el universo que los rodea, y los que crean su propio universo, como Bresson, Bergman, Buñuel, Kurosawa, y ahora mujeres notables como Doris Dörrie, Sofía Coppola, Debra Granik, Naomi Kawase y otras muchas.
La política de Dorothy Peale (Susan Hayward) es la más correcta, cuando cree que una Comisión de Energía Atómica debe estar dirigida por un experto y no por un general, pero el amor tuerce las cosas y la mujer se rinde ante el hombre duro, el militar estricto, narcisista, que incluso hizo el amor y ejecutó a una supuesta espía, cumpliendo órdenes. El cine no sólo es una ventana abierta al mundo, sino una buena crónica de la evolución cultural y social del ser humano.
Muchos disfrutarán viendo a estos dos grandes actores y la forma de hacer del Hollywood de la década de los cincuenta, pero en el momento de su realización servía a un interés pragmático: ocultar bajo la máscara que crea la ilusión de realidad del cine, la existencia de un sistema de valores y un sistema selectivo de símbolos con el fin de fijar estos valores. El título español es, además, humillante, pues el affair no tiene nada que ver con las intrigas periodísticas, sean mujeres u hombres los profesionales.
Comentario:
Mucho cine clásico responde a lo que Noël Burch llama MIR (Modo de Representación institucional ) que naturaliza lo que sólo es una máscara que esconde un modo de representación, que conforma a la sociedad con su efecto verdad, con la fuerza constativa de la imagen, (Roland Barthes) y que el paso del tiempo se ha encargado de 'desnaturalizar'.Hoy es totalmente inusual oir en la pantalla a un hombre decir a una mujer que hay dos clases de féminas: las madres y las demás; que las mujeres son lo mejor para relajarse, si no se las toma demasiado en serio o que se parecen a los caniches porque ambos son decorativos y cariñosos. El propio subordinado le recuerda su condición femenina: no se afeita, no ingresa en el ejército (ahora sí), ni jamás será padre, por lo que debe dejar de comportarse como un hombre de su familia y empezar a ser mujer. El gran cineasta Tarkovsky dividía a los cineastas en dos grupos: los que imitan el mundo en el que viven y recrean el universo que los rodea, y los que crean su propio universo, como Bresson, Bergman, Buñuel, Kurosawa, y ahora mujeres notables como Doris Dörrie, Sofía Coppola, Debra Granik, Naomi Kawase y otras muchas.
La política de Dorothy Peale (Susan Hayward) es la más correcta, cuando cree que una Comisión de Energía Atómica debe estar dirigida por un experto y no por un general, pero el amor tuerce las cosas y la mujer se rinde ante el hombre duro, el militar estricto, narcisista, que incluso hizo el amor y ejecutó a una supuesta espía, cumpliendo órdenes. El cine no sólo es una ventana abierta al mundo, sino una buena crónica de la evolución cultural y social del ser humano.
Muchos disfrutarán viendo a estos dos grandes actores y la forma de hacer del Hollywood de la década de los cincuenta, pero en el momento de su realización servía a un interés pragmático: ocultar bajo la máscara que crea la ilusión de realidad del cine, la existencia de un sistema de valores y un sistema selectivo de símbolos con el fin de fijar estos valores. El título español es, además, humillante, pues el affair no tiene nada que ver con las intrigas periodísticas, sean mujeres u hombres los profesionales.
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