Nunca me abandones. Mark Romanek.





Ficha técnica:

Título original: Never Let Me Go.
País: Gran Bretaña.
Año: 2010.
Duración: 103 minutos.
Dirección: Mark Romanek.
Guión: Alex Garland, basado en una novela de Kazuo Ishiguro.
Música: Rachel Portman.
Fotografía: Adam Kimmel.
Compañías Productoras: Fox Searchlight Pictures / DNA Films / Film4

Premios:2010: Independent Spirit Awards: Nominada a la Mejor fotografía.

Ficha artística:

Reparto: Carey Mulligan, Andrew Garfield, Keira Knightley, Charlotte Rampling, Sally Hawkins, Izzy Meikle-Small, Charlie Rowe, Ella Purnell, Nathalie Richard, Andrea Riseborough, Domhnall Gleeson, Oliver Parsons

Sinopsis:

El film es una adaptación de la obra literaria de Kazuo Ishiguro, el autor de "Lo que queda del día", también llevada al cine por James Ivory en 1993. Kathy, Tommy y Ruth pasan su infancia en Hailsham, un internado inglés aparentemente idílico, donde descubren un tenebroso e inquietante secreto sobre su futuro. Cuando abandonan el colegio y se aproximan al destino que les aguarda, el amor, los celos y la traición amenazan con separarlos.

Comentario:

Si difícil es llevar al cine una obra como ésta, más lo es intentar entender la razón por la que autor y director de este relato nos quieren hacer pasar casi dos horas de sufrimiento intenso y a qué tipo de experiencia nos quieren transportar. Dos preguntas surgen a cierto sector del público: ¿ la historia es un relato contra los avances científicos? ¿por qué no huyen los protagonistas cuando conocen su destino? Las respuestas de Kazuo Ishiguro en el making off son confusas y muy insatisfactorias, y el resultado puede ser contrario al deseado.

La historia es claramente un producto postmoderno, en el que se intenta desafiar un constructo social y sustituirlo por otro, pretendiendo crear un tema universal que no funciona y que nos deja sumidos en un mar de dudas. Nunca me abandones es una distopía de 'ficción' retro, que nos lleva, en un viaje en el tiempo al pasado, a las décadas de los 60 y 70, en la que se sientan unas bases morales que en el momento final están firmemente consolidadas: la humanidad ha encontrado una forma de acabar con el sufrimiento y las enfermedades creando clones de seres humanos, cuyo destino es ser donantes de órganos, llegada la edad adulta. Durante la niñez son cuidados, sobre todo físicamente, en centros que evocan la idea del orfanato. Teóricamente nada les impide escapar, aunque llevan unos brazaletes (que no se ven), que controlan sus movimientos. No obstante el mayor control es mental; como en Un mundo feliz de Huxley, han sido educados para aceptar su destino, sin libre albedrío, planificados para vivir poco tiempo.

Cuando una tutora les advierte de que para vivir decentemente necesitan conocer su objetivo en la vida: vivir sin problemas, sin plantearse qué quieren ser en el futuro, posibilidad que tienen vetada, a cambio de una vida corta, es despedida. La directora de la institución, encarnada por Charlotte Rampling, en la que pasan su infancia, Halisham, un centro especial con un objetivo siniestro que al final se desvelará, hace un alegato que añade un elemento más a la confusión general. Acusa a quienes buscan boicotear su proyecto, gente que no está a favor de la innovación, mentalidades atrincheradas con valores que no se someten a escrutinio ¿? Las víctimas aplauden.

Kathy Carey Mulligan), Tommy (Andrew Garfield) y Ruth (Keira Knightley), son enviados, a los dieciocho años a Los Caseríos (The Cottages), 'centros de cumplimiento'. donde descubren que han sido clonados a partir de células de gente miserable, escoria, los únicos dispuestos a donar sangre, semen o células. Pero este hecho no tiene ninguna trascendencia, pues sólo se les extraen los órganos; la única repercusión, muy superficial, es que, tras este descubrimiento, Kathy busca en revistas porno a su pareja genética, su donante,, un detalle morboso más. Para retardar el momento del cumplimiento, se hace cuidadora de sus compañeros, asistidos hasta la tercera donación.

Otro rumor que circula entre los donantes es que, si surge el amor entre ellos, se les puede conceder un aplazamiento en sus obligaciones. Convencidos, Kahty y Tommy buscan a la propietaria de una Galeria de Arte, que anualmente se llevaba sus dibujos y los premiaba, y la antigua directora de Hailsham (que vive con ella y aparece en silla de ruedas ¿?) les hace una aclaración: el centro que presidía fue el último lugar en considerar la ética de las donaciones, y usaba el arte para demostrar que los clones eran humanos, dando respuesta a una pregunta que nadie se hacía, la de si estas 'criaturas' tenían alma. Nunca hubo aplazamientos, era un experimento más. Nuestra confusión va en aumento. ¿Están ambas a favor o en contra de las donaciones ?

Las respuestas a estos interrogantes de Kazuo Ishiguro, son en primer lugar evasivas, y en segundo muy poco sostenibles. Nuestra vida tiene una duración limitada, y hay que aprovecharla (tópico literario del Carpe diem, término latino muy popularizado), y es mejor llegar al final sin remordimientos. Los donantes no escapan porque no se puede huir de lo inevitable: la muerte. Nunca me abandones es una novela/película sobre el 'alma', la naturaleza del ser humano y la imposibilidad de escapar al destino final, en un mundo en el que donantes y receptores se complementan, y como dice Kathy, la vida de unos y otros no difiere demasiado.

Pero hay dos objeciones serias a este discurso: el hombre sabe que va a morir, pero no cómo ni cuándo, lo que le permite vivir como si fuera inmortal; en caso contrario, cuanto el tanatos o idea de la muerte domina sobre el amor, el ser humano cae en la depresión, considerada una enfermedad mental; los donantes saben cual va a ser su destino y lo aceptan. Ante el más mínimo peligro de perder la vida, cualquier ser viviente, racional o irracional, huye, no por educación, sino por instinto. Por esta razón la aceptación, la docilidad de los donantes, ¿creada artificialmente, genéticamente?, es un claro armazón de ficción, y no un 'universal' sobre la esencia del alma humana.

Otra objeción sería son los ejemplos de 'cumplimiento' que ofrece el film. Como seres humanos podemos aceptar mejor una mutilación interna, (extracción de un riñón, un pulmón...) que la externa, la que se ve; la primera donante ofrece un ojo, la segunda el hígado, sin el cual no puede vivir. Tremendista y antihumana; Romanek intenta suavizar esta impresión ( que sabe que causará en el espectador) creando una diégesis amable, según él bella, con una paleta de colores sutiles; no existen colores, ni planos, ni travelligns... para embellecer tan terrible idea. El escritor afirma que la mayor diferencia entre la novela y el film está en la 'dimensión'; nos quedamos igual.

Si de lo que se trata es de reflexionar sobre el alma humana, e incitarnos a vivir el momento, han elegido la forma más truculenta y antihumana de expresarlo.Los amantes del progreso y de la ciencia han sido históricamente humanistas, y han trabajado en pro de la mejora de las condiciones de vida de los hombres, lo que han pagado en ocasiones con la hoguera. La investigación de Halisham no va en esta dirección, y engaña de todas las maneras posibiles a sus 'criaturas'. Fritz Lang, Bergman, Escorsese...han denunciado el uso espurio de la ciencia, la existencia de doctores malignos, a cuyos avances se acogen los practicantes de la doble moral. Nadie aceptaría abiertamente la propuesta de este relato, el ojo por ojo, el intercambio, en el que uno da y otro recibe; los que dan son siempre los mismos, troceados como en una carnicería.

No sé que nos han querido transmitir, como decía al principio, pero el discurso me ha llegado peligrosamente confuso: ¿Es consustancial al ser humano, que una parte de la especie se sacrifique para que la vida continúe? Si eso es lo que nos quieren transmitir, me da miedo la palabra que se puede aplicar para definirlo. Duncan Jones, en su film Moon o Rideley Scott en Blade Runner, nos han alertado sobre el uso espurio de la ciencia, la creación de clones al servicio del hombre, con una vida limitada, y el problema moral que conlleva; Jones nos los ha presentado como seres humanos, que enferman, sangran y...huyen; no están en contra de la ciencia sino de su aprovechamiento por la Avaricia humana. Hay una gran diferencia.

La diferencia entre la violencia de Quentin Tarantino, claramente ficticia, irónica, basada en el cómic y los mitos modernos, puede distraer; la de Romanek e Ishiguro espeluzna, y nos trae a la memoria los experimentos del real Doctor Mengele, y los ficticios, basados en la realidad de Fritz Lang o Bergman. Dan mucho más miedo, si además se institucionalizan y se normalizan socialmente,siendo hasta ahora muy cuestionados. El alegato final de Kathy es terrible.



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