Piraña. Joe Dante.
Ficha técnica:
Título original: Piranha.
País: EE.UU.
Año: 1978.
Duración: 94 minutos.
Dirección: Joe Dante.
Guión: John Sayles, basado en unahistoria de Richard Robinson y John Sayles.
Producción: Jon Davison.
Co-productor: Chako Van Leeuwen.
Productores ejecutivos: Roger Cornam, Jeff Schelchtman.
Música: Pino Donaggio, dirigida por Natale Massara.
Director de fotografía: Jamie Anderson.
Edición: Mark Goldblatt, Joe Dante.
Director artístico: Bill and Kerry Mellin.
Animación: Phil Tippett, Adam Beckett.
Maquillaje: Rob Bottin, Vincent Prentice.
Efectos fotográficos:: Peter Kuran, Bill Nedge, Rick Taylor.
Efectos mecánicos: Doug Barnett, Dave Morton.
Decoración del set: Jeff Ayers.
Compañías: United Artists & MGM Company. MGM DVD.
Ficha artística:
Bradford Dillmon: Paul Grogan.
Heather Menzies: Maggie McKeow.
Kevin McCarthy: Dr. Robert Hoak.
Keenan Wynn: Jack.
Dick Miller: Buck Gardner.
Barbara Steele: Dr. Mengers.
Belinda Balaski: Betsy.
Melody Thomas: Laura
Bruce Gordon: Coronel Waxman.
Barry Brown: Trooper.
Sinopsis:
El hombre ha manipulado de nuevo la naturaleza y ahora el resultado no es sólo mortal...¡es voraz! Con un inteligente guión de John Sayles (Apolo 13) basado en una historia de Richard Robinson, dirigida por Joe Dante (Gremlins) hace el relato malévolo con trazos de humor negro sobre una especie de pirañas mutantes que siembran el terror en un lago.
Una tranquila y deliciosa noche dos jóvenes excursionistas deciden darse un baño a la luz de la luna en las tranquilas aguas de lo que confunden como una casa abandonada con piscina en el lago Lost River, convirtiéndose en pasto de un ejército de pirañas, producto de un experimento secreto del ejército conocido como Operación Razorteeth. Esta macabra legión se desplaza río abajo, donde se inaugura un nuevo complejo de vacaciones, cuyos invitados servirán de manjar a estas criaturas, que serán finalmente eliminadas por un ecologista y una joven investigadora.
Una tranquila y deliciosa noche dos jóvenes excursionistas deciden darse un baño a la luz de la luna en las tranquilas aguas de lo que confunden como una casa abandonada con piscina en el lago Lost River, convirtiéndose en pasto de un ejército de pirañas, producto de un experimento secreto del ejército conocido como Operación Razorteeth. Esta macabra legión se desplaza río abajo, donde se inaugura un nuevo complejo de vacaciones, cuyos invitados servirán de manjar a estas criaturas, que serán finalmente eliminadas por un ecologista y una joven investigadora.
Comentario:
La primera secuencia, previa a los títulos de crédito inundados de sangre, a modo de MacGuffin nos sitúa en un espacio natural, un bosque de estilo gótico con luna llena, como anunciando un relato inspirado en Edgar Alan Poe. Pero el film responde a una elección ficticia mucho más realista, en la que se mezcla el sexo, la construcción de armas masivas y los negocios espurios. Las víctimas serán esos aldeanos despreocupados, cuya máxima aspiración es lanzarse a playas y lugares de ocio y disfrutar de sus atracciones.
Un ecologista, Paul Grogan (Bradford Dillmon), despreciado por las fuerzas vivas y del orden y tildado de borracho, y una investigadora que busca a dos jóvenes desaparecidos, intentarán impedir la hecatombe, que al parecer ya no tiene remedio. Un experimento militar para ser usado como arma de destrucción masiva en posibles guerras futuras, ha generado una especie de pirañas mutantes devoradoras de hombres, manteniendo este hecho en secreto hasta que dos jóvenes son asesinados por las criaturas. La primera reacción de los mandos militares y un empresario que inaugura un parque de atracciones en el lago es ocultar la verdad a la prensa y no informar del peligro a los bañistas. Acontecida la desgracia, la doctora encargada de la investigación da por conjurado el peligro, aunque la última imagen es la de un mar filtrado en rojo.
El film dirigido por Joe Dante y producido por Roger Cornam está magnificamente ejecutado y editado, con planos de detalle explicativos y diegéticos, como el del gorro militar que desciende al fondo del lago tras ser atacado su portador por el ejército de pirañas; las imágenes submarinas muestran escorzos destrozados de cuerpos de jóvenes desnudos o semidesnudos que combaten con las criaturas por su superviviencia, sucumbiendo ante ellas. Magnífico homenaje de Joe Dante al innovador Steve Spielberg y su film Tiburón.
Hoy el mundo del cine vuelve su mirada a estas películas cuyo objetivo era despertar el miedo del espectador con unas historias que tenían una lógica aceptable para el hombre; aún estaba por llegar el splatter o género de un terror basado en lo visceral y la violencia visual, que no tiene causa aparente y responde a mentalidades sociopatas o perturbadas.
Un ecologista, Paul Grogan (Bradford Dillmon), despreciado por las fuerzas vivas y del orden y tildado de borracho, y una investigadora que busca a dos jóvenes desaparecidos, intentarán impedir la hecatombe, que al parecer ya no tiene remedio. Un experimento militar para ser usado como arma de destrucción masiva en posibles guerras futuras, ha generado una especie de pirañas mutantes devoradoras de hombres, manteniendo este hecho en secreto hasta que dos jóvenes son asesinados por las criaturas. La primera reacción de los mandos militares y un empresario que inaugura un parque de atracciones en el lago es ocultar la verdad a la prensa y no informar del peligro a los bañistas. Acontecida la desgracia, la doctora encargada de la investigación da por conjurado el peligro, aunque la última imagen es la de un mar filtrado en rojo.
El film dirigido por Joe Dante y producido por Roger Cornam está magnificamente ejecutado y editado, con planos de detalle explicativos y diegéticos, como el del gorro militar que desciende al fondo del lago tras ser atacado su portador por el ejército de pirañas; las imágenes submarinas muestran escorzos destrozados de cuerpos de jóvenes desnudos o semidesnudos que combaten con las criaturas por su superviviencia, sucumbiendo ante ellas. Magnífico homenaje de Joe Dante al innovador Steve Spielberg y su film Tiburón.
Hoy el mundo del cine vuelve su mirada a estas películas cuyo objetivo era despertar el miedo del espectador con unas historias que tenían una lógica aceptable para el hombre; aún estaba por llegar el splatter o género de un terror basado en lo visceral y la violencia visual, que no tiene causa aparente y responde a mentalidades sociopatas o perturbadas.
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