The Box. Richard Kelly.




Ficha técnica.

Título original: The Box.
Año: 2009.
Duración: 115 minutos.
País: USA. 
Dirección: Richard Kelly.
Guión: Richard Kelly y Richard Matheson, basado en uncapítulo de la serie  Twilight Zone: Button-Button.
Director de Fotografía: Steven Poste, A.S.C.
Edición: Sam Baver.
Música:  Win Butler, Régine Chassagne, Owen Fallett.
Vestuario: April Ferry.
Casting;  Mary Vernieu, C.S.A.
Producción: Sean McKittrick, Richard Kelly, Dan Lin.
Productor ejecutivo: Sue Baden-Powell Ted Field, Paris Kasidokostas Latsis, Terry Dougas, Edward H. Hamm Jr.
Diseño de producción: Alexander Hammond.
Compañías: Warner Bros & Darko Entertainment.



Intérpretes:

Cameron Díaz, James Marsdem, Frank Langella, James Rebhorn, Holmes Osborne, Sam Oz Stone, Gilliam Jacobs.


Sinopsis

Norma (Cameron Diaz) es profesora y su marido Arthur (James Marsdem) que trabaja como ingeniero de la NASA, son un matrimonio corriente, padres de un niño, que un día  oyen sonar el timbre de su vivienda. Al abrir la puerta, no hay nadie, pero les espera una misteriosa caja que alguien les ha dejado. Contiene algo que no saben muy bien qué es, y en una nota en su interior anuncia la visita inminente de un tal  Arlington Stewart. Este habla con Norma y le explica que si aprieta el botón morirá un desconocido, pero la familia cobrará un millón de dólares, que les ayudará a pagar sus deudas.

Comentario

Se han dicho muchas cosas del joven creador Richard Kelly, entre otras que crea pesadillas lógicas que se sienten falsas, (The Holywood Reporter), y se ha destacado su talento cerebral y extraño, genial y auto-destructivo. En The Boxer muestra zonas de luz y de sombra a partes iguales y algunos argumentos discursivos muy preocupantes.  Comienza desvelando la avaricia de una joven pareja, que tiene dificultades económicas para seguir llevando el ritmo de vida que ha mantenido hasta el momento: ella pierde la beca del colegio de que goza su hijo en el centro en que  en que trabaja y éste estudia, y el marido es rechazado en su candidatura para acceder al cuerpo de astronautas de la base. Todo obedece a un plan maquiavélico, que encabeza un antiguo ingeniero de la NASA, integrado en una organización, la NSA, que selecciona parejas en su situación y les ofrece un millón de dólares, si accionan un botón que pone en marcha una operación que consiste en que en ese mismo instante alguien desconocido para el matrimonio morirá y ellos recibirán el dinero.El problema reside en que relaciona este hecho, en el que la inductora es siempre la mujer, con la violencia de género en EE.UU., lo cual no deja de ser un entretenimiento peligroso, cuando la estadística negra se incrementa cada minuto.

El número de 'empleados' de la organización aumenta constantemente, hecho que simboliza el incremento de la avaricia, el sálvese el que pueda de los individuos norteamericanos, capaces de matar cuando se  presentan  dificultades económica, ante el temor de perder su estatus, que se materializa en colegios caros, bodas ostentosas, buenos coches... Esta realidad  la adoba con elementos metafísicos, casi religiosos, que hablan de 'salvación', de 'libre albedrio', de elección de puertas, pero también filosóficos  y laicos, que invitan a recorrer el último tramo de la vida libre de bagajes. Una empanada mental dificil de digerir.

La imagen y la edición es buena, pero decae a ratos. Impactante por su frialdad en ocasiones y excesivamente onírica y surrealista en otros momentos. Es especialmente bochornosa la apelación al mundo de los discapacitados, que te mantiene en tensión por la lesión que sufre Mrs. Lewis, (Cameron Diaz), excusa para contactar con la  deformación de la cara del 'ángel ¿malo?' de la NSA, (Frank Langella), que , como si de un dios se tratara, prueba  constantemente la integridad de la gente, que es bastante frágil, como  se evidencia por  el aumento constante de sus 'empleados', personas que han pasado al lado oscuro, cuyo signo distintivo es el sangrado de la nariz.

Avaricia, violencia de género y discapacidad forman un triángulo del disparate, en el que al final todo el mundo es 'bueno', aunque,  eso sí, capaz de matar para mantener su posición social y económica en este mundo. Argumento que no hay por donde cogerlo, y por mucho que no lo quieras ver así, es imposible desviar  la atención de unas operadoras de centralitas telefónicas de la policía  que advierten al espectador de que , cada vez que una mujer acciona el botón rojo, otra muere víctima de la violencia de género. No se pueden dar aquí más detalles paraevitar el spoiler y desvelar la conclusión del film.



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