Donnie Darko. Richard Kelly.





Ficha técnica:

Título original: Donnie Darko.
Año: 2001.
Duración: 113 minutos en la versión original y 133 en la del director.
Guión y dirección: Richard Kelly.
Producción: Sean Mckittrick, Nancy Junoven, Adam Fields.
Diseño de producción: Alexander Hammond.
Productores ejecutivos: Drew Barrymore, Hunt Lowry, Casey La Escala, William Tyrer, Chris J. Ball, Aaron Ryder.
Director fotografía; Steven Poster, A, S, C,
Edición: Sam Bauer, Eric Strand.
Vestuario: April Ferry.
Manager: Tom Hayslip.
Música:  Michael Andrews.
Casting: Joseph Middleton, C.S.A.
Michelle Morris Gertz, C.S.A.

Intérpretes:

Jake Gyllenhaal, Sena Malone, Drew Barrymore, James Duval, Beth Grant, Maggie Gyllenhaal, Holmes Osborne, Patrick Swayce...

Sinopsis.


La película está ambientada en 1988 (año de elecciones en EE. UU.), en el pueblo de Middlesex (Virginia). Un joven, tratado de esquizofrenia-paranoide, se despierta la  noche del  el 2 de octubre,  al oir una extraña voz, de un  extraño y cutre conejo  llamado Frank, que  le  advierte de  que el mundo va a acabarse en 28 días, 6 horas, 42 minutos y 12 segundos. A la mañana siguiente, Donnie se despierta en medio del campo de golf, regresa a su casa y descubre que una turbina de avión ha caído del cielo e impactado en su propia habitación, destruyendo toda la casa. Sus padres le creían muerto y desaparecido entre los escombros. En ese momento comienzan una serie de acontecimientos que unen a Donnie con su compañera de clase Gretchen; en sus delirios ve «flechas de líquido» saliendo del pecho de las personas, indicando los caminos que tomarán en el futuro inmediato.
La película no pudo ser estrenada en cines debido al atentado a las Torres Gemelas (11 de septiembre de 2001).[1] Pero tras haber sido llevada a DVD y a VHS, fue presentada en cines y se transformó en una película de culto. En mayo de 2004 se lanzó al mercado Donnie  Darko: The Director’s Cut (la edición del director, Richard Kelly).

 Comentario.

El background en que se enmarca la historia de Donald Darko, llamado Donnie por familiares y colegas, es una comunidad republicana, muy conservadora, en la que existe un centro privado con pretensiones, Middlesex (Virginia), que cuando tiene problemas no duda en  reclamar fondos públicos para solucionarlos; la iniciativa, dirección e ideología responde a la 'libertad' de los padres de elegir la formación de sus hijos, dándose la paradoja de que, además de subvenciones públicas, reciben  ingresos de particulares, lo que los sitúa en posición ventajosa a la hora de seleccionar su alumnado, buscando más el ghetto social  privilegiado que la calidad de los conocimientos que se imparten, mientras los colegios de titularidad pública tienen vedadas estas subvenciones  extra-oficiales, convirtiéndose poco a poco  en centros marginales, lo que acaba reduciéndolos a  reductos de marginación social.

Pero el film denuncia algo más: la censura que imponen sobre sus compañeros  profesionales los miembros del claustro de profesores más conservadores, que intentan suprimir lecturas de Graham Green, por considerarlas peligrosas para la juventud. A su alrededor reina el pánico a perder el empleo  entre  los profesores más jóvenes, como la de Literatura, encarnada por Darry Barrymoore, o el de matemáticas, que  mantienen relaciones sexuales clandestinas; él presta  en secreto libros a sus alumnos, escritos por antiguos profesores como Roberta Sparrow, llamada Abuela Muerte, de 101 años, antigua profesora  del centro que abandonó sus creencias religiosas y había escrito un libro que hablaba de futuros agujeros de gusano...Ambos  jóvenes acabarán expulsados del centro educativo, porque el ojo de la censura penetra en todos los rincones.

En este contexto surgen personalidades como la Donnie Darko, un esquizofrénico-paranoide, pirómano inteligente y muy peligroso, y un miembro del equipo, un show-man, representado por Patrick Swayce, que ha impulsado un proyecto, al que llama línea de la vida, con dos polos: el miedo y el amor, muy esquemático y escasamente intelectual, y que acaba por descubrirse que es un proxeneta que se encuentra como pez en el agua en este contexto tan aparentemente angelical, en el que no faltan alumnos violentos que roban y agreden a  los compañeros, y los discriminan por su físico. La tranquilidad de los padres no es tal, pues sus hijos viven entre todas las perversiones de la vida,difíciles de encuadrar en una línea tan elemental de amor versus odio.

Donnie Darko ve su futuro inmediato plagado de actos delictivos contra la comunidad educativa, empujado por su amigo ¿imagnario?,disfrazado rudimentariamente de conejo, con graves atentados en el colegio: inundaciones por roturas de cañerías, incendio de instalaciones, agresiones a las mascotas y denuncias caústicas contra el sistema; el amor le impulsará a recorrer por la línea del tiempo en sentido inverso al elegido por él en principio, del que ve las consecuencias de sus actos, hacia el pasado, en el que a cambio de salvar a su amada Gretchen, él debe morir. El profesor proxeneta  tiene que rendir cuentas  con la sociedad ante los tribunales, recibiendo el apoyo de los profesores más conservadores e hipócritas, que esconden la cabeza bajo tierra, y se ven más amenazados por la cultura, representada por Graham Green, que por los que abusan de menores. Crítica dura al sistema.

Donnie Darko forma parte de una familia republicana, que  imbuida de una visión  muy conservadora de la política, especialmente el pater familias,  cree que las inversiones en el estado del bienestar que exigen los demócratas en la campaña electoral de 1988, endeudarán al estado y limitarán el acceso a la riqueza de las generaciones futuras. Algo se escapaba en esa visión idílico-republicana del futuro, que contradice la  del hijo esquizofrénido y paranoíco, basada  en el  libro de la Doctora Sparrow, hoy una vieja catatónica y visionaria, que le permitirá cambiarlo: el pater familias no podía imaginar que esas torres gemelas que ve en su televisor, símbolo de un desarrollo sostenible,  iban a ser derribadas trece años después, y que se estaban sentando las bases de la primera crisis global, que nadie sabe resolver. Hoy se conoce lo que escondían estas brillantes pantallas: el hundimiento económico y social de la clase a la que pertenecen. La película no pudo ser estrenada después del 11S por motivos que no logro comprender.

Realismo y ficción surrealista se combinan en un personaje magistralmente encarnado por  Jake Gyllenhaal, un joven atípico, que desde su perturbación mental, tratada por una psiquiatra, que basa  las crisis paranoícas del joven esqizofrénico en la ausencia de dios y el dominio del sexo, realiza las advertencias más acertadas sobre las cuestiones que se debaten en clase, de la que  es reiteradamente expulsado, como lo serán posteriormente del propio  centro los profesores más jóvenes y cercanos a los alumnos.

Muy difícil de interpretar en estos saltos temporales y viajes a través del tiempo, es el gesto de complicidad entre la madre de Darko y Gretcher, novia del joven, asesinada en una línea temporal y salvada en otra,cuya propia  madre es víctima de violencia de género, que ella también padece por parte de algunos compañeros, que las obliga a trasladarse de ciudad y cambiar de nombre para esquivar al maltratador.

Todas estas cuestiones están tratadas en el ámbito de las alteraciones psíquicas, y las paranoias inductoras de visiones oníricas, en un momento en que el cine se inscribe en una moda biologista, que identifica el cerebro con el sujeto, cuestión a la que en medios académicos se dedicó una decena de años, la llamada Decada del Cerebro, que olvida que este mismo no se puede identificar por sí solo con la conciencia y los sentimientos humanos; el tratamiento farmacológico a que es sometido Donnie Darko no es suficiente para modificar  su conducta y desactivarlo como elemento social peligroso. El camino que elige al final es el de la auto-destrucción, elegido por el propio director,  autor desigual, creador de obras que se han considerado cine de culto, junto con otras que le ponen en riesgo de hundir definitivamente su carrera; The Box (2009) combina ambas realidades, que se han definido por la crítica como cerebrales, extrañas, onírico-lógicas,que desorientan a los espectadores y a la propia crítica. En el fondo de sus relatos reside la ambición humana de acumular poder, ya sea por medio de la educación que moldea las mentes más jóvenes o de la acumulación avariciosa del dinero.

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