Spiderman 2. Sam Raimi.






Ficha técnica:


Título original: Spider-Man 2.
País: USA.
Año: 2004.
Duración; 122 minutos.

Dirección: Sam Raimi.
Guion: Alvin Sargent, Alfred Gough, Miles Millar, Michael Chabon;  cómic Sant Lee y Steve Ditko.
Música: Danny Elfman.
Vestuario: James Acheson, Gary Jones.
Efectos visuales: John Dykstra. A.S.C.
Edición: Bob Murawski.
Diseño de producción: Neil Spisak.
Director de fotografía. Bill Pope, A.S.C.

Co-productor; Grant Curtis.
Productor ejecutivo: Stan Lee, Kevin Feige, Joseph. M. Carraccioco.
Productor: Laura Ziskin, Avi Arad.
Columbia Pictures, Sony Pictures Entertainment Company. Marvel Enterprise, Laura Ziskin Production.


Intérpretes:


Tobei Maguire, Kirsten Dunst, James Franco, Alfre Molina, Rosemary Harris, J.K, Simmons, Donna Murphy, Daniel Gillies, Dylan.Baker...

SINOPSIS:


Spider-Man ha vuelto. El  hombre-araña se enfrenta a un nuevo y poderoso enemigo, el doctor  Octopus, 'Doc Ock', un villano de múltiples tentáculos, que amenaza a la ciudad de Nueva York y pone en peligro la vida de Mary Jane.


CRÍTICA:


Desde los tiempos más remotos el hombre ha necesitado crear figuras míticas, símbolos  de la búsqueda de la  justicia, la gloria o  el poder, dotados de poderes sobrenaturales, bien en forma de héroes o semidioses, en la antigüedad greco-latina, o simples hombres, a los que la ejercitación y el esfuerzo ha proporcionado una superioridad entre sus congéneres, como los  samuráis. La modernidad no podía ser menos, y el siglo XX, a través de Marvel, una de las máquinas más poderosas de creación de superhéroes, proporcionó al hombre actual sus mitos contemporáneos. Entre los más célebres se encuentra Superman, Batman o Spider-Man.

El filme de Sam Raimi es notable por  la naturalidad y  cotidianeidad  con que dota al personaje, reforzada por un fotografía desmitificadora y cálida, con escasos filtrados,  aunque no esté ausente la espectacularidad de las imágenes del hombre-araña volando y lanzando sus redes. El personaje de Spider-Man, interpretado por Tobei Maguire, es casi un niño, atormentado por los daños colaterales de sus acciones  anteriores, que en un momento determinado se debate, como el héroe de La Eneida de Virgilio, entre abandonar la misión que se ha impuesto de servicio a sus conciudadanos y el amor que siente por Mary Jane, su Dido particular. Pero, a diferencia del personaje romano, decidirá compartir  los  riesgos con su compañera.


Buenas caracterizaciones e imaginería,  personajes cercanos y cálidos, y dominio de las nuevas tecnologías aplicadas al cine, convierten el filme en una obra notable, simpática, distendida y apropiada para una tarde en que la ventana que queramos abrir sea la de los sueños y la imaginación. Un chico corriente, capacitado para el estudio, que compatibiliza con el trabajo-basura,  puede soñar en ser ese héroe que trepa por las paredes de los edificios,  lanzando redes y enfrentándose a enemigos muy poderosos: la mujer, una  chica actual, con más posibilidades de ascenso social que su compañero, guiada por un sentido pragmático  y posibilista, opta finalmente  por una vida más modesta con el hombre al que ama. Los fans más entregados del mito son los niños,  los adolescentes y los hombres más modestos de la ciudad, los únicos que tienen presencia en el filme, como necesitados de ayuda y protección.

El filme, como es propio de estas sagas, queda abierto para una secuela, en la que el personaje interpretado por Jesús Franco, Harry Osborn, se dibuja como el futuro contrincante del hombre-araña. Uno de sus logros consiste no sólo en humanizar al héroe, sino también al monstruo, aunque en alguna secuencia Sam Raimi vuelva a sus orígenes, y aparezcan las sierras mecánicas y la masacre, protagonistas de Terrorificamente muertos.

La película comienza con unos títulos de crédito muy atractivos, realizados con las técnicas del cómic y ambientados con una poderoso score musical de Danny Elfman.

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