Con las horas contadas. Rudolph Maté.
Ficha técnica:
Título original: DOA
País: USA.
Año: 1950.
Duración: 83 minutos.
Dirección: Rudolph Maté.
Musica: Dimitri Tiomkin
Guión: Roussell Rouse y Clarence Greene.
Director de Fotografía: Ernest Laszlo, ASC.
Director artístico_ Duncan Cramer.
Edición: Arthur H.Nadel.
Decoración del set: Al Orenbach.
Vestuario: MMaria Donovan.
Maquillaje: Irving Berns.
Productor: Leo C. Popkin.
Productor ejecutivo: Harry M.Popkin.
Productor ejecutivo: Harry M.Popkin.
Productores asociados: Joseph H.Nadel.
Sonido: Ben Winkler, Mac Dalgleish.
United Artists Release, Harry M.Popkin Production.
Intérpretes:
Edmond O'Brien: Edmond O'Brien.
Pamela Britton: Paula Gibson.
Luther Adler.: Majack
Beverly Campbell.: Niss Foster.
Neville Brand: Chester.
Lynn Bagget: Mr. Philips
William Ching: Hollyday.
Henry Hart: Stanley Philips
Laurette Luez: Marla Rakubian.
Sinopsis.
Frank Bigelow (Edmond O'Brien) necesita tomarse un respiro. La aventura que mantiene con su secretaria amenaza con campanas de boda. Por eso decide irse a San Francisco y aclararse las dudas. En el hotel conoce a un grupo de personas que le invita a unas copas. En el Bar Fishemann, un bullicioso club de jazz, tomará algo que cambiará su existencia.
Comentario.
La impactante secuencia inicial que acompaña los títulos de crédito, en la que Frank camina hacia la oficina de homicidios de la policía por un largo pasillo filmado de espaldas, mientras sueba el score de Tiomkin, anuncia un film inquietante y de buena factura. Un film de serie B, que inserta un mal sueño en un realismo con aires de pesadilla. La víctima de un mal sueño aprovecha sus últimas horas de vida para perseguir a su misterioso asesino y comprender las razones de su acción. A un tiempo detective y víctima, descubre la corrupción y la codicia de una sociedad de la que disfrutaba ingenuamente. No hay tema más radical que el de un hombre que no puede impedir su propia muerte, pero ignora qué la motiva (Noël Simsolo. Cine negro.). El film roza el fantasma paranóico y la pesadilla definitiva: morir sin saber por qué, tema de análisis para los discípulos de Freud.
Es un film con un único protagonista principal y muchos actores secundarios. Deja un final abierto a posibles interpretaciones, en el que tras hacer una confesión ante la unidad de homicidios, que ya conocía su caso, el jefe del grupo cierra el caso afirmando que murió nada más llegar falleció sin declarar.
Es un film con un único protagonista principal y muchos actores secundarios. Deja un final abierto a posibles interpretaciones, en el que tras hacer una confesión ante la unidad de homicidios, que ya conocía su caso, el jefe del grupo cierra el caso afirmando que murió nada más llegar falleció sin declarar.
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