La clase. Laurent Cantet.

Ficha técnica:

Titulo original: Entre les murs.

País: Francia.

Año: 2008.

Duración: 128 minutos.

Dirección: Laurent Cantet.

Guión: François Bégaudeau, Robin Campillo, Laurent Cantet, basado en un libro:  de François Bégaudeau.

Casting:

Música: Varios.

Director de Fotografía: Pierre Milon.
Sonido: Olivier Mauvezin.
Decoración: Sabine Bartholomy.
Montaje: Robin Campillo y Stéphanie Léger.


Diseño de Vestuario: Marie Le Carrec.

Productores: Carole Scotta, Caroline Benjo, Simon Arnal, Barbara Letellier.

Compañías: Haut et Court, France Cinema, Canal  Plus, Cinécinéma France2, Cofinova4, Soficinema3, Centre National de Cinematographie de l'Acsé et de la Région Ile-De.France; Distribución:: Cameo, Golem.

Intérpretes:

 François Bégaudeau; François,
Esmeralda  Ouertani: Esmeralda,
Boubacar Toure: Boubacar,
Nassim Amrabt: Nassim,,
Laura Baquela: Laura,
Louise Grinberg: Louise,
Cherif Bounaïdja Rachedi: Cherif,
Juliette Demaille: Juliette,
Frank Keïta: Souleymane,
Wei Huang: Wei.

Premios:

2008: Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa
2008: Festival de Cannes: Palma de Oro
2009: Nominada al Goya: Mejor película europea

Sinopsis:

François es un joven profesor de lengua francesa en un instituto suburbial francés,. Sus alumnos, multiraciales y  procedentes de diferentes zonas del mundo tienen entre 14 y 15 años, aunque todos forman piña como grupo, sean franceses o no; el profesor se enfrenta especialmente  con  Esmeralda, Souleymane, o  Khoumba, los líderes de la clase  y  estimula a los demás con  batallas verbales, como si la lengua estuviera en juego. Pero el aprendizaje de la democracia puede implicar auténticos riesgos. François -autor de la novela en la que se basa la película, con formato de docudrama- y los demás profesores se preparan para enfrentarse a un nuevo curso. Llenos de buenas intenciones, deseosos de aportar la mejor educación a sus alumnos, se arman contra el desaliento. Pero las culturas y las actitudes se enfrentan en el aula, microcosmos de la Francia contemporánea. Por muy divertidos y estimulantes que sean los adolescentes, sus comportamientos pueden cortar de raíz el entusiasmo de un profesor que no cobra bastante. La tremenda franqueza de François sorprende a sus alumnos, pero su estricto sentido de la ética se tambalea cuando los jóvenes empiezan a no aceptar sus métodos. 

Comentario.

François  Bégandeau muestra  en su guión la quiebra de los estados europeos, incapaces de evitar el surgimiento de ghettos y barrios suburbiales, refugio de la subcultura, que tiene su reflejo en los Institutos públicos, carentes de los recursos necesarios para lograr la plena  integración de los jóvenes. Todo el peso recae sobre los héroes silenciosos, los profesores,  bien formados, que han superado difíciles pruebas para su acceso a la función pública y sufren diariamente la impotencia de observar los destrozos  sociales, la violación más flagrante de los derechos humanos que padecen los padres de sus alumnos, y la soberbia y arrogancia de los que se sienten excluidos. Occidente va perdiendo progresivamente los valores democráticos que le hicieron sentir el orgullo de disfrutar de una sociedad más justa que la de otros sistemas políticos y económicos. Los padres de algunos alumnos extranjeros sienten que es mejor la enseñanza de la escuela privada-concertada, es decir el fracaso de los intereses republicanos frente a la iniciativa privada.

Laurent Cantet  coloca su cámara en  un centro público y convierte en protagonistas a profesores y alumnos, que no actúan, sino que reproducen su  vida  escolar cotidiana;  en muy meticuloso en la descripción de cómo se organiza y cómo  funciona un curso escolar, desde el claustro de inicio con el reparto de horarios y grupos, hasta las evaluaciones con presencia de los alumnos, que responde a la inspiración más progresista de la docencia. Cualquier profesional de la enseñanza  reconoce lo que sucede ante sus ojos cada segundo: los minutos que se pierden antes de comenzar cada clase, las maniobras de distracción de los alumnos para perder más tiempo aún, el  arte de los docentes para estirar y aflojar la cuerda y evitar conflictos que se puedan ocasionar desde el primer día de clase, la sobreprotección de los padres y su presión en el consejo escolar...

Un buen ejercicio que traslada a la calle y a la opinión pública el complejo y complicado mundo de la enseñanza, que constituye uno de los pilares de la sociedad del bienestar. El film interesa aunque no narre nada excepcional, sino el discurrir  cotidiano de unos jóvenes, que siempre tienen la misma edad, y los profesores que van envejeciendo cada año y acumulando canas y desengaños.