Un dios salvaje. Roman Polanski.





Ficha técnica:

Título original: Carnage.
País: Francia, Alemania, Polonia y España.
Año: 2011.
Duración:. 79 minutos.
Director: Roman Polanski
Guionista: Yasmina Reza y Roman Polanski
Productor: Saïd Ben Saïd
Diseño de Producción: Dean Tavoularis.
Música: Alexandre Desplat y Alberto Iglesias
Fotografía: Pawel Edelman
Edición: Hervé de Luze.
SBS Productions, Constantin Produktion, SPI Poland..

Ficha artística

Protagonistas: 
Jodie Foster: Penélope Longstreet, 
John C. Reilly,: Michael Longstreet,
Kate Winslet y: Nancy Cowan,
Christoph Waltz.: Alan Cowan.

Sinopsis.

La película cuenta en clave de comedia negra la historia de dos parejas de la burguesía que quedan para tomar café tras una pelea escolar entre sus hijos pequeños: un matrimonio formado por una seria activista y escritora (Jodie Foster) y un campechno vendedor de productos domésticos (John C. Reilly), y otro integrado por una broker y ama de casa (Kate Winsler) y un abogado (Christoph Waltz) Las dos parejas se muestran en principio educadas y razonables, como buenos miembros de la burguesía occidental, pero de pronto la conversación cambia de tono, se pasa al insulto descarado, el bochorno y el arrepentimiento. La discusión se reinicia una y otra vez como un bucle, y se pasa de la discusión dentro de la pareja a la guerra de sexos, perdiendo todos los papeles de forma grosera e ineducada.

En un acto de venganza cómica el director realiza un striptease moral de los hipócritas burgueses y deja al desnudo su auténtica naturaleza, ante un hecho tan insignificante como una pelea de niños. La venganza/justicia poética es un plato que se vende frío. Adultos histéricos, humor ácido, telefonía móvil y espaldas doloridas. Larga vida al infierno cómico cotidiano. (Carlos Prieto, enviado oficial a la Mostra de Cine de Venecia (. Diario Público, 3 de septiembre de 2011).

Comentario.

Cine y teatro se dan cita en el último film de Polanski, en el que ambas formas de representción coinciden sin que ninguna de ellas se imponga, conectando con el espíritu  que subyace en  la obra de Straub en las adaptaciones literarias al cine;  un único acto, un solo espacio y una misma unidad de tiempo. Cineasta y dramaturgo realizan un guión que comienza con un plano general  muy abierto en un parque bajo el puente de brooklin en  New  York, en el que los hijos  de las  dos parejas discuten, sin que se oiga de lo que  hablan, mientras suena  la música de Alexandre Desplat  que  incrementa su presencia con la entrada de la percusión a medida que el conflicto se agría y acaba en la agresión de  Zachary, hijo de los Cowan Ethan, vástago de los Longstreet. La inserción de estos dos planos, que coinciden con los títulos de crédito iniciales y  finales, funcionan como el telón que abre y cierra la representación,  al tiempo que desvela la relatividad  y superficialidad de lo que subyace en el origen del conflicto, simbolizadas por el hamster que supervive al abandono de Michael.,

Polanski hace  explicita, por medio de Alan,  la clave de la obra de Reza de que este mundo  está gobernado por  un dios salvaje que nos recuerda que debajo de nuestra capa de cultura y civilización, sólo somos animales que luchamos por nuestro territorio y por la defensa de nuestros cachorros. Ambas parejas en principio enfrentadas por la  pelea de los hijos, van abriendo la brecha por  la distancia que las separa basada en su estatus social y formación intelectual: Alan, un poderosos abogado de la industria farmacéutica, Nancy, una  broker que debe atender los problemas domésticos; Penélope una empleada, que ha colaborado en la redacción de un libro sobre el hambre en África y prepara otro sobre Dafur y su marido un vendedor de accesorio domésticos. Como los personajes de Buñuel de  El Ángel Exterminador fracasan en sus intentos de  salir de la  estancia y en cada regreso al salón profundizan la brecha, desaparecen sus máscaras y afloran los conflictos de clase y  de género, intercambiándose las complicidades entre los matrimonios,  las mujeres o los hombres. El trabajo del hombre, simbolizado por su teléfono móvil, se interpone entre Alan y Nancy; el progresismo de ONG y su tendencia a universalizar los problemas más nimios  entre Penélope y  su sencillo marido, al que ridiculiza Alan repasando el catálogo de  sus productos.No hay final posible, afirma Tomás Fernández Valentí, al igual que no lo tiene la incurable estupidez humana.

Un dios salvaje es una película divertida, sustentada en cuatro grandes actores; un film de cámara, una película decididamente menor, rodada, salvo su escena  inicial, en un estudio parisino y que, de modo harto probable, era la únia que Polanski podía filmar dada su compleja situación legal, afirma Jaime Pena en  El discreto encanto de la burguesía (Cahiers du cinema, Diciembre 2011). Es probasble que el film del director polaco no sea el mejor de su carrera, como tampo lo es el artículo del colaborador de Cahiers.

Jodie Foster, actriz comprometida, se presta a interpretar una parodia de mujeres como ella, cargando las tintas en su insatisfacción e histerismo, e incluso el consumo excesivo de alcohol, y  su prediposición a  convertir el pequeño conflicto de su hijo en un casus belli universal. Alan exclama cínicamente ante su irascible actitud, que pretende ser políticamente correcta y educada: " Cada vez que oigo a Jane Fonda, me dan ganas de comprarme un póster del Ku Klux Klan". La solidaridad de género de Nancy con ella dura el tiempo suficiente para rehacerse de sus vomitos encima de los libros de arte de Penélope y convertirse en una madre leona.



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