Un golpe de altura. Brett Ratner.



Ficha técnica:

Título original: Tower Heist.
País: USA.
Año: 2011.
Duración: 104 minutos.
Dirección: Brett Ratner.
Guión: Ted Griffin y Jefff Nathanson, basado en un argumento de Adam Cooper., Bill Collage y Ted Griffin.
Producción:  Kristi Zea.
Productores:  Brian Grazer y Eddie Murphy.
Director de Fotografía:  Dante Spinotti.
Música: Cristophe  Beck.
Montaje:  Mark Helfrich.
Compañías: Imagine para Universal Pictures, Relativity Media, Brian Grazer Production, Rat .
Entertainment.

Intérpretes:

Ben Stiller: Josh Kovacs,
Eddie Murphy: Slide,
Mathew Broderick: Sr. Fitzburg,
Tea Leoni: Claire Denham,
Casey Affleck: Charlie Gibbs,
Alan Alda: Arthur Shaw,
Jud Hirsch: Sr. Simon,
Michael Peña: EnriqueDev Reaux,
Gabourey Sidibe:  Odessa,
Stephen Henderson:  Lester McKinley
Marcia Jean Kurz: Rose,
Zeijko Ivanek: Mazin.

Sinopsis:
 
Un multimillonario sin escrúpulos, Arthur Shaw (Alan Alda),  ha estafado a sus empleados dejándolos sin blanca, así que éstos, encabezados por el gerente del edificio, Josh Kovacs (Ben Stiller) en el que vive, deciden vengarse intentando atracar su vivienda, un apartamento de lujo situado en el ático de uno de los rascacielos de la  ciudad.

Comentario.

La crónica de la crisis económica ha llegado ya a la comedia, aunque la primera parte de la película, al menos hasta la aparición de Slide (Eddie Murphy) es más dramática que cómica, ya que no es precisamente gracioso que un inquilino desahuciado de un edificio de New York, conocido como The Tower, dirigido por Josh Covacks (Ben Stiller) y abandonado por su familia, un ex-broker fracasado a causa de  los vaivenes de la bolsa, afirme que tiene la intención de vivir en una de esas  emblemáticas cajas de cartón, símbolo americano de la derrota vital; o que  el portero Lester (Stephen Henderson) se arroje a las vías del metro porque ha perdido los ahorros de 29 años de trabajo en diferentes edificios de la ciudad. El film se mueve en el mismo terreno que The Company Men, que  contemplaba   la pérdida del empleo de los ejecutivos intermedios o altos, que todavía creían en la América de las oportunidades y se asociaban para seguir luchando; los despedidos de Un golpe de altura son trabajadores de a pie, sin cualificación: ascensoristas, porteros, recepcionistas, obreros, emigrantes..., que no tienen muchas posibilidades de encontrar otro empleo. Si nos atenemos al título del film, hecho que demuestra que la crítica tampoco es inocente,  es evidente que nos va a defraudar, porque no es una película de ladrones, sino la revancha de  unos parados contra un fraudulento inversor que ha hecho desaparecer los ahorros de todos ellos . De eso va la película, y el hecho de estar realizada en clave de humor es sólo otra forma de  abordar una cuestión que preocupa globalmente.

Héctor G. Barnés (Dirigido por ...Diciembre 2011) afirma: "Sorprende el tiempo que el film se toma para detallar su discurso, producto directo de una visión de la cisis económica que comienza a aflorar también en la comedia y que prevalece en el balance final frente al chiste fácil o la secuencia de acción. Josh Kovacks destroza el prototipo de automóvil que  Arthur guarda en su despacho, y frente a la queja de que el coche es único,  le reprocha que el portero no lo debe ser, pues ni tan siquiera se ha interesado por saber si está muerto. Blockbuster, mainstream o  de cualquier forma que queramos llamar a estos títulos, serán la crónica casi única de esta crisis de la que nadie sabe cómo podemos salir. Resulta ridículo el comentario de Roger Ebert del Chicago Sun-Times, por elegir uno al azar: "No es una gran película de robos por un montón de razones, empezando por la estupidez del plan y la imposibilidad de estos personajes de tener éxito en nada más complejo que ponerse en fila (...)" . Nos preguntamos qué película ha visto. Más sutil y oportuna es la pregunta que se hace Héctor G. Barnés: "Está aflorando en las propuestas más comerciales una cierta subversión que presenta sin miedos la lucha de clases contemporánea, o simplemente nos encontramos ante una mera apelación algo hipócrita a lo que el espectador medio desea que le cuenten sobre su situación actual, con el objetivo de hacerle sentir bien? El expectador tiene la respuesta.

Un golpe de altura es una comedia que se propone ser ligeramente seria y que no apuesta por gags divertidos ni por un humor desternillante, sino por una venganza lúdica, que parece haber sido olvidada por los enogminados trabajadores del edificio, demasiado preocupados en mantener su estatus y seguir el juego al estafador, manteniendo de esta forma la jerarquía social. La constitución americana, que no contempla la censura a priori, favorece que se trate estas cuestiones desde todas las perspectivas posibles, cosa que no se está produciendo en zonas más azotadas por la depresión económica.

Los empleados de The Tower, incluído el gerente del edificio, protagonizado por Ben Stiller, al que el  empresario fraudulento le había ofrecido la dirección de una de sus empresas, van tomando conciencia con  la  quiebra y sus consecuencias, como sucedía con la protagonista de Norma Rae de  Martin Ritt (1979), aunque la comedia de Brett Ratner se incline por soluciones más bizarras,  a lo Louise-Michel del francés Benoit Delèpine, en clave americana.


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