Lo que el viento se llevó. Victor Fleming, George Cuckor, Sam Wood.






Ficha técnica:


Título original:  Gone with the wind.
País: USA.
Año: 1939.
Duración: 224 minutos 238 en la versión restaurada de DVD,

Dirección: Victor Fleming, George Cuckor, Sam Wood.
Ayudante de dirección: Eric Stacey.
Guión: Sidney Howard, Oliver H.P. Garrett, Ben Hecht, Jo Swerling, John Van Druten , basado en la novela de  Margarett Michel
Montaje y Dirección de Fotografía: Ernest Haller.
Música: Max Steiner.

Vestuario: Walter Plunkett.
Escenografía: Edward G. Boyle.
Maquillaje:  Sydney Guilaroff, Ben Nye, Hazel Rogers y Monte Westmore.

Producción: David O. Seltznick.
Compañías: Distribución: New Line Cinema.


Intérpretes:


Clark Gable: Rhett Butler.
Vivien Leigh: Scarlett O'Hara.
Leslie Howard : Ashley  Wilkes.
Olivia de Havilland : Melanie  Hamilton
Thomas Mitchell: Gerald  O'Hara.
Hattie McDaniel : Mammi.
Fred Crane.


Sinopsis:


La historia se sitúa en Georgia en  1861, en una de cuyas mansiones, Tara, viven los  O'Hara, que tienen varias hijas entre las que destaca por su belleza Scarlett, la  joven  más  caprichosa y egoísta de la región. Ella suspira por el amor de Ashley, pero él está prometido con su prima, la dulce y bondadosa Melanie. La Guerra de Secesión (1861-1865) está a punto de estallar y  en la última fiesta, celebrada antes del comienzo de las hostilidades entre el norte y el sur, Scarlett conoce al simpático, cínico y apuesto Rhett Butler, un vividor arrogante y aventurero, que sólo piensa en sí mismo y que no tiene ninguna intención de participar en el conflicto. Lo que él desea es hacerse rico y conquistar el corazón de la hermosa Scarlett. 


Comentario.

Lo que el viento se llevó (Gone with the wind) es una película notable por lo tormentoso de su rodaje, en el que llegaron a participar hasta cinco directores, y por las pasiones  enfrentadas que despierta entre críticos  y público. A través de la historia de una familia, representada  por el personaje de  Scarlett, se narra la última epopeya épica de los representantes del ancien régime y la última batalla que libró la clase burguesa ascendente que protagonizó  la revolución burguesa americana que germinó en los estados del Norte, a cuyos combatientes se les denominó  yankis, que abolieron la esclavitud y sentaron las bases de la revolución industrial que convirtió en menos de medio siglo a los recién creados Estados Unidos en la primera potencia mundial. El viento se llevó el sometimiento  y abuso de la población negra, representado  visualmente por esas niñas de seis a ocho años que abanican a las jóvenes blancas, en habitaciones destinadas a tal efecto, mientras realizan un descanso y se recuperan liberadas de sus corsés, en medio de las fiestas, para seguir disfrutando.

Tras el triunfo de los yankis muchos antiguos siervos siguieron  trabajando para los blancos como si la revolución jamás se  hubiera producido, y recibiendo a cambio la caridad  y el cariño acorde con el que se profesa a una raza inferior de sus antiguos amos. La inercia y la seguridad  era en ellos superior al deseo de liberación. Secarlett es una mujer caprichosa, ambiciosa, que ama sus propiedades y es capaz de las mayores vilezas, como casarse en varias ocasiones sin querer a sus esposos a cambio de la financiación de sus proyectos; tenaz y persistente en sus ambiciones, ya sean económicas o amorosas, es capaz de resistir toda su vida, esperando que llegue la ocasión de que el otro ceda a sus pretensiones, ya se llame Ashley o Rhett, pero si bien gana en el terreno  de sus finanzas y levanta Tara tras la guerra, después de poner a Dios por testigo de que jamás volvería a ser pobre, pierde su batalla con los hombres, que si bien se sienten atraídos por ella, no están dispuestos a entregarle sus vidas. El film es an largo y en ocasiones excesivo que da tiempo para que mueran varios de sus protagonistas (padre, hija, mujer de Ashley) y acabe su vida, aún joven, sola en su mansión, pero sin perder las esperanzas de salirse con la suya.

A diferencia de Madame BovaryScarlett es rica y emprendedora y lucha como un hombre por defender y sacar adelante sus propiedades y negocios, y como un hombre también se bate por el ser querido y no se rinde con facilidad; Rhett,  el representante del hombre-hombre, mujeriego, duro, ambicioso, egoísta  y  sin escrúpulos para hacer dinero, no logrará doblegar a la frágil en apariencia y bella mujer, hasta el final, en que, como en una novela  romántica, salva su orgullo masculino y abandona a Scarlett. Los personajes son arquetipos: Melanie es la representante de la dulzura, la bondad, la comprensión, la buena fe; Scarlett del egoísmo, la perfidia, el capricho y la indiferencia al sufrimiento de los demás, y a la vez de una mujer  una adelantada de su tiempo,  emprendedora y con capacidad para los negocios. Los mismo ocurre con los personajes masculinos. Si Ashley es una réplica de su mujer, Rhett lo es de Scarlett; la primera pareja es el símbolo del matrimonio amante, sin grandes pasiones, que vive una vida sosegada y tranquila, y a la vez dependiente económicamente de Scarlett; O'Hara y Butler parecen extraídos de  novelas románticas para mujeres: duros, crueles, combatiendo por imponer su dominio uno al otro, emblematizando las pasiones amorosas desenfrenadas en esos abrazos tan repetidos en el cine de la época, en los que el  hombre doblega a la mujer mientras la besa apasionadamente. Hoy ya es historia.

 Max Steiner y sus  colaboradores, Adolph Deutsch, Hugo Friedhofer y Heinz Rohenheld,  son los responsables del score musical, que como en el teatro abre y cierra el film con una pantalla en negro, que marca también el intermedio. Destacan  el “Tema de Tara”, que el tiempo ha convertido en símbolo sonoro del cine y  utiliza  fragmentos de composiciones  populares,  militares Batle Hymn of the Republic, tradicionales, Yankee Doodle,   populares,  Dixie’s Land, e incluso clásicas como  el Coro de la boda de Loengrin de Wagner..

Es un film coral que  permite  al espectador comprobar la ceguera de los señores feudales del sur, que pretendían enfrentarse a los cañones de los industriosos habitantes del norte con el honor. La batalla la tenían perdida de antemano pues el desarrollo de las fuerzas productivas era irrefrenable  e iba a llevarse por delante las grandes plantaciones sostenidas con el trabajo de miles de esclavos negros. Los yanquis aparecen como burdos e ignorantes hombres sin clase. El tiempo puso a cada uno en su sitio, y hoy son los estados del NE los más ricos y los que concentran a la intelectualidad del país; el sur perdió no sólo la guerra, sino el ritmo de la historia.


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