El perdón. Michael Winterbottom.








Ficha técnica:


Título original: The claim (La concesión)
País: USA.
Año: 2000.
Duración: 120 minutos.

Dirección: Michael Winterbottom.
Guión: Frank  Cottrell Boyce, basado en la novel The mayor of Casterbridge  de Thomas Hardy.
Casting: Wendy Brazington.
Música: Michael Nyman.
Dirección de Fotografía: Alwin  H.Kuchler.
Montaje: Trevor Wayte.
Dirección artística: Ken Rempel.
Decorados: Paul Healey.

Vestuario:  Joanne Hanson.

Producción:  Andrew Eaton.
Diseño de producción: Ken Rempel y  Mark Tildesley.
Co-producción: Douglas Berquist.
Productor ejecutivo: Martin Katz, Andrea Calderwood y Alexis Lloyd.
Productor manager:Anita Overland.
Compañías: United Artists Films, Pathe Pictures presentan una producción de Revolutions Films y Grosvenor Park Production; distribución: MGM Distribution Co.

Intérpretes: 


Milla Jovovich: Lucía, 
Wes Bentley: Donald Dasglish.
Nastassja Kinski:Elena Burn/ Dillon,
Peter Mullan: Daniel Dillon.
Sarah Pollei: Hope Burn/Dillon,
Julian Richings: Bellanger,
Phillipa Peak: Sarah.



Sinopsis:


Dillon es dueño de muchos de los negocios de Kingdom Come. Ve amenazado su dominio sobre la ciudad con la llegada de Dalglish, un ingeniero al servicio de la compañía ferroviaria Central Pacífic, interesada en que el ferrocarril atraviese la ciudad. Dillon está convencido en que los planes de Dalglish le perjudican y está dispuesto a hacer cualquier cosa para evitarlo. Con el joven técnico llegan algunas mujeres, como Elena y su hija Hope, que  esconcen un oscuro´secreto que él oculta a los demás.


Comentario.


Tragedia shakesperiana para unos, intento de renovar el género para otros, el film de Winterbotton no deja indiferente a casi nadie. Un hombre vende a su mujer y su hija y, cuando la vida parece que le sonríe, su pasado le sale al encuentro y le niega el perdón que reclama. Al final todo aquello que despierta la ambición del hombre, (el oro, el lujo, las mujeres) , pierde toda  relevancia y le deja sólo e incapaz de soportar su propia existencia.  Los héroes del relato se sitúan por encima de la mediocridad, despreciando el tesoro que abandona Dillon,  sobre el que se arrojan las masas,  y centrándose en el sentimiento sublime del progreso y el amor. El pionero luchó por atesorar, el ingeniero sólo tiene como objetivo construir la modernidad. Son los representantes de dos épocas distintas: la de la acumulación precapitalista y la del asentamiento de las bases de la modernidad; Winterbotton acerca el western al drama moderno en coherencia con su planteamiento de fondo.

Paisajes nevados, planos cortos y constantes movimientos de las masas, construyen una diégesis en la que confluyen dos epopeyas americanas: el fin de los pioneros que abrieron el camino  con su marcha hacia el oeste y la construcción del  ferrocarril, no exenta de crueldad, que  decidió qué pueblos iban a sobrevivir  y cuales debían ser abandonados a su suerte. Si los colonos primitivos despojaron a los aborígenes sin compasión, sufrirán la misma suerte a manos de inversores que trazan en sus despachos las líneas férreas, sin atender a sus sufrimientos , haciendo buena la máxima de que el pez grande se come al chico. El director realiza un film en el que el western cede terreno a un drama ubicado en un tiempo y un lugar en que se está gestando la modernidad.  "Extraño y vigoroso western (...) insólito, radical y desatado, una mezcla de gran pureza entre vigor épico y melodramático. Está compuesto por extraordinaria audacia formal (...) Cine vivo y noble, gran cine", para Ángel Fdez. Santosdel  Diario El País (Filmaffinity) 


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