Ultimatum a la tierra. Robert Wise.

Ciencia-ficción

Imagen cedida por BMA House a cinelodeon.com

Ficha técnica:

Título original: The day  the  hearth  stood Still.

País: USA.

Año: 1951.

Duración: 89 minutos.

Dirección: Robert Wise.

Guión: Edmund H.North, basado en  una historia de Harry Bates,

Música: Bernard Herrmann.

Director de Fotografía: Leo Tover, A.S.C..

Director artístico:  LyLe Wheeler y Addison Hehr.

Efectos fotografía: Fred Sersen.
Edición: William Reynolds, A.C.E.

Sonidos: Arthur  L. Kirbach y Harry M.Leonard.

Decoración del set: Thomas Little y Claude Carpenter.

Vestuario: Travilla y Perkins  Bailey

Maquillaje: Ben Nye.

Producción: Julian Blaustein.

Compañías: 20 th. Century Fox.

Intérpretes:

Michael Rennie: Klaatu

Patricial Neal

Hugh Marlowe

Sam Jaffe.

Billy Gray

Frances Bavier

Lock Martin

Sinopsis oficial :

Una nave espacial aterriza en Wadhington D.C. y de ella sale un extraterrestre flanqueado por un amenazador robot con una capacidad destructora increíble. Así empieza la película de ciencia-ficción Ultimatum a la Tierra, un clásico de los años 50 que seguirá siendo una fuerza de inspiración para futuras películas de invasiones extraterrestres. Tras ver  rechazados sus esfuerzos por reunirse con los líderes mundiales para prevenirles del fin inminente de la Tierra, el extraterrestre Klaatu (Michael  Rennie) se lanza a la calle. Sólo una bella joven (Patricia Neal) y un ilustre científico (Sam Jaffe) responden a la petición de paz de Klaatu, mientras que el resto de la humanidad reacciona con desconfianza, miedo y violencia. Dado el poco tiempo que queda, Klaatu se ve forzado a realizar un espectacular despliegue de sus extraordinarios poderes, dando una lección a toda la humanidad.

Comentario.

El film de Robert Wise, realizado  en la época del enfrentamiento entre bloques capitaneados por EE.UU. y la URSS,  en el  contexto de la guerra fría que surgió tras la segunda guerra mundial,  y la amenaza constante de enfrentamiento  nuclear, es importante por la creación de una iconografía minimalista, potente y eficaz, que ha inspirado a realizadores posteriores de la categoría de George Lucas, Tim Burton o Ridley Scott. La llegada de un ovni, (no olvidemos lo que esta sigla significa: objeto volante no identificado, que tanto rendimiento tuvo en el pasado), despierta los monstruos del hombre de mediados del siglo XX: el miedo y la desconfianza ante el extraño y el diferente, reforzado por el  inquietante acompañamiento del theremin, que fue  utilizado posteriormente por Tim Burton en Mars attacks, en cierta medida una réplica en tono irónico, realizada en 1997, cuando ya había caída el muro de Berlín  y los hombres creían superada la era nuclear.

Ejecutada hábilmente con la tecnología de la época, (proyecciones traseras, modestia en la decoración de los sets y la figuración de los alienígenas, constituída por actores enfundados en trajes más o menos aparentes), con un lenguaje visual que obvia lo superfluo y todo aquello que desvía innecesariamente la eficacia del relato, la película alerta al espectador sobre la posibilidad de creación de un orden mundial, que se sirve de un cuerpo policial formado por autómatas para la represión de actos de violencia que puedan  en peligro a los planetas vecinos. El objetivo  de esta fuerza galáctica no es otro que evitar amenazas y agresiones entre las distintas naciones del planeta Tierra, que restan fuerzas a los humanos para seguir progresando en un mundo en paz. Film antimilitarista por consiguiente, que no entra en la forma de gobierno que los distintos pueblos se den autónomamente, siempre que se respeten los derechos humanos y la libertad de las conciencias, ente las que no excluye la existencia de un sumo hacedor. Es por tanto una cinta  que, por un lado establece categorías universales como la libertad de los pueblos, la no injerencia en asuntos internos, la supremacía de la ciencia y la ideología por encima de la política y el ejército, etc., y por otro denuncia la política de bloques  y la guerra psíquica que padeció el hombre desde el fin de la guerra hasta la caída del muro de Berlín. Hoy puede ser entendida como una crítica al uso de la violencia más general y con algún problema de interpretación por quienes desconocen el contexto bélico en que se realizó.