El hombre de las pistolas de oro. Edward Dmytryk.
















Ficha técnica:

Título original: Warlock.
País: USA.
Año: 1959.
Duración: 116 minutos aproximadamente.
Guión: Robert Alan Arthur, basado en la novela de Aokley Hall.
Música: Leigh Harline. Director : Lionel Newman.
Dirección  de Fotografía: Joseph MacDonald, A.S.C.
Asesor color 'De Luxe': Leonard Doss.
Director artístico: Lyle R. Wheeler, Herman A. Blumenthal.
Decoración del set: Walter M.Scott, Stuart A.Reiss.
Efectos especiales fotograficos: L.B. Abbott, A.S.C.
Edición: Jac W.Holmes.
Maquillaje: Ben Nye, S.M.A.
Peluquería Helen Turpin, C.H.S.
Suevia Films, 20th Century Fox.

Intérpretes:

Richard Widmark : Johnny Gannon,
Henry Fonda: Clay Blaisedell,
Anthony Quinn: Tom Morgan.
Dorothy Malone:  Lily Dollar,
Dolores Michaels: Jessie Marlow,
Wallace Ford: Judge Holloway,
Tom Drake: Abe MacQuown.,
Richard Arlen: Bacon,
De Forest Kellet: Curley Burne,
Regis Tomey: Skinner.


Sinopsis:

Warlock es una pequeña y polvorienta ciudad que se dedica a la cría de ganado y que está dominada por una banda de rufianes y malvados. Después de numerosos asesinatos los iudadanos eligen a Clay Blaisdell (Henry Fonda), como sheriff de la ciudad. Clay es un  pistolero profesional que siempre viaja con un matón llamado Tom Morgan (Anthony Quinn). Además, Jhonny Gannon (Richard Widmark) que fue hasta hace poco  tiempo miembro de la malvada  banda, ha sido nombrado sheriff adjunto, un puesto paralelo al de Clay, pero 'legal'. Jessie Marlow  (Dolores Michaels), conocida como el 'Ángel de Warlock'  se enamora de Clay, que pronto comenzará a hacer limpieza en la ciudad, enfrentándose al lídes de los pistoleros Abe MacQuown (Tom Drake) . Éste se verá obligado a rendirse ante las armas de Clay, pero la banda no se dejará amedrentar tan rápidamente...

Comentario:

El western es un género que tiene la virtud de informar al espectador  acerca de cómo se produjo la acumulación pre-capitalista en los pequeños poblados del lejano oeste, donde apenas llegaba la civilización y  la fuerza sustituía a la ley. 'El hombre de las pistolas de oro'  es una cinta clásica, aunque hay quien la ha apellidado crepuscular, en la  que el inicio de la actividad ganadera tiene su reflejo en  la ciudad de Warlock, un núcleo filiforme que simboliza la marcha hacia el oeste, en cuya única calle se levantan el saloon, elegante y afrancesado, el 'Palacio Francés', el banco de la ciudad, el almacén y la cárcel; por esta única calle llegan los forajidos, se desmandan, atemorizan a la población y se van. Este mismo recorrido lo hacen los 'salvadores', legales o no, que tras resolver el conflicto siguen su camino, como hace Henry Fonda, cuya imagen cabalgando lentamente, de espaldas al espectador, indica el fin de esta historia.

Edward Dmytryk  era un cineasta que murió en 1990, de origen ucraniano, que fue incluido  en la lista negra de 'Los 10 de Hollywood' por el Comité de Actividades Antiamericanas (HUAC), que impulsó la llamada 'Caza de Brujas' del maccarthismo. Como les sucedió a otros,entre ellos Elia Kazan,  tras meses de prisión y tortura, denunció a  compañeros y lo más denigrante es que llegó a acusarles  de presionarlo para incorporar mensajes izquierdistas en sus películas. Esta operación de acoso y derribo de artistas pasó, pero quedó la vergüenza, que muchos norteamericanos sienten como una mancha en su propia alma. Como hicieron muchos, ya liberado de su prisión, emigró a a Inglaterra, donde realizó este film. Desde allí  siguió trabajando para grandes estudios norteamericanos como  FOX,  MGM o  Paramount, y  logró fichar  a   los actores más consagrados.

En la película  que comentamos, producida por 20th. Century Fox, trabajaron como co-protagonistas principales Henry Fonda, Richard Widmark  y Anthony Quinn . Dmytrik  pone en guardia a su público ante el abuso de poder, consecuencia del temor de los ciudadanos, y ya  en  la primera secuencia muestra la paradoja de que un hombre solo, el sheriff debe enfrentarse a  la Banda de MacQuown, que  lo  humilla y  lo pone en fuga de inmediato,  ante la pasividad de toda la población. Un comité cívico decide contratar a un pistolero como marshal, Clay Blaisdell, 'El hombre de las pistolas de oro', (Henry Fonda), ante el disgusto del juez, nombrado por los habitantes, que advierte que todo hombre que se coloca por encima de los demás, sin tener al menos una responsabilidad moral, no puede ser más que un asqueroso asesino. Sólo hay algo por encima de todos los que ejercen el poder: la Ley.

Clay Blaisdell llega acompañado por Tom Morgan (Anthony Queen), que forman con Lily Dollar (Dorothy Malone), que llega poco después a la localidad , un triángulo de claras connotaciones amorosas, al que luego se añade un lado más: Jessie Marlow  (Dolores Michaels), de la que se enamora Blaisdell, aunque no puede competir con Morgan, resultando claramente  la perdedora. Ambos hombres, rudos y duros pistoleros, viajan juntos, visten ropas de seda, comparten  estancias lujosamente decoradas y presididas por cuadros de motivos eróticos;   un gran retrato de Lily, preside la cama de Tom.

Johnny Gannon, (Richard Widmark)  perteneciente a la banda de  MacQuown, asqueado de los  actos  reiterados de barbarie del grupo, cuyo único fundamento  autocomplaciente era  el haber llegado los primeros a estos parajes, exigiendo el respeto y sumisión de los demás, decide pasarse del lado de la ley y se enamora de Lily, lo que provoca un doble conflicto con Clay y Tom: coloca al pistolero contratado para ejercer de  marshal fuera de la ley , al  haber sido  nombrado por un comité que carecía de facultades legales para ello, (situación   que Dmytrik identifica con el Comité de Actividades Norteamericanas ), y produce una fisura entre los dos camaradas, al ser correspondido por la mujer, atada por un oscuro pasado  a  ambos. Lo más significativo es la reacción de Clay Blaisdell tras  los acontecimientos que se irán sucediendo. Hombres fuertes con oscuras pasiones que les debilitan, y frente a ellos un magnífico Richard Widmarck, de apariencia débil, sin fama de ser el mejor pistolero y  maltrecho,  se enfrenta a sus enemigos malherido en una mano y con modestia, física e intelectual, recibiendo por fin el apoyo de sus conciudadanos y el arrepentimiento de alguno de sus  antiguos compañeros. No se sabe si las cosas hubieran podido ser  así o es así como le hubiera gustado que fueran a Edward Dmytryk. Concede un premio de gran significado para su 'débil' sheriff: Clay le regala sus pistolas de oro.

Si algo evidencia este film es que Dmytryk estaba muy quemado, sentimiento que experimentaron  otros muchos, como Charlie Chaplin o Humphrey Bogart, por citar alguno de la larga lista, ante la terrible regresión de la libertad de expresión, y la vileza del comité que obligó a muchos hombres a denigrarse públicamente tras  ser privados de libertad, y empujó a otros (Elia Kazan)  a denunciar a sus compañeros por miedo a perder sus piscinas, según denunció Orson Welles.






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