La ventana indiscreta. Alfred Hitchock.





Ficha técnica:

Título: Rear Window.
País: EE.UU.
Año: 1954.
Duración: 112 minutos
Director: Alfred Hitchcock.
Guión: John Michael Hayes, basado en un relato de  Cornell Woolrich.
Fotografía: Robert Burks, A.S.C. Color, Technicolor.
Consejero: Richard Mueller.
Efectos especiales: John P.Fulton.
Decorados: Hal Pereira, Joseph McMillan Johnson, Sam Comer y Ray Mayer.
Música: Franz Waxman.
Montaje: George Tomasini.
Vestuario: Edith Head.
Sonido: Harry Lindgren y John Cope.
Producción: Alfred Hitchcock.
Distribución: Paramount. Producción: Universal.

Intérpretes:

James Stewart: L.B. Jeffries, "Jeff",
Grace Kelly: Lisa Fremont,
Wendell Corey: Thomas J.Doyle,
Thelma Ritter:  Stella,enfermera,
Raymond Burr: Lars Thorwald,
Judith Evelyn : Corazón solitario,
Ross Bagdasarian: el compositor,
Georgine Darcy: La señorita Torso, la bailarian,
Jesslyn Fax: la escultora
Rand Harper:  el recién casado,

Sinopsis

Cuando, como consecuencia de una fractura en la pierna, el fotógrafo J.B. Jefrries, 'Jeff' (James Stewart) se ve confinado a una silla de ruedas, acaba observando obsesivamente las vidas privadas de los vecinos del patio interior de su manzana. Pronto empieza a sospechar que uno de ellos, un viajante, ha asesinado a su esposa por lo que recurrirá a la ayuda de su  elegante y famosa novia (Grace Kelly), para investigar la sospechosa cadena de sucesos, que, en última instancia, conducen a uno de los fianles más memorables y apasionantes de la historia del cine.


Comentario:

La ventana indiscreta no se aparta un ápice de los rasgos que caracterizan el cine Hitchcock, una mezcla de voyeurismo, sentimiento de culpa y sexualidad, en un tono muy contenido que le da un toque británico, y  de penetración psicológica de los personajes, indagando las posibilidades del metalenguaje cinematográfico, hecho que ha propiciado multitud de literatura  temática (filosoía, psicología...) en torno a la película. Toda la historia está narrada desde el punto de vista de Jeff, inmovlizado en una silla de ruedas, tras fracturarse una pierna,  incapacidad  que se convierte en el mac guffin, la excusa que mueve a los personajes y los planos, la fórmula secreta del film. Convertido el protagonista en un mirón  y tras arrastrar a los espectadores a esta posición mental, lo importante es poder  controlar y manipular las reacciones que suscita: ¿miedo?, ¿curiosidad? Las ventanas que se encienden en el patio son los planos,  susceptibles de ser montados, yuxtapuestos   de mil maneras hasta llegar al resultado final. Durante el tiempo de la película, el músico observado desde la ventana de Jeff, va construyendo la melodía con la que concluye la obra, cuyo nombre es Lisa.

La misma inmovilidad del protagonista  es utilizada como símbolo de su posición en la relación de pareja, para determinar quién es el dominante en dicha relación. James Stewart encarna a un corresponsal, un fotógrafo internacional , alguna de cuyas fotografías penden de las paredes del pequeño apartamento de Greenvich Village., en el lado oeste de ManhattanLisa Carol Freemont , (Grace Kelly), es una mujer de la alta sociedad, el prototipo del director: rubia  de apariencia fría, con fuego en el interior, bellísima y de linaje, vestida en alguna ocasión como luego lo harán  Tippi Hedren  (la mujer que rechazó a Hitchcock) o Kim Novak, con un  traje sastre de falda estrecha y un peinado con moño de lado. La aparición de Grace Kelly, vestida de verde, en la puerta por la que penetra la luz en la pequeña estancia, hace que te de un vuelco el corazón. Los diálogos entre ambos son incisivos, pero calmados y elegantes, encendiendo cigarrillos en los momentos álgidos, lo que es un tortura para el que está haciendo esfuerzos titánicos para dejar de fumar, en un momento en que está demonizado el tabaco. Cada uno de ellos intenta ganar terreno, aunque un detalle nos hace prestar atención: ella se mueve con libertad, el  está atado a su silla de ruedas (¿su trabajo,¿ sus ideas...?), ella va tan ligera de equipaje que le cabe en una pequeña maleta en forma de bolso. La imagen en la que la vemos recostada en una chaise longue, abandonados sus vestidos de más de mil dólares y enfundada en unos vaqueros puede ser muy engañosa: lee atentamente un libro, Beyond The High Himalayas, que cambia por una revista de moda, Harper's Bazaar, tan pronto como él cierra los ojos.

El protagonista se debate entre centrarse en sí mismo y afrontar el matrimonio inevitable con Lisa, a la que sin duda  quiere, o escudriñar en el exterior y entretenerse jugando con la gigante casa de muñecas que tiene ante sí. El resultado de la intromisión de ella en las pesquisas de él, es la rotura de la otra pierna. Si antes estaba inválido, ahora lo está doblemente. Pero la misoginia de Hitchcock no se limita a la novia de Jeff. Stella (Thelma Ritter), La enfermera aunque finalmente se suma a la tesis del homicidio que defiende el fotógrafo, siente primero  un placer sádico al estropearle un almuerzo que él mira casi con gula, llevando al extremo del absurdo sus  argumentos y describiéndole con ironía el descuartizamiento de la mujer en el lugar que se puede limpiar con más facilidad: la bañera. El resto de mujeres de la cinta son explosivas, rodeadas de admiradores, como la Señorita Torso (nombre muy significativo de su objetivación), o son unas histéricas  solteronas, figura que no escasea en las películas del director, como la Señorita Corazón Solitario, o posibles víctimas de sus maridos, como la mujer de Lars Thorwald, o la del matrimonio que duerme en el balcón, que arrastra a su marido junto con el colchón un día de lluvia, y lo hace caer a la estancia por la ventana.

Noël Simsolo incluye el film en su lista de cine negro, porque, a su modo de ver, el tema de la pareja no es esencial. Según su criterio Hitchcock se limita a hacer de Hitchcock con William Irish, reinventando una de sus novelas, Rear Window (La ventana indiscreta, 1954), obra maestra incuestionable cuya fuerza formal no se corresponde en absoluto con la estética que emana de la escritura  del novelista. El componente psicológico del fisgón, del voyeur, cuyo mecanismo de defensa  contra la incertidumbre y el caos de la vida lo constituyen sus instrumentos de trabajo, entre los que se encuentran  los objetivos de  su propia cámara, símbolo de su existencia,  que funciona a modo de máscara;  cree  que  el flash  le protege  de  los ataques externos, aunque finalmente descubre que  sólo retarda su enfrentamiento con la realidad. También ha habido trabajos que relacionan la película con la filosofía ( Anacleto Ferrer. Filosofía y cine), considerándolo un trasunto del ' mito de la caverna' de Platón. No cabe duda que la imagen es por lo menos aceptable, si nos colocamos en la perspectiva del espectador, que es la de James Stewart, inmovilizado en su silla, atento a lo que sucede en la pantalla iluminada e identificando al actor con el personaje, la ficción con la realidad (Ortega y Gasset. El espectador y el lenguaje). Esto es el cine.

Hitchcock era partidario de usar los diálogos, sólo en caso de no hacerse entender por la cámara, como lhace con la representación del triunfo de Lisa sobre Jeff, cuando muestra en su dedo la alianza de la esposa de Raymond Burr, signo evidentemente polisémico: ha descubierto al asesino y la recompensa es el matrimonio, tras vencer la resistencia del hombre.  Dosifica las imágenes en función  de los fines dramáticos o emocionales, para no malgastarlas. El plano-secuencia es un instrumento básico para poder recoger en un sola toma el patio adormecido por el calor, el rostro sudoroso de James Stewart, el recorrido  de la cámara por su cuerpo hasta la pierna enyesada, siguiendo hasta una mesa en la que se ve una cámara fotográfica rota, un montón de revistas y unas fotografías de carreras de coches colgando de la pared. Con un sólo plano nos ha puesto en antecedentes sobre el lugar, el protagonista, su oficio y el accidente de que ha sido víctima. El director defiende que el diálogo debe ser un ruido entre los demás, un ruido que sale de la boca de los personajes, cuyas acciones y miradas son las que cuentan una historia visual.

El crimen imaginado por el fotógrafo tras ver una serie de signos indiciarios, y enriquecido por la 'intuición femenina'  de Lisa, se basa en dos  asesinatos reales. El guionista  John Michael Hayes eligió dos casos que impactaron en  la sociedad  británica y produjeron alarma social: 'El caso Patrick Mahon', que asesinó a una muchacha en un bungalow, en la costa al sur de Inglaterra, cortó el cuerpo y lo dispersó, trozo a trozo, arrojándolos desde un tren y  quemó la cabeza en su chimenea; El caso Crippen, un doctor que asesinó a su mujer, la descuartizó, y esparció el rumor de que su esposa se había ido a vivir a California. Cometió un error, al permitir que su secretaria disfrutara de algunas joyas de su mujer.

Hay un último aspecto cinematográfico que no se puede despreciar, la colaboración de Edith Head en la construcción de la imagen inolvidable de Grace Kelly, que ha quedado alojada en el imaginario colectivo mundial. Hitchcock no suele dar una buena imagen de alguno de sus colaboradores, como el músico FranzWaxman , que trabajo por última vez para el director británico en esta película, después de realizar las bandas sonoras de filmes como Rebecca o El Proceso Paradine y conseguir un Oscar por Un lugar en el sol de George Stevens, del que dice lindezas como la siguiente: "Al otro lado  del patio teníamos al músico que se emborrachaba; quería que se  le oyera componer la canción , desarrollarla y que, a lo largo de todo el film se la oyera..." El músico introdujo temas de  de la película de Stevens, como Farewell and Frenzy y otros no creados para Rear Window.




..., un fotógrafo

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