Peggy Sue se casó. Francis Ford Coppola
Ficha técnica:
Título original: Peggy Sue got married.
País: USA.
Año: 1986.
Duración: 103 minutos.
Dirección: Francis Ford Coppola.
Guión: Jerry Leichting, Arlene Sarner.
Casting: Pennie du Pont.
Dirección de Fotografía: Jonan Cronenwth.
Música (composición y dirección) : John Barry.
Decorador del set: Marvin March
Director artístico: Alex Tavoularis
Vestuario: Theadora Van Runkle. Ivette Silberman, Michael J. Voght, Mary Elizabeth till.
Maquillaje: Frank Griffin, John Rizzo.
Peluquería : Candida Conery, Susan Kalinouwski.
Edición: Barry Malkin.
Producción: Paul R. Gurian.
Productor ejecutivo: Barrie M.Osborne.
Tristar Pictures.
Intérpretes:
Kathleen Turner: Peggy Sue.
Nicolas Cage : Charlie Bodell.
Barry Miller: Richard Norvick.
Katherine Hicks: Carol Heath.
Joan Allen: Maddy Nagle.
Kevin J. O'Connor: Michael Fitzsimmons.
Jim Carrey: Walter Getz
Barbara Harris: Evelyn Kelchner.
Don Murray: Jack Kelchner.
Sofia Coppola:: Nancy Kelcher.
...Sinopsis:
Peggy Sue (Kathleen Turner) es una mujer de mediana edad que está deprimida por la reciente separación de su marido Charlie Bodell (Nicolas Cage). En la fiesta del veinticinco aniversario de su graduación escolar se reune con sus viejos compañeros, vestida según la moda de la década de los 50,. Cuando recibe el premio de reina de la fiesta, Peggy sufre un desmayo y misteriosamente despierta en el mismo lugar pero 25 años antes. Sirviéndose de la experiencia adquirida con el tiempo, intentará cambiar los errores cometidos.
Comentario.
Francis Ford Coppola realiza en 1986 un comedia fantástica protagonizada por la fugazmente espectacular Katleen Turner y un jovencísimo Nicolas Cage. Su propia hija Sophia, desempeña un pequeño papel en la cinta. Peggy Sue no sólo atraviesa el espejo para profundizar en su alter ego, sino que viaja en el tiempo hacia su adolescencia, en el que escruta la posibilidad de hacer cambios sustanciales que mejoren su vida en el futuro . La inmersión de una mujer de la década de los 80, con su indumentaria vintage, en la de los 50 es ante todo un recorrido moral a la inversa, en el que soprende a familiares y amigos con sus costumbres ( que es o que significa en realidad la palabra moral, del etimo latino mos-moris) más liberales, en lo que se refiere a la práctica del sexo y el consumo de tabaco y alcohol. El contraste produce situaciones de gran comicidad, pero no produce los cambios sustanciales pretendidos, ya que es incapaz de imaginar algo diferente a lo vivido, cosa que sólo le permitiría un viaje al futuro. Vuelve a rechazar a sus antiguos pretendientes, Richard Norvick, un científico de renombre, y Michael Fitzsimmons, un buen escritor y sigue enamorada de Charlie (Nicolás Cage). Su vuelta al mundo real, después de atravesar de nuevo el espejo, llega acompañada de cierta liberación de sus ligaduras matrimoniales, poniendo ella las condiciones para el reencuentro. En el camino ha cambiado algo: se ha quitado la del puritanismo de la clase media americana y ha deshecho el encanto de la fidelidad ilimitada a Charlie , cumpliendo su antigua fantasía de acostarse con Michael, compañero de clase, que le regala un ejemplar de su libro que incluye una recordatorio de la noche que pasó con Peggy, detalle con el que Coppola nos advierte de que el viaje no ha sido en vano.
Charlie Bodell, (Nicolás Cage), representa el paradigma de la pérdida de los ideales de la juventud en la lucha por la supervivencia en una sociedad que doblega a los hombres y decide cuando debe llegar el momento en que dejen de soñar. Para él el destino ha preparado una vida vendiendo electrodomésticos, con poco espacio para la poesía. La pasión por la música le alejó incluso de la Universidad, y le arrastró a una vida pragmática, con la única satisfacción de realizar alguna escapada sexual extramatrimonial. Ninguna experiencia real o extrasensorial le permitió ver cómo iba a ser su vida en el futuro, negándosele también la posibilidad de realizar pequeños cambios. En la última secuencia, junto a la cama de Peggy, a este lado del espejo, su esposa lo ve viejo y cansado, perdido la aureola que acompaña al enamoramiento.
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