Willow. Ron Howard.
Ficha técnica:
Título original:
País : USA..
Año: 1988.
Duración:120 minutos
Dirección: Ron Howard.
Guión: Bob Dolman, basado en una historia de George Lucas
Diseño de producción: Allan Cameron.
Efectos visuales: Dennis Muren. Micheal MacAlister, Phill Tippett (Industria Light and Magic.
Supervisor efectos especiales: John Richardson.
Vestuario: Barbara Lane.
Director de Fotografía: Adrian Biddle, B.S.C.
Editores: Daniel Hanley y Michael Hill.
Productor: Nigel Wool.
Productor asociado: Joe Johnston.
Productor ejecutivo. George Lucas.
Musica: James Horner
Maquillaje: Nick Dudman
Peluquería: Joan Carpenter Eithne Fennell.
Artistas conceptuales: Christos Achilleos y Jean "Moebius" Giraud.
20th Century FoxLucas Film Production/ Imagine Entertainment
Intérpretes:
Val Kilmer: Madmartigan.
Joanne Whalley: Sorsha.
Warwick Davis: Willow,
Patricia Hayes: Raziel,
Gavan O'Herlihy: Airk.
Phil Fondacaro: Vohnkar.
Pat Roach: Pat Roach,
Rick Overton: Franjean,
Kevin Pollak: Rool,
Billy Barty: High Aldwin.
Jean Marsh: Reina Bavmorda.
Sinopsis:
Cuando el poeta Wilow Ulgood (Marwick L. Davis) encuentra a un bebé abandonado, de repente se ve metido en una aventura llena de magia y peligros. Según una antigua profecía, la niña sagrada Lora Danan, está destinada a poner fin al reinado de la malvada hechicera Reina Bavmorda (Jean Marsh). Con un sólo luchador a su lado, Madmartigan (Val Kilmer), Wilow deberá vencer a las fuerzas de la osucridad, que amenazan con destruir a aquel que se ponga en el camino de la Reina.
Comentario.
George Lucas y Ron Howard dan a luz un film con hondas raíces en la cultura clásica greco-latina y en los cuentos europeos, especialmente anglo-sajones, utilizando una iconografía sumamente atractiva para unos niños que, al crecer siguen disfrutando de una cinta que les agradó en su infancia. La génesis de la historia parte del tantas veces referenciado abandono de Rómulo y Remo en el río Tiber, en una cesta, la salvación por parte de una loba y su posterior cuidado por Lentulo, el pastor real que los entregó a su mujer Larentia para que los educara. Elora es hallada por los hijos de Willow, un pastor nelvyn, un pueblo de enanos, que es obligado por la tribu a cruzar un bosque y encontrar a un daikini, un hombre grande, con el fin de que se encargue de la pequeña. La tragedia se desencadena por el temor de Bavmorda de que se cumpla la antigua predicción de que va a ser destronada por una niña, temor que le empuja a repetir el crimen de Herodes y asesinar a todas las recién nacidas.
Manzanas, signo de tentación, hombres de todos los tamaños (daikini grandes, nelvyns, enanos, y brownis, liliputienses que evocan las avenuras de Gulliver ), soldados convertidos en cerdos por Bavmorda/Circe, bichos inmensos que emergen de la imaginación de Lucas, combinados con un Val kilmer que da lo mejor de sí, una mezcla de héroe y payaso, galán y pendenciero, cínico y leal, contribuyen a crear un universo inolvidable . El recurso a la antítesis redunda en la idea de que el bien y el mal no está tan polarizado como el que representan las brujas buena y mala, ridiculizadas, que resultan más extrañas que el mundo multiformal que las rodea. Raziel (Patricia Hayes), la bruja buena, convertida en un roedor por medio de un encantamiento, adopta formas progresivamente más absurdas, cada vez que Willow intenta devolverle la apariencia humana usando su vara mágica, una rama retorcida. Cuando por fin lo consigue, descubre horrorizada que el tiempo ha hecho mella en su belleza. Bavmorda, la malísima, en el fondo es una madraza, que no puede soportar que su hija se enamore de un 'destarifado' como Madmartigan. Finalmente cada uno vuelve a su reino, su hogar, con el conocimiento de que lo importante es sobrevivir, rodeado de los seres que quiere. Elora cumplirá su destino antes de tiempo precisamente por el ansia de la reina de evitarlo. George Lucas crea personajes femeninos muy potentes, que ostentan el poder mágico y real,
Willow es un film diferente, como no podía ser de otra manera, si detrás de su realizador está George Lucas, que le pese a quien le pese revolucionó el cine en el último cuarto del siglo XX, con películas todavía no bien entendidas por muchos críticos. La elegancia en la ejecución y la puesta en escena, el minimalismo racional, a pesar de la imaginería pródiga en seres insólitos, son como siempre, signos que delatan al creador del universo de La Guerra de las Galaxias.
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