Ira de Titanes 3D. Jonathan Liebesman











Ficha técnica:

Título original: Wrath of the Titans.
País: USA.
Año: 2012.
Duración: 99 minutos.
Dirección: Jonatan Liebesman.
Guión: Dan Mazeau, David Leslie Johnson y Steven Knight, según un argumento de Greg Berlanti, David Leslie Johnson y Dan Mazeau, basado en el guión de  Beverly Cross.
Dirección de Fotografía: Ben Davis, en color.
Música: Javier Navarrete.
Montaje: Martin Walsh.
Producción:  Basil Iwanyk y Polly  Johnsen.
Diseño de Producción: Charles Wood.
Vestuario: Jany Termime.
Compañías. Legendary Pictures, Cott Productions, Thunder Road Films para Warner Bross. 

Intérpretes:

Sam Worthington: Perseo,
Liam Neeson: Zeus,
Ralph Fiennes: Hades,
Danny Huston: Poseidón,
Tobby Kebell: Agenor,
Bil Nighy: Efesto,
Rosamund Pike (Andrómeda)
Edgar Ramirez: Ares
Freddy Drabble: Apolo,
Sinead Cusack (Clea),
Kathryn Carpenter: Atenea.


Sinopsis:

Transcurridos diez años desde la historia que relata  Furia de Titanes, Perseo (Sam Worthington), que ha decidido llevar una vida tranquila, debe volver a su actividad bélica, provocado por  el hecho de que Cronos, ha decidido secuestrar a Zeus, con la ayuda de sus otros dos hijos   Hades y Poseidón (los Titanes),  han decidido secuestrar a Zeus, hijo  y hermano de éstos. Contará con la ayuda de Andrómeda, Agénor y  Hefesto.

Comentario.

Siempre ha resultado delicado   y un tanto decepcionante  tasladar los mitos clásicos  a la gran pantalla, dirigidos a un público que ha generado los suyos propios, adaptados a la sociedad actual. Si los antiguos monstruos, realizados con animaciones muy primitivas,  resultaban graciosos por la torpeza de sus movimientos y su inserción de pantallas de transparencia, las nuevas tecnologías no han acertado demasiado en la creación de este mundo repleto de magia, que resulta generalmente poco verosímil, si lo comparamos con realizaciones del mundo contemporáneo como Jurasic Park o La Guerra de las Galaxias. Es indiscutible el interés que provoca el cine peplum cuando aborda la representación de los hitos legendarios de la historia de Grecia y Roma (Gladiator de Ridley Scott, o Ágora de Alejandro Amenabar), cuyos  iconos guerreros tienen su réplica en los superhéroes actuales, tanto en yelmos, gebras, armaduras o espadas laser, o tácticas militares como  las formaciones en manípulos, cuádrigas transformadas en vainas, etc.

Pero resulta menos atractivo lo que pasa en ese mundo superior, repleto de inmortales que combaten con héroes o semidioses, hijos de un mortal y un habitante del Olimpo, quizás porque no se ha encontrado el tono adecuado para atraer a ese público joven que acude en masa a  ver la saga de El Señor de los Anillos (Peter Jackson), Superman o Spiderman. Quim Casas ( Ira de Titanes. De dioses y hombres (más o menos) Dirigido por...Mayo 2012) señala que  el nuevo director (Jonathan Liebesman sustituye a Louis Leterrier), otra actriz en el papel de Andrómeda (Rosamund Pike suple a Alexa Davalos) y nuevo equipo de guionistas (Greg Berlanti, Dan Mazeau y David Johnson escriben lo mismo que en el anterior film escribieron Travis Beacham y Matt Manfredi, y en ambos casos son muchas firmas para tan exiguos textos) pero similares resultados en un tono que demuestra que los que escriben son perfectamente intercambiables. Su estética de videojuego fracasa, donde triunfó 300 de Frank Miller, quizás porque "la familia de deidades parece un verdadero culebrón de odios, traiciones y rencores, mientras los humanos y  semihumanos, hacen lo que pueden a ras de tierra para evitar la catástrofe" (Quim Casas). Piénsese cómo representó Wolfgang Petersen   en Troya  a Tetis, una Nereida o ninfa del mar  madre de Aquiles, sin incidir demasiado en su naturaleza, inmersa en el agua del río hasta las rodillas, mientras habla con su hijo.

Es obvio que el cine de lo mágico y sobrenatural tiene su público y que muchas de las realizaciones del género aportan no sólo un alto grado de entretenimiento sino la posibilidad de inducir al público a la reflexión por la libertad del lenguaje, y que no se ha encontrato, en líneas generales, la forma de  representar con éxito el universo de la mitología clásica. El cine, desde su nacimiento, ha utilizado los efectos especiales a su disposición de acuerdo con el progreso de la ciencia y la tecnología y da la impresión de que hoy se puede reproducir con los nuevos recursos informáticos cualquier fantasía humana, por lo que el éxito o fracaso de la realización depende de la capacidad y destreza de quien los usa. ¿Cuál es el problema  de la saga de Furia de Titanes?


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