Monte Walsh. William A. Fraker.

Ficha técnica:

Título original: Monte Walsh.

País: Estados Unidos.

Año: 1970.

Duración: 98 minutos.

Dirección: William A. Fraker.

Guión: Lukas Heller y David Zelag Goodman,  basado en la novela de Jack Schaefer.

Casting: Lynn Stalmaster.

Dirección de Fotografía: David M. Walsh.

Diseño de Producción: Albert Brenner.

Edición: Richard Brockway, Robert L.Wolfe, A.C.E., Raymond Daniels, Gene FFowler, Jr. A.C.E.

Supervisor edición de sonido: Jack Finlay.

Supervisor edición música: Gene Feldman.

Música: John Barry.

Producción: Hal Landers, Bobby Roberts.

Landers-Roberts Production.

Intérpretes:

Lee Marvin: Monte Walsh,

Jeanne Moreau: Martine Bernard,

Jack Palance: Chet Rollins,

Mitchel Ryan: Shorty Austin,

Jim Davis:  Cal Brennan,

Allyn Ann McLerie:

G.D. Spradlin: Hat  Henderson,

Eric  Christmas: Coronel Wilson,

John Carter : Farmer.

Sinopsis:

Monte Walsh es el capataz de un rancho de Wyoming que ve cómo su forma de vida se está quedando obsoleta. La industrialización está acabando con todo lo que le gusta a Monte y a sus compañeros,  con los cuales cabalgó. Ahora se deben imponer límites físicos para separar la tierra poseída por los ricos y de este modo eliminar la libertad de los territorios.

Comentario:

Monte Walsh es un western crepuscular, especialmente triste porque reproduce  visual y discursivamente la decadencia de un mundo, el que hicieron los primeros colonos en el que los hombres se movían  con total libertad,  aplicando la ley del más fuerte. Hombres toscos, vaqueros que vivían solos, para los que la prostituta, que reinaba en el saloon de las películas del género,  era un figura imprescindible.

Con el ferrocarril llegó el desarrollo,  unido siempre al capital, como ahora llamaban a dinero, y a los 'contables' u hombres adinerados, que se presentaron en  los polvorientos poblados por cuyas calles deambulaban las gallinas, comprando las pequeñas ganaderías, como el Slashy. Una vez afincadas las grandes compañías, como la Consolidated Cattle, aplicaban técnicas de eficiencia, que,  desde el principio, consistieron  en despedir a la mitad de los empleados, en especial a los más jóvenes, empujados al crimen y la delincuencia en una época de carestía y crisis.

Monte Walsh (Lee Marvin) añora  el tiempo en que cabalgaba con sus compañeros en libertad y no comprende la nueva situación  de trabajadores fijos y parados, de campos cercados para impedir el paso libre de los ganados, ni el sometimiento a un horario  o una disciplina. La muerte de su amigo Chet (Jack Palance) le obliga a  ejercer la justicia, que en su caso es la satisfacción por medio de la venganza de sus sentimientos heridos, sin culpar al asesino, víctima de la crueldad e inhumanidad del nuevo sistema que ata a los hombres a un trabajo y una tierra. El sentimiento de Shorty respecto a él es el mismo, y  por esta razón se deja matar. Ambos pertenecen a un mismo  universo, la única diferencia entre ellos es la edad, criterio utilizado por el capital,  para salvar a uno y lanzar al otro a la cuneta. Las últimas palabras que Monty dirige a su antiguo camarada son  emotivas y nostálgicas: "Domé al caballo bayo.No fue nada fácil";  la doma de este animal proporciona la secuencia más espectacular del film.  Desplomado el mundo en que vivió inicia una diáspora  en solitario con su cabalgadura, en unos caminos por los que ya no transita nadie; la libertad de movimiento del dinero limitó para siempre la de los hombres.

En el background reside la excusa que hace avanzar el film: el dinero, esos papeles a los que estos hombres daban escasa importancia, y sólo utilizaban para beber en el saloon o pagar a las mujeres. Monte Walsh apenas da importancia a que el jefe, al bajar de las montañas, le pague sólo un mes de todo el invierno. Con la llegada del desarrollo pasan a llamarle capital, algo que consideran más digno que esos mugrientos billetes con que pagaban sus escasas necesidades. Cuando Monty le  da dinero a Martine para que se traslade a una ciudad más próspera a causa del ferrocarril, la convence para que lo acepte con el argumento de   que le da 'capital', no el dinero que envilece su romántica relación, ern la que jamás se había dado este intercambio.