Prueba de muerte (Death Proof). Quentin Tarantino.
QUENTIN TARANTINO Y EL BLAXPLOITATION O FILMES DE EXPLOTACIÓN NEGRA.
Ficha técnica:
Título original Death Proof.
País: Estados Unidos
Año: 2007.
Duración: 95 minutos.
Guión y Dirección: Quentin Tarantino.
Director de Fotografía: Quentin Tarantino.Color Deluxe.
Música: Varios.
Edición: Sally Menke.
Efectos de maquillaje: Gregory Nicoreto y Howard Berger.
Vestuario: Nina Proctor.
Producción: Elizabeth Avellán, Robert Rodriguez, Erica Steinberg y Quentin Tarantino.
Diseño de producción: Steve Joyner.
Productores ejecutivos: Bob Weinstein y Harvey Weinstein.
Compañías productoras: Dimensión Pctures, (The Following Film is restricted)., Troublemaker Studios Production
Intérpretes:
Kurt Russell:Stuntman Mike,
Rosario Dawson: Abernathy,
Vanessa Ferlito: Vanessa Ferlito,
Jordan Ladd: Shanna,
Rose McGowan: Pam,
Sidney Poitier: Jungle Julia,
Tracie Thoms: Kim,
Mary Elizabeth Winstead: Lee,
Zoë Bell: él mismo,
Michael Parks: Earl McGraw,
Quentin Tarantino: Warren.
Premios (Filmaffinity):
2007: Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película)
Sinopsis:
Quentin Tarantino y Roberto Rodriguez realizaron una experiencia conjunta, que se basaba en una película de terror dividida en dos partes, separadas por falsos trailers de películas de terror, creados por los conocidos directores del género Eli Roth, Rob Zombie, Edgar Wright.
"Death Proof", dirigida por Tarantino y protagonizada por el veterano actor Kurt Russell, un rebelde malencarado, un psicópata de la carretera llamado Especialista Mike, un asesino en serie que forma un tandem perfecto con su coche, convirtiéndose ambos en un arma letal que va aniquilando a sus víctimas, siempre chicas jóvenes, que se convierten en víctimas de su sed de sangre.
Comentario:
El film introducido por los títulos de crédito tan característicos de Tarantino, realizados con trazo grueso de color amarillo, que imprimen un sello personal a una influencia del cineasta de la Nouvelle vague, Jean-Luc Godard, está dividido en dos partes, protagonizadas cada una de ellas por cuatro mujeres, y separadas mediante unos cuantos fotogramas en blanco y negro que señalan el corte con precisión. En un primer análisis muy simple, las cuatro primeras, adolescentes, se podría decir que son las víctimas de Mike, las cuatro siguientes sus verdugos, más creciditas y experimentadas.
Pero Quentin Tarantino, a pesar de las apariencias que le imprimen carácter, como el uso de la violencia extrema (depedazamiento de los cuerpos de las cuatro jóvenes, repitiendo cuatro veces consecutivas la misma secuencia con el fin de que el espectador no pierda detalle de cómo son desmembradas cada una de ellas) y el comportamiento libre de las chicas, que en sus conversaciones y movimientos parecen del sexo opuesto, realiza un fuerte atentado contra el constructo de género. La mujer es siempre vista por la cámara como un icono sexual femenino, fragmentada, excitante, brillante y sensual y por consiguiente mirada por los hombres como un objeto de su deseo . El adorno del coche de Mike, una forma fálica erguida, dispuesta a penetrar los coches de las perseguidas, a través de cuyas ventanas unos pies femeninos, una constante en la película, satisfacen el voyeurismo y el fetichismo del espectador masculino. La diferencia con Baise-moi (Follame) de Virginie Despentes es que ésta es mujer, una dama de la literatura trash, según Patricia de Souza.
Quentin Tarantino sólo pretende hacer un homenaje al cine de acción de los años 70 y 80, aunque al ser un film en el que las protagonistas son ocho mujeres y un hombre puede crear confusión. Su cine es ad usum del hombre, del joven que lee cómics, fans del manga y el kung-Fu, y amante visual de unas piernas y un culo bien torneados y que se mueve adecuadamente, como en la espectacular secuencia del baile erótico de la denominada circunstancialmente 'Mariposa'. Tarantino busca la emoción, meter al espectador en las persecuciones, desde dentro, no como un peatón que observa como pasan los coches, y las historias de niñas de 16 años, que emulan las de los 'Out Backs' australianos, introducen un tono picante que incrementa la intensidad emotiva, especialmente cuando ellas usan un Dodge Challenger de los años 70, igual al de Punto Límite, que se enfrentará al Charger del psicópata. Tarantino trata de involucrar a su público masculino con el efecto verdad del mundo representado, que no es más que una ilusión de realidad, una máscara de un sistema simbólico claramente masculino.
En la segunda parte, la de las vengadoras, las mujeres siguen jugando el mismo papel, vestidas con faldas escasas, jugando a ser hombres de cuerpos perfectamente femeninos; atadas a los capós de los coches que circulan a gran velocidad, unen al riesgo la violencia,la imagen sadomasoquista, perseguidas por el coche del hombre que las enviste constantemente. Un film masculinista para el disfrute del hombre, como todos los de Tarantino.
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