Caballo de guerra. Steven Spielberg.
Ficha técnica:
Título original: War horse.
Ficha técnica: Título original: War horse.
País: USA.
Año: 2011.
Duración: 146 minutos.
Dirección: Steven Spielberg.
Guión: Lee Hall y Richard Curtis, basada en la novela de Michael Morpurgo.
Casting: Jina Jay.
Dirección de Fotografía: Janusz Kaminski. Color.
Música: John Williams.
Montaje: Michael Kahn, A.C.E.
Producción: Steven Spielberg, Frank Marshall y Kathleen Kennedy.
Diseño de producción: Rick Carter.
Productores ejecutios: Frank Marshall y Revel Guest.
Co-Productores: Adam Somner y Tracey Seaward.
Compañías productoras y distribuidoras: The Ke
Vestuario: Joanna Johnston.
Compañías: Reliance Entertainmen, DreamWorks SKG para Touchstone Pictures. Touchstone Pictures, Dreamworks Pictures and Reliance Entertainment Amblin Entertainment/ Kennedy / Marshall Company.
Intérpretes:
Jeremy Irvine: Albert Narracott,
Emily Watson: Rose Narracott,
Peter Mullan: Ted Narracott,
Niels Arestrup: el abuelo,
David Thewlis: Lyons,
Tom Hiddleston: Capitan Nicholls,
Benedict Cumberbatch: Comandante Jaime Stewart,
Celine Buckens: Emile
Matt Mine: Andrew Easton,
Eddie Marsan: Sargento Fry,
Geoff Bell: Sargento Sam Perkins.
Premios:
2011: Oscar: 6 nominaciones, incluyendo mejor película y fotografía
2011: Globos de Oro: 2 nominaciones: Mejor película drama y mejor banda sonora
2011: Premios BAFTA: 5 nominaciones, incluyendo mejor banda sonora
2011: Satellite Awards: Mejor fotografía. 8 nom., incluyendo mejor película y director
2011: Critics Choice Awards: Mejor fotografía (ex-aequo). 7 nominaciones
Sinopsis:
Caballo de guerra construye una diégesis sentimental, tanto en el fondo como en la forma. Narra la historia de la amistad entre Albert ( Jeremy Irvine) y su caballo Joey, que le ha comprado su padre Ted (Peter Mullan), tras gastar todos sus ahorros, poner en peligro su granja y enfrentarse en su mujer Rosie (Emily Watson). Finalmente la familia se arruina y se ve obligada a vender el caballo cuando comienza la Primera Guerra Mundial (1914-1918); Albert y Joey lucharán por sobrevivir y volver a casa.
Crítica:
Caballo de batalla representa lo mejor y lo peor de su director, Steven Spielberg. Su capacidad para el entretenimiento y la creación de imágenes visualmente impactantes. Pero también un relato en exceso sentimental, inocente, algo intrascendente. Pero magníficamente orquestado. (Isabel Paredes Badía. Dirigido por, febrero 2012). Una nota característica del film que señalan la mayor parte de los críticos es el intento del director de hacer una película contra corriente, deliberadamente lenta y significativamente emocional, que se salva gracias a la maestría del direcor, aunque no falta quien lo acuse de ñoño y cursi.
Steven Spielberg convierte a su caballo de guerra en un soldado más, utilizado, machacado, explotado por todos, funcionando como el nexo de unión entre bandos y personajes, extrayendo de cada uno de ellos toda su humanidad. La contraposición entre la paz y la guerra se refuerza con la elección estética del minimalismo y la limpieza del paisaje en los momentos prebélicos, que se llenará de alambradas, carros, tiendas, soldados, etc, durante los combates, lo que convierte a Dartmon en un personaje más, que se ensucia, se oscurece y sufre en sus entrañas tanto como las patas blancas del animal y su señuelo en la frente.
Pero no sólo Joey, el 'caballo milagroso', es amado por todos los hombres que entran en contacto con él, sino con otro corcel negro, grande y poderoso, Thompton, que finalmente es más débil que él; todos ven a ambos animales poco aptos para el sufrimiento y los trabajos pesados, dejándose guiar por la engañosa apariencia. Hay que decir, porque tiene relevancia, que en Estados Unidos, siempre se goza de la presencia de un 'animalista', un protector de animales cuando éstos intervienen en una película, lo que choca a quienes creen que pueden machacrlos impunemente.
Se acusa a Spielberg de ser un director excesivamente sentimental, aunque él precisa que se consiguen mejores resultados para sus objetivos con la intuición que con el intelecto, pero esta es su pequeña trampa. El film es mucho más complejo de lo que parece a simple vista-.No es la historia de un caballo que añora a su dueño con el que finalmente se encuentra, sino la de un bello animal destinado, como muchos hombres jóvenes, a ser carne de cañon de guerras que mueven la avaricia, a los trabajos más duros desde los primeros momentos de su vida. Especialmente cruel es la imagen en la que aparece enredado en las alambradas de espinos, y en la que un hombre de cada bando colaborará en su liberación, pero también vemos desvanecerse al potente caballo negro, más robusto y menos joven, todo un símbolo de lo que vemos en la pantalla. La película avanza cada vez que Joey pasa el testigo de un personaje a otro, de un hombre a otro, jóvenes y bellos como él, que sufren y se asustan con los tanques, con las bombas, los gases y las balas que les envían otros tan asustados como ellos. En las guerras los hombres lo pierden todo, le dice el abuelo de Emily a Albert, una víctima más, casi una niña, que también ha sentido por un momento que Joey le pertenece . John Williams se encarga de dotar de emoción los momentos cumbre de la cinta.
Crítica:
Steven Spielberg convierte a su caballo de guerra en un soldado más, utilizado, machacado, explotado por todos, funcionando como el nexo de unión entre bandos y personajes, extrayendo de cada uno de ellos toda su humanidad. La contraposición entre la paz y la guerra se refuerza con la elección estética del minimalismo y la limpieza del paisaje en los momentos prebélicos, que se llenará de alambradas, carros, tiendas, soldados, etc, durante los combates, lo que convierte a Dartmon en un personaje más, que se ensucia, se oscurece y sufre en sus entrañas tanto como las patas blancas del animal y su señuelo en la frente.
Pero no sólo Joey, el 'caballo milagroso', es amado por todos los hombres que entran en contacto con él, sino con otro corcel negro, grande y poderoso, Thompton, que finalmente es más débil que él; todos ven a ambos animales poco aptos para el sufrimiento y los trabajos pesados, dejándose guiar por la engañosa apariencia. Hay que decir, porque tiene relevancia, que en Estados Unidos, siempre se goza de la presencia de un 'animalista', un protector de animales cuando éstos intervienen en una película, lo que choca a quienes creen que pueden machacrlos impunemente.
Se acusa a Spielberg de ser un director excesivamente sentimental, aunque él precisa que se consiguen mejores resultados para sus objetivos con la intuición que con el intelecto, pero esta es su pequeña trampa. El film es mucho más complejo de lo que parece a simple vista-.No es la historia de un caballo que añora a su dueño con el que finalmente se encuentra, sino la de un bello animal destinado, como muchos hombres jóvenes, a ser carne de cañon de guerras que mueven la avaricia, a los trabajos más duros desde los primeros momentos de su vida. Especialmente cruel es la imagen en la que aparece enredado en las alambradas de espinos, y en la que un hombre de cada bando colaborará en su liberación, pero también vemos desvanecerse al potente caballo negro, más robusto y menos joven, todo un símbolo de lo que vemos en la pantalla. La película avanza cada vez que Joey pasa el testigo de un personaje a otro, de un hombre a otro, jóvenes y bellos como él, que sufren y se asustan con los tanques, con las bombas, los gases y las balas que les envían otros tan asustados como ellos. En las guerras los hombres lo pierden todo, le dice el abuelo de Emily a Albert, una víctima más, casi una niña, que también ha sentido por un momento que Joey le pertenece . John Williams se encarga de dotar de emoción los momentos cumbre de la cinta.
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