Casablanca. Michael Curtiz.










Ficha técnica:



Título original:  Casablanca.
País: Estados Unidos.
Año: 1942.
Duración:  98 minutos.

Dirección: Michael Curtiz.
Guión: Julius J. y Philip G. Epstein y Howard Koch., basado en la obra de Murray Burnett y Joan Alison 'Everibody Comes to Rick's'.
Edición: Owen Marks.
Música: Max Steiner; Director musical: Leo F. Forbstein.
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Montaje: Don Siegel y James Leicester.
Director artístico: Carl Jules Weyl
Decoración del set: George James Hopkins
Sonido: Francis J. Scheid.
Efectos especiales: Director: Lawrence Butler y Willard Van Enger, A.S.C.

.Maquillaje: Perc Westmore.

Producción: Hal B. Wallis.
Compañías:  Warner Bros.Pictures Inc.




Intérpretes: 


Humprey Bogart: Rick Blaine,
Ingrid Bergman: Ilsa Lund,
Paul Henreid: Victor Laszlo,
Claude Rains: Capitán Louis Renaud,
Conrad Veidit: Mayor Heinrich  Strasser,
Sydney Greenstreet:  Señor Ferrari.
Peter Lorre: Ugarte,
S.K. Sakall: Carl.
Madeleine Lebeau: Yvonne,
Dooley Wilson: Sam,
Joy Page: Annina Brandel,
John Qualen: Berger,
Leonid Kinskey: Sascha,
Curt Bois: Pickpocket.




Sinopsis:



La época: la Segunda Guerra Mundial. El lugar: Casablanca, una ciudad de fácil acceso, pero casi imposible de abandonar., especialmente si su nombre se encuentra en la lista de los hombres más perseguidos  por los nazis. El principal objetivo de los  invasores es el líder checo y héroe de la resistencia Victor Laszlo (Paul Henreid), cuya única esperanza es Rick (Humprey Bogart), el propietario del Rick's Cafe, un hombre que no arriesga su vida por nadie, excepto  por Ilsa (Ingrid Bergman), esposa de del político en riesgo, con la que tuvo un affaire en  el Paris prebélico.

Comentario:


Casablanca es un lugar en el mapa y un film que permanece en la memoria colectiva no sólo por su buena realización y la interpretación de los actores, sino por la música que une a unos amantes y los sitúa en Paris antes de la contienda a la que se llamó Segunda Guerra Mundial, porque afectó a nuestro mundo occidental. Dentro de la ciudad un lugar, Rick's Café, regentado por Rick Blaine (Humprey Bogart), hombre misántropo que esconde un alter ego que se desvelará al final del film. Casablanca, perteneciente al protectorado francés, era un lugar idóneo para la resistencia al régimen de Vichy, pues se podía volar facilmente a Lisboa y de allí a Estados Unidos. Pero en el bar de Rick pocos son lo que parecen, infiltrados en un ambiente en el que se confunden oficiales alemanes y franceses, miembros de la resistencia, ladronzuelos, y una amalgama de los más diversos tipos huidos de la guerra , como el propio Rick. 

 La llegada de un importante Jefe de la Resistencia desmontará el falso equilibrio emocional de Rick, enamorado de esa mujer que conoció en Francia y que llega del brazo de Victor Laszlo como su esposa Ilsa (Ingrid Bergman) y que abrirá de nuevo una herida que no había cicatrizado. De donde uno no puede huir es de sí mismo; pierde todo menos sus recuerdos. Siempre le quedará París. Su dignidad le obligará a tomar partido por la democracia, ejercicio en el que le acompaña el jefe de los gendarmes de Casablanca. Un hombre y una ciudad cosmopolita darán acogida, a pesar de su vocación de independencia aparente, a la resistencia aliada.

La música de  Max Steiner ha sido decisiva en la inmortalidad de una cinta que tiene un gran valor nostálgico para las generaciones adultas. El film está bien estructurado y editado, y la historia de amor es convincente. Estos son algunos méritos de un director que no se compromete, que defiende la libertad del individuo, postura que mantiene Robert Redford en sus películas con un significado bien diferente: los hombres  de Redford no son cínicos sino desencantados, pero al final acaban tomando partido, que es lo que se insinúa en el  antihéroe de Curtiz, aunque de forma mucho más velada.

 El film viene a ser un tratado filosófico sobre la responsabilidad  moral frente a las necesidades y compulsiones emocionales, así como la exaltación del antihéroe que represento Humprey Bogart, pontifica solemne J.M. Caparrós Lera, autor que considera la pelúcula una obra maestra del arte cinematográfico, un film imperecedero. No estoy totalmente de acuerdo con él cuando afirma que es ante todo una narración antifascista y que la historia de amor sólo resulta comprensible en función de la ideología. Mas bien al contrario, Rick se compromete en política por amor.

Para Noël Simsolo (El cine negro) la película busca acentuar la parte demoníaca del enemigo con el fin de  'disculpar' a los Estados Unidos por su voluntad aislacionista. El guión, escrito al hilo del rodaje, es una historia de amor con toma de conciencia ideológica de un estadounidense que dirige un club  nocturno en el Norte de África ocupado por los nazis. En un dispositivo folletinesco, tomado de una obra de teatro, el artificio compensa la falta de coherencia y los meandros del guión ocultan las inverosimilitudes. Sin embargo de la película emana magia y capta todo lo que está en el aire en ese momento en Hollywood (...) y plantea de forma involuntaria el principio  del compromiso político de un individualista interesado con una causa justa.

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