Crueldad intolerable. Joel y Ethan Coen.
Ficha técnica:
País: Estados Unidos.
Año: 2003 .
Duración:100 minutos.
Dirección: Joel Coen.
Guión: Robert Ramsey, Matthew Stone y Ethan y Joel Coen, basado en una historia de Robert Ramsey, Matthew Stone, John Romano.
Casting: Ellen Chenoweth.
Director de Fotografía: Roger Deakins, A.S.C., B.S.C.
Edición de sonido: Skip Lievsay.
Música: Carter Burwell.
Edición film: Roderick Jaynes.
Decorador del set: Nancy Haigh.
Vestuario: Mary Zophres.
Producción: Brian Grazer y Ethan Coen.
Productores asociados: Robert Graf.
Co-Productores: John Cameron y Grant Heslov. James Whitaker.
Diseño de producción: Leslie McDonald.
Productores ejecutivos: James Jacks, Sean Daniel.
Universal & Imagine Entertainment, asociadas a Alphaville.
Intérpretes:
George Clooney :Miles Massey,
Catherine Zeta-Jones: Marylin,
Geoffrey Rush : Donovan Donaly,
Cedric The Entertainer : Gus Petch,
Edward Herrrmann : Rex Rexroth,
Paul Adelstein : Wrigley,
Richard Jenkins : Freddy Bender,
Billy Bob Thornton : Howard D. Doyle,
Julia Duffy: Sahah Sorkin,
Jonathan Hadary : Heiz, el Barón Krauss Von Espy.
Sinopsis:
Miles Massey (George Clooney) es un famoso y rico abogado de Los Ángeles, especializado en casos de divorcio. Sin embargo, a pesar de su brillante historial profesional, de contar con el respeto de sus colegas y de haber redactado un contrato perfecto que lleva su nombre (el "acuerdo prematrimonial Massey") se encuentra en una situación, en la que el tedio se ha apoderado de él y necesita nuevos retos. Todo cambia cuando Miles conoce a alguien como él: la devastadora y multi-divorciada Marilyn Rexroth (Zeta-Jones), especializada en matrimonios en serie, que está a punto de divorciarse de un cliente de Miles, Rex Rexroth, rico constructor y donjuán empedernido. Marylin tiene a Rex entre la espada y la pared gracias al trabajo realizado por Gus Patch, un investigador privado nada barato. Lo que busca es disfrutar de la independencia económica que le proporcionará el divorcio, pero gracias a la habilidad de Miles, se quedará sin nada. Marylin no se rinde y decide pagarle con la misma moneda. Parte de su plan es casarse con Howard Doyle, un multimillonario del petróleo. Miles y Wrigley, su socio, se hunden cada vez más al enfrentarse directamente con Murallón. Las tácticas sucias, los engaños y una atracción innegable van en aumento en esa clásica batalla de los sexos protagonizada por Marylin y Miles. (Filmaffinity).
Comentario:
Moderna y extravagante comedia Screwball , una gamberrada de los Hermanos Coen, que, como siempre, concita el aplauso general de la crítica, con matices, una cínica gamberrada sobre el universo de Hollywood y todas las galaxias que se desarrollan a la sombra del dinero y la especulación financiera que florece en el medio relacionado con el cine y la televisión y el espectáculo. Un jaguar circula por Sunset Boulevard, un momento antes de la ruptura del matrimonio de un realizador televisivo y un abogado narcisista se blanquea unos dientes, que exhibe marmóreos a través del cristal de su coche, en una secuencia previa a unos títulos de crédito bizarros, que recuerdan los de La vida de Brian de los Monty Phyton.
Miles Massey (George Clooney), un atractivo abogado un tanto pánfilo, papel que desempeña a la perfección el actor en múltiples películas, realiza una actividad muy lucrativa como leguleyo sin prejuicios morales de la cantidad de parejas que se divorcian cotidianamente. Su teoría es la de que la institución matrimonial se basa en el compromiso, incluso en su disolución, y el equilibrio entre los cónyuges en la distribución del patrimonio y las cargas derivadas de la ruptura depende de la habilidad de los abogados.
El mismo Miles Massey, que había inventado el 'Acuerdo Massey', que era conocido con la frase de 'El amor es sólida base cuando firmas un Massey', hace un discurso ante sus compañeros de profesión, a favor del amor y en contra del cinismo, tras su inacauto enamoramiento de la amoral Marilyn, en el que anuncia que se retira del negocio tan suculento del ejercicio de la abogacía en su vertiente marreimonialista para trabajar como voluntario en una ONG. Pero descubre que su amada Marilyn (Catherine Zeta Jones) es una tramposa, una caza-recompensas empedernida y adicta, que une a su adicción el engaño el deseo de vengarse del letrado que en una ocasión la desnudó moralmente ante el público. El abogado sin escrúpulos descubre que es un pardillo, que ha caído en el matrimonio, la infinita tontería del amor; el jefe ambicioso del bufete le hace ver que los de su profesión sirven a la ley, respetan a la ley, pero sólo a veces la cumplen.
Un happy end deja intranquilo a un espectador al que se ha preparado a lo largo de la película para desconfiar de los buenos sentimientos y especialmente el considerado más sublime de todos, el amor, cuando hay otros elementos en juego de mucho más peso en este mundo: el dinero.
Miles Massey (George Clooney), un atractivo abogado un tanto pánfilo, papel que desempeña a la perfección el actor en múltiples películas, realiza una actividad muy lucrativa como leguleyo sin prejuicios morales de la cantidad de parejas que se divorcian cotidianamente. Su teoría es la de que la institución matrimonial se basa en el compromiso, incluso en su disolución, y el equilibrio entre los cónyuges en la distribución del patrimonio y las cargas derivadas de la ruptura depende de la habilidad de los abogados.
El mismo Miles Massey, que había inventado el 'Acuerdo Massey', que era conocido con la frase de 'El amor es sólida base cuando firmas un Massey', hace un discurso ante sus compañeros de profesión, a favor del amor y en contra del cinismo, tras su inacauto enamoramiento de la amoral Marilyn, en el que anuncia que se retira del negocio tan suculento del ejercicio de la abogacía en su vertiente marreimonialista para trabajar como voluntario en una ONG. Pero descubre que su amada Marilyn (Catherine Zeta Jones) es una tramposa, una caza-recompensas empedernida y adicta, que une a su adicción el engaño el deseo de vengarse del letrado que en una ocasión la desnudó moralmente ante el público. El abogado sin escrúpulos descubre que es un pardillo, que ha caído en el matrimonio, la infinita tontería del amor; el jefe ambicioso del bufete le hace ver que los de su profesión sirven a la ley, respetan a la ley, pero sólo a veces la cumplen.
Un happy end deja intranquilo a un espectador al que se ha preparado a lo largo de la película para desconfiar de los buenos sentimientos y especialmente el considerado más sublime de todos, el amor, cuando hay otros elementos en juego de mucho más peso en este mundo: el dinero.
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