Duelo en Diablo. Ralph Nelson












Ficha técnica:

Título original: Duel at Diablo.
País: USA.
Año: 1966.
Duración: 108 minutos aproximadamente.
Dirección: Ralph Nelson.
Guión:: Marvin H. Albert y Michel M. Grilkhes, basado en la novela 'Apache rising' de Marvin H.Albert.
Música: Neal Hefti.
Director de Fotografía: Charles F. Wheeler.
Director artístico: Alfred C.Ybarra.
Decoración del set: Victor Cangelin.
Maquillaje: Gustav M. Norin
Edición: Fredric Steinkamp.
 Producción: Ralph Nelson y Fred Engel
Filmado en Utah, USA.
A United Artists Release.







Intérpretes:

James Garner: Jess Remsberg,
Sidney Poitier: Toller,
Bibi Andersson: Ellen Grange,
Dennis Weaver: Willard Grange,
Bill Travers: Scotty McAllister,
William Redfield: Sargento Ferguson,
John Hoyt: Chata,
John Crwford: Clay Dean
John Hubbard:  Mayor Novac,
Bill Hart: HHarrington,
Alf Elson: Coronel Foster,

Sinopsis:

El teniente McAllister recibe la orden de transportar un cargamento de munición a traves de territorio apache, con tan solo un pequeño destacamento de soldados noatos de caballeria para protegerle. Junto a ellos cabalga el antiguo explorador del ejército Jess Remsberg, que está intentando localizar a Ellen Grange, la cual habiendo sido recientemente liberada de la cautividad con los apaches, se ha vuelto a unir misteriosamente a ellos.

Comentario.

Ralph Nelson nos cuenta una triste historia, cuyas consecuencias se extienden hasta el día de hoy, en el que una saga tan poco comprometida como la de Crepúsculo, nos muestra a los indios en las reservas, arrastrándose como licántropos. Duelo en Diablo nos narra una sangrienta batalla motivada por el deseo de venganza que anida en los hombres de ambos bandos, incluso dentro de cada una de las comunidades blanca e india, en las que ya se han producido casos de mestizaje, y, aunque finalmente las perdedoras son  siempre las tribus indias, las gentes aborígenes que ocupaban estos lugares antes de la invasión de los colonos, en ocasiones la lucha estaba equilibrada e incluso la balanza se inclinaba a favor de los indios, que ya disponían de armas de fuego como sus conquistadores, que como todo el mundo sabe le proporcionaban los traficantes sin escrúpulos, que no eran precisamente apaches.

 Nelson construye una diégesis absolutamente favorable a la población blanca, acercando los colonos al espectador, individualizándolos, narrando sus temores e incluso confraternizando entre sí. Los indios son sólo los demonios, a los que sólo vemos como hombres y mujeres hostiles, que matan a traición usando armas de fuego, y flechas cuando se acaban las reservas de explosivos. Ellen Grange, interpretada por la sueca Bibi Anderson, actriz fetiche de Bergman, fue secuestrada por los indios y tuvo un hijo con el primogénito del jefe, al que no vemos nunca, muerto en la extradiégesis, y nunca se  nos informa e si lo amó o fue simplemente violada; de  la mujer de Jess Remsberg (James Garner), una india a la que el marido de Ellen arrancó la cabellera para vengarse de su mujer, sólo vemos las trenzas.

Buenas tomas del ejército cabalgando, bien como perseguido bien como  perseguidor, y el final el guiño imprescindible y apoteósico de  la llegada de la ayuda del séptimo de caballería, que hacía saltar de gozo aplaudiendo a los niños de la época, que iban a ver películas de tiros, de buenos y malos. Los malos siempre eran los indios, y cuantos más mataran mejor. Las masacres son realmente portentosas: tiro al blanco de los soldados, fechas traicioneras y envenenadas de los indios. Ellen y  Jess representan la avanzadilla social de una sociedad que no discrimina en función de la raza. Algunos westerns como éste satisfacen a aquellos, ya no tan niños, que dirigen una mirada nostálgica a su infancia.

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