El secreto de los 24 escalones.Santiago Lapeira.
Ficha técnica:
Tírulo original:
País: España.
Año: 2012.
Duración: 90 minutos.
Dirección: Santiago Lapeira.
Guión: Santiago Lapeira.
Dirección de Fotografía: Elisabeth Prandi.
Música: Jordi Cubino.
Montaje: Ariadna Ribas.
Dirección artística: Mireilla Carles.
Sonido: Licio Marco de Oliveira.
Producción: Jorge Daura y Mamen Boué.
Producción ejecutiva: Mamen Boué.
Co-productores: Jaime Comas Jr. , José Berlanga, Luis Rodríguez, Ferrçan Monje y Mariví de Villanueva.
Black Flag Cinema con Flins&Piniculas y Canónigo Films.
Intérpretes:
Ona Casamiquela
Aida Flix
Albert Adriá
Sinopsis:
Cuatro amigos de 17 años coinciden durante unas vacaciones en un pequeño pueblo de montaña. Planean una excursión a unos lagos cercanos pasando primero por casa de Carlos, un historiador, amigo de uno de los chicos, que se encuentra en la zona haciendo un estudio sobre los Cátaros. Carlos ha encontrado un pergamino muy antiguo cerca del pantano. Este indica el camino para encontrar el cementerio maldito de los “24 Escalones” buscado desde hace siglos por la posibilidad de que esconda “La Medalla del Pescador” de valor incalculable. Carlos es consciente de que su hallazgo casual se debe a la presencia de ladrones de objetos de arte en la zona, por lo que decide llevarse cuanto antes el pergamino a la ciudad. Los chicos se toman la búsqueda del cementerio como una actividad divertida y deciden intentar encontrarlo por su cuenta. Los ladrones de arte no están dispuestos a perder la única pista que les puede conducir a encontrar una de las piezas más codiciadas por los coleccionistas. Necesitan el pergamino y harán cualquier cosa por conseguirlo. Según la leyenda el hallazgo del cementerio desencadenará la venganza de los malditos por su codicia. Volverán de ultratumba para vengarse de cualquiera que se atreva a arrebatarles “La Medalla del Pescador”. ¿Será cierta la leyenda?.
Críticas:
José Arce (La Butaca.Net) no puede ser más cruel con el film más vergonzoso (y con medios) que ha invadido nuestras pantallas en los últimos tiempos. “El secreto de los 24 escalones” llega en el momento justo, porque emerge como la herramienta perfecta para mantener en el pueblo la euforia acumulada tras los éxitos de la selección futbolera, un fervor colectivo en el que deporte y cultura mantienen a la mayoría, sea por un escaso periodo de tiempo, ajena a la cruel e injusta crisis que literalmente nos embarga.
La simple lectura de los títulos de crédito pone sobre aviso al espectador, ante un co-productor que se auto-titula Jr. Un film perfecto para estos adolescentes que veranean en pueblos de montaña, se relacionan con historiadores y se dedican a buscar cementerios cátaros (cruzados medievales, muchos de los cuales acabaron en la hoguera, como los templarios). Algún que otro espectador se quejaba de tener que ir al cine a tomar notas. Mejor tomarlas en casa, y si no se está muy ducho en historia de las religiones.
Cuatro amigos de 17 años coinciden durante unas vacaciones en un pequeño pueblo de montaña. Planean una excursión a unos lagos cercanos pasando primero por casa de Carlos, un historiador, amigo de uno de los chicos, que se encuentra en la zona haciendo un estudio sobre los Cátaros. Carlos ha encontrado un pergamino muy antiguo cerca del pantano. Este indica el camino para encontrar el cementerio maldito de los “24 Escalones” buscado desde hace siglos por la posibilidad de que esconda “La Medalla del Pescador” de valor incalculable. Carlos es consciente de que su hallazgo casual se debe a la presencia de ladrones de objetos de arte en la zona, por lo que decide llevarse cuanto antes el pergamino a la ciudad. Los chicos se toman la búsqueda del cementerio como una actividad divertida y deciden intentar encontrarlo por su cuenta. Los ladrones de arte no están dispuestos a perder la única pista que les puede conducir a encontrar una de las piezas más codiciadas por los coleccionistas. Necesitan el pergamino y harán cualquier cosa por conseguirlo. Según la leyenda el hallazgo del cementerio desencadenará la venganza de los malditos por su codicia. Volverán de ultratumba para vengarse de cualquiera que se atreva a arrebatarles “La Medalla del Pescador”. ¿Será cierta la leyenda?.
Críticas:
José Arce (La Butaca.Net) no puede ser más cruel con el film más vergonzoso (y con medios) que ha invadido nuestras pantallas en los últimos tiempos. “El secreto de los 24 escalones” llega en el momento justo, porque emerge como la herramienta perfecta para mantener en el pueblo la euforia acumulada tras los éxitos de la selección futbolera, un fervor colectivo en el que deporte y cultura mantienen a la mayoría, sea por un escaso periodo de tiempo, ajena a la cruel e injusta crisis que literalmente nos embarga.
La simple lectura de los títulos de crédito pone sobre aviso al espectador, ante un co-productor que se auto-titula Jr. Un film perfecto para estos adolescentes que veranean en pueblos de montaña, se relacionan con historiadores y se dedican a buscar cementerios cátaros (cruzados medievales, muchos de los cuales acabaron en la hoguera, como los templarios). Algún que otro espectador se quejaba de tener que ir al cine a tomar notas. Mejor tomarlas en casa, y si no se está muy ducho en historia de las religiones.
Ja vier Ocaña se lamenta de que "resulta complicado dilucidar qué se ha hecho peor: si su infame cartel promocional o sus efectos especiales de programa informático de la señorita Pepis; si su concepto de aventura juvenil a lo Enid Blyton de tres al cuarto o el tremebundo doblaje de otro tiempo" (Filmaffinity).
Es verdaderamente un enigma más grande que el secreto que intenta desvelar la película, el hecho de que este film haya encontrado un hueco en las salas de proyección más importantes de las ciudades más grandes del país, con la que está cayendo...
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