El sustituto. Robert Mandel.

Ficha técnica:

Título original: The substitute.

País: Estados Unidos.

Año: 1996.

Duración: 114 minutos.

Género: Terror

Plataforma: Rakuten TV, Amazon Video

Edad recomendada: Mayores de 18 años

Dirección: Robert Mandel.

Guión: Roy Frumkes, Rocco Simonelli, Alan Ormsby.

Casting: Mary Colquhoun, Carol Lewis, C.S.A.

Música: Gary Chang, Supervisor: Sharal Churchill.

Dirección de Fotografía: Bruce Surtees.

Montaje: Alex Mackie.

Vestuario: Patricia Field.

Dirección artística: Ron Foreman.

Producción: Steven Bakalar, Devorah Cutler, Morrie Eisenman, Jim Steele.

Co-productores: Juanita Diana, Lou Fusaro.

Productores ejecutivos: Steven Bakalar y Devorah Cutler.

Diseño de producción: Ron Foreman.

Compañías productoras: Live Entertainment, Dinamo H2 Poduction

Intérpretes:

Tom Berenger: Shale,

Raymond Cruz: Joey Six.

William Forsythe: Hollan,

Luis Guzmán: Rem,

Richard Brooks: Wellman,

Ana Azcuy: Presentador TV,

Diane Venora: Jane Hetzko,

Glen Plummer: Mr. Darrell,

Sharron Corley: Jerome,

Vincent Laresca: Rodriguez,

Maurice Compte: Tay,

Marc Anthony: Juan Lacas,

Cliff De Young: Matt,

Ernie Hudson: Claude Rolle.

SINOPSIS:

School, en el sur de Florida, donde el miedo, la violencia, las  drogas duras y las armas marcan un estilo de vida. Jane Hetzko, una atractiva pero dura profesora, es brutalmente atacada por uno de sus estudiantes. Shale, su novio, un curtido soldado de élite que acaba de regresar de una peligrosa misión en Cuba, se hace pasar por el profesor sustituto de Jane para vengarse de sus asesores. Shale, apoyado  por su equipo de mercenarios, se enfrentará a algo más grande de lo que se imaginaba: una peligrosa red de tráfico de drogas.

COMENTARIO:

Es un film que nada tiene que ver con la educación, o sí. Son mucho los que confunden el poder con la autoridad, y aquí hablamos del primero. Quienes se sienten empoderados porque son hombres, fuertes y sin  escrúpulos, abusan de quienes creen que pueden hacerlo, mientras sectores conservadores creen que al abuso de la fuerza se responde con la fuerza . En ese terreno se mueve la película, y parece que  el abuso de poder es una buena metodología pedagógica, pero  si funciona como algo la película  es como un cinta  de acción en que gana el que pega el puñetazo más fuerte.

Por otra parte el film tiene una virtud que hace años me fue señalada por un psicopedagogo de un centro y no es nada despreciable: cuando un profesor decide indagar en la vida de un alumno con dificultades para favorecer una correcta inserción social, debe tener cuidado de no generar expectativas que no estén al alcance de su mano. Shale/Smith, un  duro mercenario que había participado en una operación en Cuba, se hace pasar por el sustituto de una profesora agredida y descubre un negocio de tráfico de drogas a gran escala en el colegio, en el que participan el director, un negro con aspiraciones políticas,  y  los alumnos más marginados y excluidos socialmente, pero hay algo con lo que no cuentan los mercenarios: estos jóvenes no tienen alternativa en el sistema capitalista, y el 'profesor' no puede ofrecerles nada a cambio de su  entrega a los estudios y su interés por las artes y las letras. Su forma de expresión es el rap, auténtico himno de la exclusión norteamericana.

La organización mafiosa dispone de un auténtico ejército, bien armado y entrenado, que se  va a enfrentar con un cuerpo de élite en los sacrosantos pasillos de la institución educativa, a la que muchos acuden no para recibir educación, sino para hacer sus trapicheos a gran escala. Algunas imágenes son un auténtico  guiño a los amantes del género de acción, como aquella en la que Shale  secciona por completo la pizarra en la que había obligado a escribir al líder de la banda juvenil cien veces 'me portaré bien'. La lucha entre el negro sin esperanza, traficante de drogas  y delincuente de alto standing y el blanco mercenario que mata por dinero, es inevitable y no hay duda alguna de   quién será el perdedor.