La cena de los idiotas. Francis Veber











Ficha técnica:



Título original:
País:
Año: 1998
Duración: 76 minutos aproximadamente.

Guión y Dirección: Francis Veber.
Casting: Françoise Menidrey
Guión: 6 minutos aproximadamente.
Música: compuesta y dirigida por Vladimir Cosma.
Dirección de Fotografía: Luciano Tovoli, AIC-ASC.
Decorados: Hugues Tissandier.
Montaje filme: Georges Klotz.
Montaje de sonido: Jean Gargonne.
Sonido: Bernard Bats.
Ayudante de la puesta en escena: Bernard Seitz

Vestuario: Jacqueline Bouchard.
Maquillaje: Gill Robillard.
Peluquería: Agathe Dupuis

Dirección de producción: Philippe Desmoulins, Henri Brichetti.
Productor delegado: Alain Poiré
Gaumont Internaional, Buena Vista Internaional; distribución: Buena Vista Internacional



Protagonistas:


Tuierry Lhermitte
Jacques Villeret,
Francis Huster
Daniel Prevost
Alexandra Vandernoot
Catherine Frot,


Sinopsis:


Para Pierre Brochant y sus amigos el miércoles es el día de los idiotas. El principio es simple, cada uno debe aportar un idiota. El que consiga llevar a la cena el idiota más espectacular es el ganador. Esta noche, Brochard está pletórico...Ha encontrado una auténtica joya. Un idiota redomado. ¡El campeón mundial de los idiotas! François Pignon, un contable chupatintas   empleado del Ministerio de Finanzas, un hombre devoto de sus construcciones hechas a base de cerillas. Lo que Brochant desconoce es que Pignon es un auténtico gafe, un maestro en el arte de provocar catástrofes...

Comentario.


 La película, una comedia cruel, estuvo casi un año en cartelera cuando se estrenó, lo cual prueba la cantidad de gente que disfruta riéndose de los demás, aunque hay quien lo ve de otra manera, como  Jesús Ruíz Mantilla del diario El País, que   dijo en su momento que la obra provocaba una risa sana, por medio de  la palabra, el gesto y el enredo. El desprecio que sienten  los  personajes de la clase alta por los mediocres funcionarios que adoptan posiciones contradictorias, llega  a sonrojar a los espectadores respetuosos y medianamente inteligentes. El inspector Jefe de Hacienda  es muy estricto  en el cumplimiento de su función, pero proporciona informaciones sensibles a sus amigos.

Editores con buenas casas, obras de arte, fraudes a Hacienda, frente a pobres desdichados de vidas modestas. Fin que comienza siendo muy maniqueo y contemporizador, pero acaba reforzando la tesis de que hay idiotas muy idiotas.



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