La muerte os sienta tan bien .Robert Zemeckis.

Ficha técnica:

Título original: Death Becomes Her.

País: Estados Unidos.

Año: 1992.

Duración: 104 minutos.

Dirección: Robert Zemeckis.

Guión: MMartin Donovan y David Koepp.

Casting: Karen Rea, C.S.A.

Música: Alan Silvestri.

Director de Fotografía: Dean Cundey, A.S.C.

Edición: Arthur Schmidt.

Producción: Robert Zemeckis y Steve Starkey.

Co-productor: Joan Bradshaw.

Diseño de producción: Rick Carter.

Vestuario: Joanna Johnston.

Universal Pictures.

Intérpretes:

Goldie Hawn: Helen,

Bruce Willis: Ernest,

Meryl Streep: Madeleine,

Isabella Rosellini: la hechicera.

Premios:

1992: Oscar: Mejores efectos visuales
1992: Nominada al Globo de Oro: Mejor actriz comedia o musical   para Meryl Streep.
1992: BAFTA: Mejores efectos visuales.

Sinopsis:

Meryl Streep, ganadora de  un Oscar y  Goldie Hawn protagonizan junta a Bruce Willis esta divertida comedia que trata sobre la avaricia , la vanidad, el sexo, la inmoralidad, la vida y la muerte. Isabella Rosellini interpreta a una bella hechicera que cambiará sus vidas - y sus muertes - para siempre en esta desternillante película que contiene unos efectos especiales diabólicamente ingeniosos. Helen ( Goldie Hawn)  y Madeline (Meryl Streep) se odian mortalmente. Madeline está casada con Ernest, un cirujano plástico,  ex-novio de Helen, a la que  la estella se lo ha arrebatado con artimañas.  Cuando, misteriosamente, Madeline encuentra una pócima definitiva para evitar el envejecimiento, Helen seguirá sus pasos. Sin embargo, al alcanzar la inmortalidad, se dan cuenta de que sus vidas ya no serán las misma.

Comentario:

Este film se considera una de las mejores comedias,  una obra maestra, una comedia negra alicatada de efectos especiales servido al desenfrenado ritmo de la screwball más clásica, según Luis Martínez, crítico de cine del diario El País. Robert Zemeckis ironiza y pone en evidencia a las mujeres del mundo del espectáculo y el cine, muertos vivientes que habitan en la colina de Mulholland Drive, desde cuya atalaya  se dominan la ciudad de Los Ángeles.  Helen y Ernest simulan un accidente, justo en el lugar donde David Lynch situará  un incidente con otra mujer en la carretera serpenteante y emblemática de los hollywoodienses.

Las dos mujeres de la película siempre están cerca de quien pueda restaurar su imagen, ya sea un cirujano plástico como Ernest, cuya compañía se disputan, o una bruja como Isabella Rosellini, siempre joven, sensual y sin ropa. Zemeckis se regodea en el maltrato a las  féminas, a las que, convertidas en zombies, el marido y amante restaura como muñecas, a las que se puede girar la cabeza o agujerear el cuerpo; el hombre antepone su vida, en un relato que abarca cincuenta años de la vida de los personajes, su convivencia tranquila con una familia sencilla, hijos y nietos, a través de los cuales consigue esa juventud eterna. La casa que habitaba con Madeleine en Mulholland Drive se aparta estéticamente de construcciones emblemáticas de los  divinos como la Casa Malin de Chemosphere, una especie de platillo volante construido sobre un enorme pilar, en la que Brian de Palma rodó Doble cuerpo. Zemeckis opta por una casa gótica, clásica y convencional, donde viven las cacatúas, que persiguiendo la juventud eterna son capaces de pactar con el diablo, como Fausto. Pero el paso del tiempo es imparable y  el deterioro imparable, y está representado de forma extravagante en esas imágenes en las que Meryl Streep camina con la cabeza vuelta del revés, seguida de su amiga con un agujero en el torax, que han sido cameadas en filmes posteriores.

La historia está bien narrada, tiene un buen ritmo y se hace incluso corta, lo que ya es difícil. Es una de las miradas más cínicas que se han dirigido hacia las estrellas con glamour que habitan en el Olimpo de los dioses y las diosas del cine. Buen cine hecho sobre el cine, del director que hizo feliz a la generación que soñó con la saga de Regreso al futuro.