El caballero oscuro: La leyenda renace. Christopher Nolan.







Ficha técnica :

Título original: The Dark Knight Rises País: USA Año: 2012.
Duración: 160 minutos. Director: Christopher Nolan Guión: David Goyer, Jonathan Nolan.
Música: Hans Zimmer.
Dirección de Fotografía: Wally Pfister.
Productor: Charles Roven, Emma Thomas.
Compañías. DC Entertainment, Legendary Picture. Distribuidora: Warner Bros Pictures.

Elenco:


Christian Bale: Bruce Wayne,
Michael Caine : Alfred,
Gary Oldman: comisario  Jim Gordon,
Morgan Freeman: Lucius Fox,
Tom Hardy: Bane,
Anne Hathaway: Selina Kyle/ Catwoman,
Joseph Gordon-Levitt: John Blake,
Marion Cotillard: Miranda Tate,
Juno Temple: Holly Robinson,
Josh Pence : Joven Ra's Al Ghul,
Daniel Sunjata: agente de operaciones especiales,
Nestor Carbonell alcalde de Gotham,
Josh Stewart: mercenario de Bane.
 Matthew Modine: comisionado Foley,
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Sinopsis:


Christopher Nolan vuelve a la gran pantalla con el héroe que derrotó al Joker (Heath Ledger), Batman (Christian Bale). Ocho años después deberá enfrentarse aun enemigo mucho más terrible, Bane (Tom Hardy), que quiere destruir al Murciélago y junto a élla ciudad de Gotham, que ve al enmascarado como a un criminal. Batman vuelve más fuerte y brutal en su enfrentamiento con el Comisario Gordon recayendo sobre él la culpa del asesinato de Harvey Dent y protegiendo su reputación. 

Lo que se dice:


La tercera entrega de la saga de Batman de Christopher Nolan pertenecen a ese grupo de películas que establece una línea divisoria entre un público generalmente joven y con nervios templados, que disfruta cuando la máquina cinematográfica funciona a todo gas, tanto visualmente como  acústicamente en  lo que se refiere eal volumen de los sonidos, musicales o no, que hacen quejarse a críticos como Carlos Boyero que afirma que no soporta bien el cine aparatoso y, para él, mediocre en el que se da  un derroche de ruido' sin que aparezcan las nueces', una colección de clichés y de frases forzadas, el inconfundible aroma del cine aparatoso y mediocre y en el que es es raro el plano o la secuencia en los que no atrone la música de Hans Zimmer. Pero es precisamente este aspecto el que atrae a multitudes a las salas de proyección, que coincide con  Victoria Franzán, cuando afirma que  vivimos en un mundo con una gran alfabetización visual, en el que cada vez más la demanda sobre imágenes de alta calidad es reclamada por el espectador y en el que el público está  más capacitado para juzgar una buena construcción de la diégesis cinematográfica. Yo confieso que disfruto cuando me veo envuelta en la vorágine de imágenes, sonido y  musica envolvente en determinadas películas, precisamente como Batman.

El realizador de Inception, una de las películas más espectaculares  e incomprensible para algunos sectores, no puede abstraerse del clima de crisis y depresión que asola al mundo  crea un espectáculo a la antigua usanza, colocando hasta 11.000 extras en un escenario real, para contar una historia inmersa en un clima intelectual con muchas aristas. Tras la muerte de  Harvey Dent las leyes anti-corrupción que promulgó y que consiguieron llevar a  muchos ladrones de guante blanco a la cárcel,  han perdido fuelle y casi han caído en desuso, por lo  el  robo de guante blanco y la depauperación de las masas por el capital financiero que especula en Wall Street y domina las grandes empresas favorece el resurgimiento del fantasma de la guerra, esta vez encabezada por un personaje que se cubre el rostro con una máscara que recuerda la de Hannibal Lecter, y recoge las aspiraciones de justicia y venganza de la gente que sigue su revolución. Los líderes de este movimiento,entre los que se encuentran Bane (Tom Hardy) y  Miranda Tate (Marion Cotillard) encabezan una causa que no desprecia el caos y el anarquismo, a lo que les empuja la creencia, cada vez más extendida, de que todo el mundo es culpable en mayor o menor medida. Algunas críticos han identificado estas reacciones populares con el movimiento de los indignados, mientras otros han relacionado a Bene con el candidato republicano Ronnie, lo que ha organizado algunos debates en Estados Unidos y en la prensa mundial.

Batman, personaje con menos presencia que en otras sagas, es el más confuso éticamente: un millonario que usa su dinero para implantar la justicia, visión que siempre será subjetiva, pero que tiene la capacidad de liderazgo entre las fuerzas del orden, de las que emergerá  Robin, por primera vez en la trilogía. Si  bien la presencia del héroe es escasa y la mayor parte del tiempo convaleciente por las magulladuras y el desgaste de huesos y cartílagos, decepcionante para el que espera un héroe fuerte, Carlos Marñón (Cinemanía)  confirma las reacciones negativas que se han unido a las estilísticas que parten del cómic, al afirmar que  Nolan está dispuesto a golpearnos con preocupaciones mundanas de auteur consciente de su talento (...) La tentación de incluir todo ese caudal analítico e ir más allá del juego del bien  y del mal que establece la sombría figura de Batman se le ha vuelto en contra cuando ha tratado de unir la voladura de Gotham, la mofa a la Bolsa y hasta la revolución de las clases populares en un cócktel en el que el ingrediente fundamental, y con eso vale, es el escapismo. Olvida Carlos Marañón que todo arte debe tener una función o no se justifica su existencia, (Arnold Hauser), aunque sea sólo la evasión de los problemas que atañen al hombre cotidianamente, pero también se puede hacer lo contrario y  crear una diégesis distópica cuando el horno no está para bollos. Es una elección intelectual que depende del cineasta, que satisfará a unos y decepcionará a otros, a los que interesa el bien y el mal como categorías independientes  y ajenas a sus causas.

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